Gitanos bendice las calles de Málaga este Lunes Santo

Málaga/Minutos antes de la salida, la calle Frailes ya hervía en emoción, y es que en el ambiente se palpaba que algo grande estaba a punto de suceder. Cientos de personas se han agolpado a las puertas de la Casa Hermandad. Y así ha sido. El Lunes Santo ha vuelto a ser gitano. Porque en la Cruz Verde, en cuanto asoman los primeros nazarenos, el tiempo se detiene y todo se transforma en pasión.

Los nazarenos, con coronas plateadas en la sien y túnicas moradas, han sido los encargados de abrir el cortejo con sobriedad y estilo propio. Tras ellos, miradas con emoción, aplausos y alguna lágrima derramada. Ha llegado su momento. El Cristo de la Columna, vestido de color plata, se ha reencontrado son sus devotos. El "moreno" ya ha salido a la calle. "¡Moreno, moreno, viva el moreno!", han gritado, con la garganta desgarrada y desde lo más profundo de su alma quienes han esperado este instante más de un año. La cita más esperada. La Casa Hermandad se ha convertido en un lugar de amor, reencuentro y emoción.

El Señor de la Columna se ha levantado frente a su pueblo y ha arrancado suspiros, alguna lágrima de emoción y mucha fe en un barrio que se debe a Él, que siempre lo acompaña, que nunca lo abandona. Sus andares los ha marcado la banda de Cornetas y Tambores de Gitanos, que han convertido cada metro en un baile elegante. Tras los músicos, ya se han ido sumando los primeros fieles para ir detrás del Cristo en todo momento. Promesas, sueños, flores, piropos.

María Santísima de la O no se ha hecho de esperar. Si el Cristo ha levantado pasiones y ha arrancado lágrimas, Ella ha provocado suspiros de fe y cantos con pasión. La Virgen ha brillado nada más salir por las puertas de la Casa Hermandad. Y marcando el ritmo de su marcha, la Banda Musical de Zamarrilla ha interpretado el himno de Andalucía. De nuevo, los primeros devotos han acompañado a la Virgen para adentrarse hacia el Centro.

Otro de los puntos álgidos de su recorrido ha sido en la Tribuna de los pobres. El Cristo de la Columna ha llegado con paso lento en una zona abarrotada por la gente que sigue su fe. Los hombres de trono lo han bailado a la malagueña y, después de varios minutos, lo han levantado a pulso. María Santísima de la O ha llegado bajo el cantar unísono del 'Ave María' de todos los allí presentes. Mecida con delicadeza, poco a poco, los hombres de trono también la han bailado a la malagueña y ha logrado arrancar un gran aplauso espontáneo de todos los cofrades.