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Mikel Lejarza
Toulouse
El pasado domingo, 24 de septiembre, un hombre fue detenido por agentes de la Policía Nacional en Palma de Mallorca después de que su propia hija lo denunciara por presuntamente haberla agredido sexualmente durante años, concretamente desde que ésta era menor de edad.
Según argumentó la joven, de ahora 20 años, las agresiones comenzaron cuando ella era menor (tenía 15 años entonces) y se mudó a vivir con su progenitor a la isla de Palma. Al parecer el padre, que estaba separado de su madre, había estado insistiendo a la joven para que se fuera a vivir con él y, siempre según el relato de la chica, se fuera distanciando tanto de su progenitora como de la familia de ella.
Sin embargo, en el momento en que ambos empezaron a compartir vivienda el padre comenzó a agredirla sexualmente, viéndose incluso obligada a mantener relaciones sexuales con él cada vez que éste quisiera. Estos hechos ocurrían tanto en la vivienda del padre como en diferentes hoteles en los que se iban alojando ambos y en ningún momento la entonces menor de edad se atrevió a comunicarlos a nadie.
La situación, que comenzó cuando la chica tenía 15 años, se había estado prolongando durante cinco años hasta que joven decidió denunciarlo, ya con 20 años. Durante todo ese tiempo la joven habría sufrido agresiones sexuales de forma reiterada.
La denunciante explicó también que su padre había agredido sexualmente a dos de sus amigas, a las que realizó tocamientos sin el consentimiento de éstas, algo que ya está siendo investigado por la Policía.
Tras recibir y registrar la denuncia, los agentes de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) llevaron a cabo una investigación para esclarecer lo sucedido. De esta forma Los policías tomaron declaración a diferentes testigos y personas cercanas al entorno de la víctima y el agresor y realizaron gestiones para conocer cómo se habían dado los hechos y durante cuánto tiempo.
Con todo finalmente se procedió a detener al padre de la denunciante el pasado domingo acusado de haber cometido un delito de agresión sexual reiterada a una menor con el agravante de parentesco.
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