Así es la veneración ‘El verbo encarnado’ en la Catedral de Málaga con las imágenes devocionales de las cofradías
Cada sagrado titular ocupa una capilla, excepto Jesús Cautivo que se ubica en el trascoro, y se alzan sobre unas peanas diseñadas por artistas malagueños
Málaga/Tras la muestra de arte patrimonial ‘Un siglo de esplendor’ en el Centro Cultural de la Fundación Unicaja de Málaga, la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga inaugura este martes 21 de septiembre la veneración ‘El verbo encarnado’ en la Santa Iglesia Catedral. El título alude tanto al continente como al contenido, tal y como explicó Miguel Ángel Blanco, el comisario de la exposición. Por un lado, la Iglesia Catedral, consagrada al Misterio de la Encarnación, y por otro las representaciones de Jesús -el Verbo- y de María, en cuyo vientre se hizo carne.
Los 13 sagrados titulares participantes en dicha veneración se ubican en diferentes capillas y espacios del primer templo de la Diócesis y se alzan sobre unas peanas creadas para la ocasión por artistas malagueños. La veneración será gratuita para los malagueños en horario de 10:00 a 20:00. El coste de la entrada general será de seis euros. Las imágenes devocionales quedan dispuestas de la siguiente manera:
Santísimo Cristo del Amor y Virgen Dolorosa
La intervención sobre la peana del 'Stabat Mater' formado por el Santísimo Cristo del Amor y la Dolorosa en la capilla de San Rafael está realizada por Martín España en técnica mixta sobre tabla, incluyendo elementos en papel a modo de collage. El discurso de la decoración se limita a un único elemento como es el corazón inflamado con llamas.
Santísimo Cristo de los Milagros
Las rosas blancas enlazan toda la composición del Santísimo Cristo de los Milagros en la capilla de San Miguel y simbolizan la pureza y el milagro de la fe que hizo que se tornaran en rojo, según la leyenda del bandolero “Zamarrilla” recreada por Gabriel Rodrigo. En el panel izquierdo recorren el pecho de la Virgen atravesado por el puñal, y pasan al frontal donde una de ellas es teñida de rojo por un espino que enlaza esta historia. También aparece la Virgen y su mirada llena de dolores aludiendo a su primitiva advocación.
Nuestra Señora de la Soledad
La capilla de San Sebastián acoge a Nuestra Señora de la Soledad de San Pablo sobre una peana ideada por Francisco Naranjo. En ella, se interpreta como un rosal o rosaleda bañado por la luz nocturna de la luna. De entre este rosal, brota María, como Rosa Mística escogida entre todas las de este simbólico jardín.
Nuestro Padre Jesús Cautivo
José Luis Puche idea para Jesús Cautivo en el trascoro ‘El jardín de los 46 ojos’. La obra intervenida sobre la plataforma del habitual monte de claveles de Jesús Cautivo se vertebra de un modo orgánico sobre el diseño del escudo de la Hermandad. El autor no ha querido olvidarse de la imagen que los fieles tienen bajo los pies del Señor, por lo que ha realizado un dibujo sobre papel, grafito y lápiz de color en el que la vegetación de claveles rojos se interpreta de un modo expresionista con incursiones iconográficas en los cuatro costados del Trono. El simbolismo se hace presente con numerosos elementos que se disponen en la base del mismo torno.
Nuestro Padre Jesús Nazareno de Viñeros
En la capilla de la Victoria se ubica Nuestro Padre Jesús Nazareno de Viñeros sobre una peana de José Carlos Torres. La obra en cuestión se divide en tres partes en las que se hace referencia al Amor, el Sacrificio y la muerte del Hijo de Dios por la salvación de la humanidad. “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día”, reza la efímera estructura.
Nuestra Señora de la Piedad
La peana que eleva a Nuestra Señora de la Piedad de Ángel Sarmiento en la capilla del Sagrado Corazón está protagonizada por una alegoría a la virtud cardinal de la fortaleza representada en un busto femenino ataviado con casco, y hojas de roble. Un basamento que alude a la plástica monumental de los años 20, de marcado carácter escultórico, se descubre del elemento museístico en el que se encuentra expuesta la Virgen.
María Santísima del Rocío Coronada
Ramales de claveles nacen a las plantas de María Santísima del Rocío Coronada que, por sus blancos ropajes, cautivó al pueblo que la bautizó como novia de la ciudad. En la parte frontal de la composición ideada por Curro Claros en la capilla del Rosario aparecen tres cartelas, recreando éstas la que adornan la puerta principal de la ermita de San Lázaro.
Nuestro Padre Jesús Nazareno Redentor del Mundo
La peana de Pablo Cortés del Pueblo busca crear un conjunto simbólico con la imagen del Redentor del Mundo en la capilla de la Inmaculada. Inspirada en el tenebrismo barroco, la cartela frontal muestra una alegoría del triunfo sobre la muerte y el pecado con el sacrificio de Jesucristo.
María Santísima Reina de los Cielos
La capilla de la Virgen de los Reyes acoge a María Santísima Reina de los Cielos sobre una obra de Pedro Alarcón. Se trata de una visión poética de un celaje casi nocturno en el que se adivina, solamente a través de su silueta, un entramado vegetal que podría aludir al jardín cerrado como metáfora y a María como reina de la Creación. Diversas especies vegetales como el acanto en flor, la azucena o el lirio aluden de forma directa a la Virgen.
Santísimo Cristo de la Agonía
El Gólgota se hace realidad en la capilla de San Francisco para el Cristo de la Agonía. Según la leyenda, la cruz se apoya sobre los huesos y calavera de Adán, estableciendo una relación entre el pecado original y la muerte redentora de Cristo. En los laterales, Pablo Flores hace referencia al triunfo de Cristo sobre la muerte.
Nuestro Padre Jesús de la Misericordia
José Antonio Jiménez diseñó para Nuestro Padre Jesús de la Misericordia en la capilla de Santa Bárbara un purgatorio creando un moderno friso de diferentes almas desnudas, con un claro lenguaje corporal que va desde el dolor más agudo, al más puro gesto de súplica o Misericordia. Los cuerpos están construidos en diversos escorzos matizados con largas pinceladas de color.
Nuestro Padre Jesús de la Puente del Cedrón
En la capilla del Pilar, Nuestro Padre Jesús de la Puente del Cedrón se alza sobre una estructura creada por Federico Miró. La intervención pictórica se basa en el estudio de lo artesanal y la tradición del bordado en terciopelo, los tapices y los telares. En la peana se utilizan los inertes motivos vegetales del bordado de su túnica que es, según lo entiende el artista, otra manera de simplificar y abstraer la imagen ejerciendo una sutil a la vez que brutal transgresión temporal entre siglos de distancia.
María Santísima de los Dolores de Servitas
Por último, en la capilla del Cristo del Amparo se alza María Santísima de los Dolores de Servitas, y bajo Ella se ubica la obra de Fernando Prini. Esta peana intenta simular una estructura arquitectónica propia del barroco italiano, muy presente en las líneas estéticas del autor Fernando Ortiz en muchas de sus obras. Está conformada por una pareja de paneles rectangulares que acogen figuras de ángeles mancebos dolientes que simulan esculturas de mármol blanco.
Al acto de inauguración acudieron el obispo de la Diócesis de Málaga, Jesús Catalá, el presidente de la Agrupación de Cofradías, Pablo Atencia; el presidente de la comisión del centenario, Luis Merino; el comisario de la exposición, Miguel Ángel Blanco; el deán de la Catedral, Antonio Aguilera; el vicario General de la Diócesis de Málaga, Antonio Coronado; el delegado de hermandades y cofradías, Salvador Guerrero; el alcalde, Francisco de la Torre, el presidente de la Diputación provincial, Francisco Salado; la teniente alcalde y concejala. Teresa Porras, y el director general de la Fundación Unicaja, Sergio Corral.
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