José Ferrary, pregonero de la Semana Santa de Málaga 2025: “Nos falta valorar lo positivo"
“Me quedaría con lo versátil y acogedora que es la Semana Santa de Málaga”, asegura
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Málaga/José Ferrary se subirá este sábado a las tablas del Teatro Cervantes para dar el pregón de la Semana Santa de Málaga de este año. Atiende a este periódico entre entrevista y entrevista, con la agenda ocupada por completo, a dos días de una cita marcada en rojo en el calendario cofrade.
Pregunta.- ¿De dónde le ha venido la inspiración para el pregón?
Respuesta.- La inspiración como tal es mi vida. Yo soy cofrade desde que nací casi. Empecé en el mundo de las cofradías con siete años, de chiquitillo procesionando todavía sin saber muy bien lo que hacía. Fui entrando en diversas cofradías: pasé muchos años en los Estudiantes, formé parte incluso de la Junta de Gobierno y ha seguido. Tengo muchos amigos cofrades, he tenido muchas vivencias en las cofradías y conozco muy bien el mundo de las cofradías en Málaga. Todo eso me ha servido para ir escribiendo y diseñando el pregón, que ya está listo, lógicamente.
P.- Es hermano de siete cofradías en Málaga, si sacase lo mejor de cada una quizás obtendría la fusión perfecta. ¿Qué es lo mejor de cada una de ellas?
R.- Lo mejor que tienen las cofradías, aparte de la imagen que a uno le diga algo o le tire más, o simplemente se encuentre ante ella muy cuestionado y nos sirva para ser un poquito mejor. Forma parte de la idiosincrasia de cada uno, que cada uno se exprese y siente de un modo distinto, pero luego todo confluye en la imagen del Señor y en María. No se podría hacer una cofradía perfecta como tal, porque perfecta lo es para cada uno. Por otro lado, la confluencia de cada una de las cofradías como tal es diferente, en la medida que cada persona encuentra su fe de una manera concreta. El grupo también, los miembros de la cofradía me refiero, es un componente muy importante. En todas y cada una de ellas existe lo mismo, pero vivido de un modo distinto. Yo soy hermano de las cofradías muchas veces por las personas, otras por lo que la cofradía tiene en la calle y en otras ocasiones porque personalmente son cofradías que me gustan a mí; y como tengo amigos en todas ellas, vaya a la que vaya me encuentro como en casa. Ese sería un poco el planteamiento de ser hermano de una cofradía.
P.- Cada una será diferente.
R.- Donde yo he estado de párroco, ya nada más que el roce de la cofradía y las personas hacen mucho también. Nada más que por eso ya hay tres cofradías que forman parte de mi vida: Monte Calvario, Piedad y Descendimiento. En la parroquia misma de bautismo hay dos: Fusionadas y Dolores de San Juan. Luego tenemos fuera de lo que es el ámbito parroquial: El Rocío, Sepulcro y Misericordia. Ahí han salido ya las siete, muy distintas una de la otra. Todas tienen un motivo. Lo que está claro es que lo que forma una cofradía es lo mismo, pero con expresiones diferentes.
P.- No solo hablamos de las cofradías de Pasión sino también las hermandades de Gloria. Ahí usted también forma parte de ellas.
R.- Soy hermano de las de Gloria de dos: de El Rocío y de la Victoria, que es la patrona de Málaga. El formato de las hermandades de Gloria en la vivencia es diferente. A mí, realmente, donde yo me encuentro más en mi ámbito son las de Pasión.
P.- Saliendo de cada cofradía, ¿qué destacaría de la Semana Santa de Málaga? Si tuviera que describirla a un desconocido, más allá de la espectacularidad de sus tronos.
R.- Yo me quedaría con lo versátil que es y lo acogedora que es. La Semana Santa de Málaga es abierta. Cualquier persona que venga de fuera se mete de momento, si su corazón está disponible para ello y viene con apertura. El carácter del malagueño es un carácter abierto. La espectacularidad de los tronos por las calles abruma, lo ve uno y se queda admirado; pero, para mí, sobre todo, es ese ambiente general que en Málaga somos capaces de ir creando sin darnos cuenta. La gente se viene haciendo parte de lo que nosotros vivimos. Luego está lo que tienen todas: los rincones, los momentos, las miradas de la gente, una maniobra en un trono y se viene una emoción que te viene por algo determinado…
P.- Las cofradías tienen una labor muy importante de divulgar la fe. Hablemos de la procesión que va a tener lugar en Roma y en la que participa la Esperanza de Málaga. Son actos que vienen muy bien…
R.- Sobre todo, para decir: señores, que estamos aquí. La fe cristiana se vive mucho hacia dentro y tenemos momentos de testimonios públicos como puede ser la Semana Santa, el Corpus o una procesión extraordinaria como el Jubileo en Roma. Sobre todo, es el momento de decir, a pesar de lo que parece y lo que vamos viendo en el mundo a nuestro alrededor, aquí estamos un grupo de cristianos que, en silencio, en tranquilidad, sin hacer ruido y trabajando mucho, estamos. En la calle decimos: somos cristianos que vivimos la pasión, la muerte y la resurrección del Señor y que lo hacemos porque queremos. A veces el testimonio más simple es el más certero.
P.- Si nos quedase alguna labor pendiente o algo que mejorar, ¿en su opinión qué sería?
R.- No hay un algo, todo es susceptible de mejorar. Se puede ir limando. Málaga, su Semana Santa, ha crecido muchísimo en los últimos 15 años. Ha ido adquiriendo un esplendor propio, ha ido ganando en personas implicadas. Tenemos una Fundación Corinto pionera en Andalucía, cada día más grande… Lo que nos queda es saber mantener eso, saber buscar algo que nos falta en el mundo en el que estamos: saber valorar lo positivo y vivir en positivo en vez de estar a veces mirando cosas que no son buenas. Creamos realmente que nuestra Semana Santa es una Semana Santa que merece la pena seguir luchando por ella, trabajando en ella y mirando por ella. Ese sería el mensaje de lo que tenemos que hacer.
P.- Uno de los debates que sigue abierto a pesar ya de llevar varios años instaurado es el denominado nuevo recorrido, ¿qué opinión tiene usted al respecto?
R.- Yo creo que el nuevo recorrido como tal tiene poco tiempo, son pocos años. Lo que pasa que el otro tenía muchos años. Hay que saber mirar, precisamente, lo bueno que nos aporta. Tiene algunas cosas. Ni el otro era tan bueno ni este es tan malo. Sí es verdad que tiene una cosa buena: que todo acaba en la Catedral, que es donde se hacen las estaciones penitenciales y con este recorrido hay más opción de que muchas cofradías entren en la Catedral que antes como tal no podían. Por lo pronto ya con decir algo bueno ahí lo tenemos. Hay que seguir puliendo porque hay defectillos y demás, pero yo creo que hay que darle una oportunidad a este recorrido y si hay que modificar algo para eso hay expertos.
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