Google y Facebook rastrean el porno incluso en modo de incógnito
El 'Gran Hermano' tecnológico controla a quien vea porno
Ha sido el The New York Times quien se ha hecho eco del estudio Seguimiento del sexo: las implicaciones de una amplia difusión de datos sexuales y el seguimiento en sitios web de pornografía, realizado por investigadores de las universidades de Carnegie Mellon y Pensilvania.
El documento se ha basado en el análisis de 22.484 sitios web pornográficos a través de webXray, un software de código abierto, que combina y detecta solicitudes de datos de terceros para escanear páginas. Dónde van a parar esos datos recogidos es lo que no está nada claro.
"Hemos extraído con éxito las políticas de privacidad de 3.856 webs, un 17 % del total", ha explicado Elena Maris, investigadora postdoctoral de Microsoft y autora principal del estudio, quien lamenta que esas políticas fueron escritas de tal manera "que cualquiera podría necesitar una educación universitaria de dos años para entenderlas".
Estos sitios de pornografía, añade, "deben pensar más en los datos que registran, ya que son tan sensibles como como si fueran información médica. La protección de los mismos es crucial para la seguridad de sus visitantes. Y lo que hemos visto sugiere que estas plataformas podrían no haber pensado esto como deberían".
Del estudio también se desprende que no existe garantía de privacidad aunque habilitemos el 'modo incógnito' en nuestro navegador. Esto ocurre porque, a pesar de que las búsquedas no se almacenan en su historial ni en el dispositivo, los datos se terminan filtrando a terceros de cualquier manera. "El hecho de que el mecanismo para el seguimiento en sitios para adultos sea parecido al comercio de retail online, por ejemplo, debería ser una señal de alerta”, inquiere Maris.
Los grandes de Silicon Valley, culpables
Según el estudio, Google -o una de sus enseñas subsidiarias, como la plataforma de publicidad DoubleClick- tenía rastreadores en el 74 % de los sites de pornografía. Los de la compañía de software Oracle llegaron al 24 %; y Facebook, que no permite desnudos ni contenido pornográfico en ninguna de sus plataformas, tenía rastreadores en el 10 % de los sitios online de sexo analizados.
Para otros autores del estudio, como Jennifer Henrichsen, que está preparando su doctorado en la Universidad de Pensilvania, y Tim Libert, instructor de Ciencias Computacionales de Carnegie Mellon, el 93 % de los sitios web de pornografía que se escanearon enviaron datos a un promedio de siete dominios de terceros. La mayor parte de esa información (el 79 % de los sitios web que transmitieron datos de usuarios) se envió a través de cookies de seguimiento.
Continuando con el análisis del contenido de los dominios de la muestra -22.484 sitios web pornográficos-, el 44,97 % de los mismos “exponen o sugieren una identidad de género/sexual específica o un interés que probablemente esté vinculado al usuario”. Asimismo, según los investigadores, se identificaron tres conclusiones principales de los resultados cuantitativos, entre los que se encuentran los riesgos elevados de fuga de datos pornográficos en comparación con otros de otra índole.
También, el riesgo e impacto en particulares como población vulnerable; de hecho, solo el 17 % de los sitios pornográficos analizados estaban encriptados, lo que sugiere que el resto estaba desprotegido de la piratería o hackeos. Y, por último, las complicaciones que supone el consentimiento para los usuarios de webs XXX y la necesidad de un consentimiento afirmativo en estas interacciones sexuales en línea.
Así las cosas, actualmente no hay claridad sobre lo que podrían hacer las empresas externas con los datos recopilados en sitios de pornografía. Y, según el mismo The New York Times, tanto Google como Facebook han negado que la información potencialmente recopilada por sus rastreadores en sitios de pornografía haya sido utilizada para crear perfiles de marketing destinados a mostrar publicidad dirigida.
Del rastreo y sus técnicas
Los códigos de rastreos de un tercero son una práctica habitual en el sector de contenidos digitales. Todos los medios con sitios web utilizan rastreadores que comparten y recopilan datos de sus visitantes, sobre todo con fines comerciales. Google Analytics, uno de los rastreadores de Google, proporcionan datos de tráfico del sitio mientras que otros permiten ejecutar publicidad.
Otros más conocidos, con nombre de galleta, son pequeños archivos de texto que los sitios web que visitamos colocan en nuestro ordenador. En general, las cookies se utilizan para que las webs funcionen, o lo hagan de manera más eficiente, así como para proporcionar información a los propietarios del site y, al controlar sus hábitos, personalizar el contenido ofrecido.
Los sitios webs deben informar de su uso en sus políticas de privacidad de datos que, en general, son recopilados de manera anónima. No obstante, el rastreo puede permitir el manejo de información básica, como el tipo de dispositivo, navegador o sistema operativo, u otras más específicas, como la dirección de correo electrónico o número teléfono asociado a un perfil de registro, utilizadas ya con fines de marketing.
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