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Dos días después de que la Policía Nacional encontrara el cuerpo desmembrado de una mujer en un pozo ubicado en un cortijo de Jerez de la Frontera, en Cádiz, los agentes han detenido al autor de los hechos mientras tratan de resolver el caso, que sigue en secreto de sumario.
El pasado 6 de julio Buran Fouruzan, de 64 años y original de Irán, desapareció sin dejar rastro. Vivía desde hacía un tiempo en la localidad gaditana de Jerez de la Frontera y solía frecuentar algunos albergues del municipio. De hecho, fue en uno de estos lugares donde la víctima fue vista por última vez.
Desde que se denunció el suceso la Policía Nacional consideró la desaparición de riesgo extremo. Se trataba de una persona vulnerable que, además, necesitaba medicación diaria y había indicios de que estuviera retenida contra su voluntad.
Por eso el día 4 de agosto los agentes de Jerez y de El cuervo, otro pueblo colindante, solicitaban la colaboración de los ciudadanos para que compartieran cualquier información que pudiera ayudar en la investigación.
Tras solicitar a los ciudadanos de Jerez que aportaran información, si la tenían, a los agentes, los investigadores preguntaron a las personas que vivían cerca de la víctima si la conocían y si la habían visto.
Fue una vecina la que explicó que Buran tenía una relación esporádica con un hombre de 78 años (el ahora detenido). Desde entonces estuvieron haciéndole un seguimiento y descubren que va a diario a la zona en la que arrojó el cadáver de la mujer.
Tras eso, el domingo, 27 de agosto, la Policía Nacional desplegó un amplio dispositivo en una zona rural de la localidad jerezana, concretamente en una finca privada a la que, sin embargo, tiene acceso cualquier persona a través de los caminos que la recorren.
Allí, en el interior de un pozo cercano a uno de los caminos, encontraron el cuerpo sin vida de Buran Fouruzan, a unos siete metros de profundidad. El cadáver, que estaba en muy mal estado debido al tiempo que había pasado y a la violencia a la que lo habían sometido, estaba desmembrado y tapado con escombros.
Es posible que los agentes llegaran allí motivados por alguna denuncia o pista cuyo origen se desconoce ya que las actuaciones se han declarado secretas. De forma casi paralela se procedió a la detención de un hombre por su posible implicación en el caso.
Hoy se ha conocido que el detenido es un hombre de 78 años con antecedentes penales. Había estado en prisión durante 15 años por haber matado a puñaladas a un conocido suyo tras una discusión. También había maltratado a su exmujer y a sus hijos, que viven en Almería, pero a su salida del penal supo hacerse un hueco entre sus vecinos de Jerez de la Frontera.
Durante la jornada de ayer, 28 de agosto, se produjo la reconstrucción de los hechos, que tuvo comienzo en la casa del detenido. Allí, la Policía registró palmo a palmo la casa del presunto autor de los hechos, que finalmente confesó que la había matado, desmembrado y tirado al pozo en varias bolsas para después cubrirlo todo con cascotes.
Dijo a los agentes, literalmente, que había sido un arrebato. El móvil del crimen podría estar, en principio, en unas desavenencias económicas. La Policía Científica halló en su casa un hacha que se sospecha que fue la que utilizó para matar y desmembrar a la mujer.
El casi octogenario se encuentra, en estos momentos, en los calabozos de la Comisaría de la Policía Nacional de Jerez a la espera de pasar a disposición judicial, algo que no va a suceder en el día de hoy ya que va a tener que volver a declarar ante los agentes.
Se ha conocido que la relación que había entre el presunto agresor y la víctima no era sentimental pero que tenían encuentros sexuales esporádicos. En principio el crimen no se ha catalogado como un caso de violencia de género pero no se descarta que el juez así lo estime a medida que avanza la investigación.
Previsiblemente el juez lo enviará a prisión de manera provisional debido a que es una persona reincidente. Los investigadores se centran ahora en esclarecer cómo se produjo la muerte para conocer si se trata de un delito de asesinato o de homicidio, en función de la ausencia, o no, de premeditación.
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