La Policía busca pruebas de un rapto en un crematorio abandonado de Canarias
La Policía Nacional y el juzgado investigan si el detenido por el presunto intento de rapto de una niña el pasado viernes en Telde, en Gran Canaria, cometió antes otros asaltos, en el marco de unas diligencias que les han llevado a buscar pruebas en un crematorio de animales abandonado.
Personal del Juzgado de Instrucción número 2 de Telde, encargado del caso, y agentes policiales se desplazaron ayer con el acusado a dicho crematorio, ubicado en la zona industrial de Salinetas, de la misma localidad, para rastrear indicios de otros posibles delitos cometidos por el ahora detenido, un hombre de unos 30 años, según confirmaron a Efe fuentes del Ayuntamiento.
En cuanto a la identidad del acusado, cuya detención analizó ayer el concejal de Seguridad de Telde, Juan Martel, con los mandos de la Policía Local, sólo ha trascendido los que, al parecer, son su nombre de pila, Marcos, y la inicial de su primer apellido, R. Unos datos que no se pudieron confirmar en instancias gubernativas ni policiales, por haberse decretado secreto de sumario sobre este caso.
Desde el Ayuntamiento de Telde, en cualquier caso, se admitió que, tal y como se ha publicado en la prensa local, no se descarta que el presunto raptor frustrado esté implicado en otros secuestros o intentos de tales registrados en la isla en los últimos años. A ello apunta además, según recalcaron, el hecho de que las diligencias que se practican en busca de nuevas pruebas desde ayer, cuando había transcurrido desde el arresto más de un día y tras interrogar varias veces al acusado, tuvieran lugar en el polígono industrial de Salinetas, cuando el intento de rapto del viernes fue en otro lugar del municipio, en la zona residencial de La Garita.
En cuanto a la conexión del hombre con el crematorio, al parecer trabajó allí tiempo atrás, antes de que fuera cerrado.
La detención de Marcos R. y su presunta autoría en el intento de rapto del pasado viernes ha creado gran expectación entre la ciudadanía de Gran Canaria, alarmada por desapariciones aún sin resolver, como las de la joven Sara Morales y del niño Yeremi Vargas.
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