La milla de los museos
Turismo cultural
La oferta cultural de Málaga se afianza en la tradición para resurgir a la modernidad.
Más de una treintena de espacios museísticos diferentes, muchos próximos entre sí, compiten por atrapar la atención del visitante. El Museo Carmen Thyssen se enclava en el Palacio de Villalón, en el centro histórico de la capital, y alberga 230 obras que recorren el arte del siglo XIX español, desde Zurbarán a Sorolla o Zuloaga, haciendo especial hincapié en la pintura andaluza.
El Centro Pompidou de Málaga, situado en el ‘Cubo’ del Muelle Uno, es la primera sede de este museo fuera de las fronteras francesas y ofrece un recorrido por el arte de los siglos XX y XXI, con una selección de 90 obras de la colección parisina.
Por otra parte, el Centro de Arte Contemporáneo constituye un espacio de difusión de las artes plásticas y visuales desde el último tercio del siglo XX a la actualidad.
Vagar al antojo por el centro de la ciudad permitirá encontrar muchos otros ejemplos de la riqueza museística de Málaga. Y aproximándose al edificio de Tabacalera, gran exponente de la arquitectura regionalista, es posible visitar el Museo Automovilístico, un espacio único que ofrece una exclusiva colección de vehículos y trajes de alta costura, o la Colección del Museo Ruso de Málaga, con exposiciones de larga duración que muestran la fascinante historia del arte del país.
Hablar de la Málaga cultural es hablar de Picasso. La vinculación de la capital de la Costa del Sol con el genial artista se ha plasmado en espacios de visita obligada para cualquier viajero. La Málaga picassiana gira en torno a sus museos y a los lugares que evocan momentos de la infancia del pintor.
El Museo Picasso de Málaga se enclava en el histórico Palacio de Buenavista, situado en pleno centro histórico de la capital. Además de espacios de exposición, el palacio ofrece los hermosos artesonados de estilo mudéjar en su edificio renacentista. El Museo Picasso de Málaga acoge más de 200 pinturas, esculturas y cerámicas que permiten apreciar las distintas etapas artísticas del pintor.
A pocos metros de él, aparece la Fundación Picasso Museo Casa Natal. Convertido en museo, el edificio donde nació y vivió Pablo Ruiz Picasso de niño, ofrece obras y documentos históricos, como su partida de nacimiento del pintor y el cuaderno de dibujos de su famosa obra ‘Las señoritas de Aviñón’.
Pero la Málaga picassiana no consiste sólo en museos. Un paseo por el Centro de la ciudad nos permite conocer la Plaza de la Merced, espacio de juegos del artista en su infancia. Junto a la plaza se encuentra el renovado mercado ‘gourmet’ de la Merced, que permite realizar una pausa gastronómica para visitar más tarde la Iglesia de Santiago, la más antigua de Málaga, donde fue bautizado el pintor. Acércate al Ateneo, donde el padre de Picasso impartía clases, o la Plaza de Toros de la Malagueta, donde también hallar otro espacio de restauración, ‘La Plaza’.
Pese al peso que la capital ostenta dentro del circuito cultural, en la Costa del Sol existen otras ciudades que, junto a Málaga, reúnen prácticamente el 80% del legado artístico de la provincia y cuya visita es obligada: Ronda y Antequera.
Ambas son consideradas conjuntos histórico-artísticos, reconocimiento que también ostentan otros municipios de la Costa del Sol por la riqueza y excelente estado de conservación de su legado. Pero la singularidad y la alta concentración de patrimonio de Ronda y Antequera hacen de ellos dos destinos ineludibles.
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