Miércoles Santo con menos palomas en Málaga por la Ley de Bienestar Animal

Uno de los momentos más llamativos o curiosos de cuantos acontecen en los días de Semana Santa en Málaga es la suelta de palomas al paso de la Virgen de la Paloma. Este año los malagueños no podrán contemplar la estampa de estas aves echando a volar alrededor de las magnas andas procesionales de la titular mariana o posadas sobre su manto.

La corporación del Miércoles Santo ha anunciado, mediante un comunicado a sus hermanos, que esta Semana Santa la cofradía se ve obligada a suspender la entrega de palomas que se hacía en la mañana del Miércoles Santo tanto a los hermanos y devotos como a cualquier persona que quisiese hacerlo. El motivo de esta decisión es la nueva Ley de Bienestar Animal, que entró en vigor el 28 de septiembre de 2023. Dicha ley vigila y garantiza que ningún animal sea sometido a algún tipo estrés o perjudique su bienestar.

Aún así, la cofradía, asistida por el Colegio de Veterinarios de Málaga que es hermano mayor honorario de la misma, ha sido autorizada para que en la noche Miércoles Santo, y de una forma controlada, puedan ser soltadas palomas en determinados puntos del recorrido. Los puntos donde se harán estas sueltas controladas serán a la salida de su capilla en la plaza de San Francisco, en la popular Tribuna de los Pobres, en la plaza de la Constitución y en la plaza del Obispo al terminar el recorrido oficial.

Origen de la tradición

Ofrecer este tipo de aves durante el transitar de la dolorosa de ojos verdes, obras del hispalense Luis Álvarez Duarte, se remonta a un hecho que ocurrió durante la procesión del año 1925, hace casi un siglo. Durante el transcurso de la salida de la hermandad, una paloma se posó en la mano de la primitiva imagen de la Virgen, donde permaneció parte del recorrido.

El momento insólito llevo a sus hermanos a cambiar la advocación de la dolorosa, aprovechando también la coyuntura del cambio de talla de la imagen, que por aquel entonces recibía culto bajo la advocación de Virgen de los Dolores, a la de Paloma. El 4 de marzo de 1926 se bendijo la nueva talla con esa nueva advocación. Con el paso de los años, esto significó un punto de inflexión en la historia de la cofradía.