"El momento más especial es la entrada a la Catedral"

Raquel cabello. albacea general salesianos

El ángel de la trasera del trono de Salesianos llevará la gubia con la que fue tallado el Cristo de las Penas con motivo de su XXV aniversario

Raquel Cabello, Albacea General de Salesianos, con el cartel conmemorativo de los 25 años de la bendición del Cristo.
Raquel Cabello, Albacea General de Salesianos, con el cartel conmemorativo de los 25 años de la bendición del Cristo.
Elisa Moreno Málaga

16 de abril 2014 - 01:00

Hace unos años tomó el relevo de la albacería de Salesianos, desde entonces vive con intensidad el Miércoles Santo, pero también el resto de la semana. El año pasado se atrevió a arrimar el hombro en el trono de María Auxiliadora.

-¿Cómo fueron sus primeros pasos en el mundo de las cofradías?

-Desde los 7 años he estado muy ligada a la hermandad. Mi padre pertenecía a la cofradía, también como albacea, y yo he tomado el relevo. Fue a los 18 años cuando el entonces hermano mayor Antonio Luque me propuso entrar en la Junta de Gobierno como vocal de albacería.

-¿Cuáles son las labores que debe llevar a cabo el albacea?

-Desde preparar la procesión del Miércoles Santo y la estación de penitencia hasta la organización de las túnicas, los enseres, las imágenes o la preparación de los cultos.

-Además, este año celebráis el XXV aniversario de la bendición del Cristo de las Penas.

-Sí, en 2010 ya celebramos los 25 años de la fundación de la hermandad y ahora los 25 años de la bendición del Señor. Para ello se han celebrado unos cultos especiales, en los que el Señor ha estado de pie justo delante de la imagen de María Auxiliadora, lo que para nosotros ha sido muy satisfactorio.

-¿Significa esto alguna novedad el Miércoles Santo?

-Este año el trono va a ir bordado entero y en lugar de llevar el monte de claveles como venía siendo habitual llevará un monte de corcho. Además, en la parte trasera siempre lo acompaña un angelito con un distintivo. Este año, con motivo del XXV aniversario, va a llevar la gubia con la que Manolo Carmona talló al Señor y que nos ha prestado para el evento, y una ramita de romero que fue con lo que se le bendijo.

-¿Cómo vive la Semana Santa?

-Cuando era pequeña no lo vivía tanto como ahora, que vamos todos con el itinerario de aquí para allá para no perdernos nada. Ya no puedo faltar un Domingo de Ramos y bajar a ver la Pollinica, Lágrimas y Favores, volver a subir y comer rápido antes de hacerle el saludo al Dulce Nombre, Salutación y Prendimiento. El Lunes Santo igual, y así toda la semana, pero sí es cierto que desde que estoy en la cofradía el martes poco puedo ver. Hay años que acabamos muy cansados, pero otras veces aún así hemos ido a ver lo que todavía estaba en la calle.

-¿Cuál es el momento más especial que disfruta viendo cada año?

-La entrada a la Catedral, ya que nuestro fin es ir allí a hacer estación de penitencia. Es verdad que por el cargo que llevo no lo puedo vivir plenamente, pero sería uno de los momentos con los que yo me quedaría.

-¿Y con qué marcha se emociona al ver pasar a sus titulares?

-Es escuchar Cristo de las Penas de Perfecto Artola y se me ponen los vellos de punta. Aunque ahora mismo llevamos una banda de cornetas y tambores, que también tiene una adaptación de la marcha, pero no es lo mismo.

-También ha sido jefa de procesión en alguna ocasión, ¿alguna vez se ha animado a llevar el trono?

-El año pasado saqué a María Auxiliadora. Fue una promesa, tenía esa espinita, lo pedí y me lo concedieron. Me gustó mucho la experiencia, pero fue algo puntual y único que sé que no voy a repetir, mi papel es como nazareno. Pero si hay personas que quieren y tienen esa ilusión estoy de acuerdo en que tienen el mismo derecho que cualquier hombre.

-Este año el tiempo parece que acompaña.

-En 25 años nunca nos hemos quedado sin procesionar por la lluvia, pero sí nos ha pillado durante el recorrido. El año pasado no nos dio tiempo a llegar a la catedral y en la calle Larios empezó a caernos un chaparrón. Hubo quien criticó que podríamos haber tapado al Señor, pero habríamos tardado más en hacerlo que en correr como lo hicimos hasta la catedral. Algo parecido nos pasó en 2008. Aunque afortunadamente en ninguna de las dos ocasiones pasó nada.

-¿Prefiere las procesiones de día o de noche?

-Las prefiero de día y un poquito entrada la noche, pero no demasiado tarde. Me gusta salir por la tarde y verla con los primeros rayos de sol.

-¿Qué otras labores destacaría dentro de la cofradía?

-Las acciones de caridad. La cofradía está adherida a Bancosol, y hace poco organizamos un reparto de más de 6.000 kilos de comida. También pertenezco al consejo de la asociación de María Auxiliadora, en la que en el mes de enero organizamos el musical del Rey León. Se vendieron unas 400 entradas, hubo gente que se quedó sin poder venir, y el dinero fue íntegro para Cáritas.

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