La madre de la niña maltratada en Barcelona dice que nunca vio al padrastro pegándole
El padrastro maltrataba a su ex mujer y quería quemarle el coche, según la acusada.
La madre de la niña maltratada en Montcada i Reixac (Barcelona), Ana María C.F., explicó hoy a preguntas de su abogado que la menor "a veces se quejaba", gritaba y lloraba cuando estaba en una habitación a solas con su padrastro, Francisco Javier P.E., pero no le dio "mucha importancia" porque ella le decía que estaban jugando, y nunca vio que él le pegara, ni hematomas o cardenales en el cuerpo de la menor.
La Audiencia de Barcelona acoge desde hoy el juicio contra la madre de la niña y su compañero sentimental. La Generalitat y la Fiscalía piden 19 y 26 años de prisión, respectivamente, y que indemnicen con 1,5 millones de euros a la menor porque necesitará apoyo de por vida a causa de las graves secuelas que padece.
La madre explicó a preguntas de su abogado --pues se negó a responder a la Fiscalía y a la letrada de la Generalitat-- que "Alba era bastante activa", que "alguna vez" se caía sola y que a veces le sangraba la nariz espontáneamente. En cuanto a la desnutrición extrema que sufría la menor, afirmó que comía muy poco "desde siempre".
El 4 de marzo de 2006, la niña y su hermanastra "estaban contentas" porque habían pasado la tarde en el Tibidabo, y por la noche decidieron ir a las fiestas de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona). Por indicación del acusado, ella y la hija de éste bajaron a la calle y, al ver que no bajaban, llamó al interfono, hasta que finalmente llegó el acusado con Alba en brazos.
"Vi a mi hija inconsciente. Era de noche y por eso no puedo dar muchos detalles", explicó Ana María C.F. "La llevamos al ambulatorio", dijo en referencia a ella misma, al padrastro y a la hija biológica de éste, Maite. "Allí, Francisco Javier decidió llevar a Maite a casa de un hermano. Volvió. Los médicos llamaron a una ambulancia para llevar la niña al Hospital Vall d'Hebron".
A petición de la parte acusatoria, el secretario judicial leyó las declaraciones que la acusada realizó en la instrucción. La acusada explicó ante el juez que su novio tenía una orden de alejamiento por malos tratos contra su ex mujer, quien vivía en Santa Perpètua de Mogoda, por lo que ella no quería ir a las fiestas. Añadió que tenía miedo, porque su novio tenía una copia de las llaves del piso de su ex esposa y quería quemarle su vehículo.
Tras esperar 15 minutos a que bajara el procesado con la víctima, subió con la otra niña por las escaleras y encontró a su novio que "bajaba corriendo con Alba en sus brazos, diciendo 'Alba respira, Alba respira". En el coche, se dio cuenta de que su hija tenía "el pelo mojado, los ojos semicerrados, la cara pálida, estaba inconsciente y creyó que estaba muerta".
"Si en el CAP preguntan qué ha pasado di que se ha caído de la cama. He entrado en el comedor y la he encontrado tirada en el suelo", le dijo al llegar al ambulatorio Francisco Javier P.E., quien le aseguró que había intentado reanimar a la menor porque estuvo más de diez años en la Cruz Roja. La menor fue trasladada al Hospital Vall d'Hebron en ambulancia.
Al ver a los Mossos d'Esquadra, el imputado se marchó nervioso después de decirle: "No te preocupes que te voy a dar lo que has perdido", y ella entendió que le iba a dar otro hijo. Poco después, la doctora que atendió a Alba le comunicó que estaba en muerte cerebral y que había superado dos paradas respiratorias, aunque tenía ritmo cardíaco. También le dijo que una caída no causaba lesiones de tal entidad, y fue detenida por los agentes.
Ana María C.F. también explicó al juez instructor que sospechaba que el padre de Alba abusaba sexualmente de ella, quien "desde el pasado verano estaba triste" y tenía miedo de los hombres. Un día, "vio que la menor se tocaba sus partes y tenía la zona enrojecida". Cuando le preguntó el porqué, la niña le dijo que su padre la tocaba y dormían juntos.
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