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El menor de 12 años que ha sido víctima de una brutal agresión por parte de un adulto al que le molestó que jugaran a la pelota en un barrio de Estepona se encuentra en su casa, recuperándose de las lesiones. Sin embargo, tal y como dice su madre, las secuelas con las que ahora tienen que lidiar son las psicológicas ya ni él ni ella quieren salir a la calle por miedo a encontrarse con el agresor, que vive en el mismo edificio que ellos.
El hombre se encuentra actualmente en libertad y no se le ha implantado ninguna medida cautelar a pesar de la gravedad de los hechos. El menor, mientras tanto, aguarda a que el forense revise las lesiones que ha sufrido.
Esto ocurrió el pasado 10 de noviembre en Estepona (Málaga). Un grupo de niños de 12 años se encontraba jugando a la pelota en la plaza que hay justo debajo de sus edificios. El hombre que lo agredió tiene 38 años y tiene una gran corpulencia. El puñetazo que le propinó a la víctima es tan fuerte que podría haber acabado con su vida. Fue un amigo del menor agredido quien lo grabó todo con su teléfono móvil porque no era la primera que recibían amenazas de este sujeto.
El menor, que cayó inconsciente al suelo, tuvo que ser trasladado de inmediato al hospital para descartar daños internos. La madre, que ha ofrecido una entrevista a Telecinco, ha explicado que ella tardó dos días en ver el vídeo de la agresión a su hijo y que desde entonces no se las puede quitar de la cabeza.
“Por unos centímetros no me lo ha matado”, aseguraba. Además ha contado que no es la primera vez que reciben las amenazas de este individuo por el simple hecho de estar jugando en las zonas comunes del edificio. “Yo pienso que si bajas a unas horas decentes y no entorpeces una siesta o durante la madrugada, no creo que la solución esté en que los niños se queden encerrados”, sostenía esta madre.
Ha denunciado que este acto no parece haber tenido ninguna consecuencia para el agresor y que está haciendo su vida “tan alegremente mientras su hijo está encerrado en su cuarto”. Al parecer las autoridades se han basado en que el parte de lesiones es leve y, por tanto, no es necesario implantar ninguna medida.
Sin embargo la mujer vive con miedo de que le vuelva a pasar algo a su hijo porque asegura que es una persona con la que no se puede dialogar. Ahora que ya ha interpuesto una denuncia la mujer espera que se dictamine una orden de alejamiento para el agresor como medida cautelar.
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