Análisis: Samsung Galaxy Z Fold 4, así es la renovación del teléfono más potente de la marca
Smartphone
La nueva versión del plegable no es revolucionaria pero sí mejora dos aspectos clave: las cámaras y el sistema
Android 12L, diseñado para pantallas grandes, incluye una útil barra de tareas
Imágenes del análisis del Samsung Galaxy Z Fold 4
Más que una revolución con respecto a su predecesor, el Samsung Galaxy Z Fold 4 es una versión refinada, con ligeros cambios en sus pantallas y mejoras sustanciales en dos aspectos clave: las cámaras (instalando las de la serie Galaxy S22) y el software (con el sistema operativo Android 12L).
Por fuera, el dispositivo más potente del catálogo de Samsung es casi idéntico a la generación previa, con alteraciones mínimas en sus dimensiones (abierto es 3 milímetros más corto y 2 milímetros más ancho, con marcos más reducidos en la pantalla) y peso (8 gramos menos, aunque sigue teniendo un peso respetable para un móvil, 263 gramos).
Los botones y puertos están en los emplazamientos habituales, con el lector de huellas en el botón de inicio a la derecha, junto a los controles de volumen, el conector USB-C en la parte inferior y los altavoces que crean el sonido estéreo en los extremos superior e inferior de la mitad izquierda.
Pantallas
La pantalla exterior es Amoled de 6,2 pulgadas, con tasa de refresco adaptativa de 120 Hz, algo más brillante y ancha que la del Fold 3, con la cámara frontal de 10 megapíxeles centrada en la parte superior. Los bordes algo más reducidos del Fold 4 se traducen en unos cuantos píxeles más de pantalla y un aspecto no tan vertical (algo que agradecerán algunos usuarios). Está rodeada por un marco Armor Aluminum con un nuevo acabado y protegida por Gorilla Glass Victus Plus (igual que la parte trasera). Todo el dispositivo tiene certificación IPX8 contra salpicaduras (no contra polvo).
Siendo muy buena la pantalla exterior (que además será la que más usemos, al menos en nuestro caso, si estamos en movimiento), la verdadera joya del Fold 4 es su pantalla principal, Amoled de diagonal de 7,6 pulgadas, protegida por el cristal propio de Samsung Ultra Thin Glass. La resolución es un poco mejor que la del Fold 3 y ofrece tasa de refresco dinámica de 120 Hz, hasta 1.200 nits de brillo y una ratio cuerpo-pantalla algo superior (90,9% frente al anterior 88,8%), gracias a la reducción de marcos y a su disposición un poco más cuadrada.
En la pantalla principal hay de nuevo una cámara bajo la pantalla de 4 megapíxeles que ahora se disimula bastante mejor por la disposición más refinada de píxeles de la pantalla. Lo que sí se sigue notando es el pliegue donde se dobla; menos que en el Fold 3, por lo que es de suponer que en futuras ediciones se irá notando cada vez un poco menos.
Mayor durabilidad
Samsung asegura que los avances en los materiales protectores (tanto el Gorilla Glass Victus Plus como el Armor Aluminum o el Ultra Thin Glass, así como la capa protectora adicional de la pantalla principal) aumentan considerablemente la durabilidad y resistencia de este Fold 4 que, según sus pruebas, aguanta hasta 200.000 aperturas y cierres (en el showroom en el que la marca mostró en Londres sus nuevos productos dispuso un expositor en el que de forma automática se abrían y plegaban sin cesar unidades de este dispositivo).
La durabilidad no es tan solo mecánica. La tecnológica surcoreana la extiende también a las entrañas del teléfono, para el que garantiza cinco años de actualizaciones de seguridad y cuatro versiones completas de Android.
S Pen
Cuenta con soporte para el lápiz de Samsung S Pen, tanto el S Pen Fold Edition como el S Pen Pro (este con Bluetooth y más opciones). En la caja del Fold 4 no se incluye un Pen (tampoco un cargador, algo que casi ya no es noticia) y tampoco se nos envió uno con la unidad de prueba, así que la única referencia fue el breve contacto durante la presentación a los medios. La sensación es, si cabe, aún más suave y fluida que la que experimentamos cuando probamos el Fold 3.
Cámaras
Las cámaras fueron uno de los puntos que menos convencieron entonces a usuarios y analistas del Fold 3. Samsung ha decidido remediar eso en su nuevo modelo y ha instalado un módulo de tres lentes traseras casi idéntico al de los Galaxy S22 y S22 Plus (uno de los mejores, por cierto, del mercado): principal de 50 megapíxeles, gran angular de 12 y teleobjetivo de 10 megapíxeles con zoom óptico de 3x y digital (Space Zoom) de hasta 30 aumentos. (El Fold 4 es compatible con Expert RAW para aquellos que quieran tomar, guardar y editar fotos de forma profesional).
Decíamos al principio que en las cámaras reside una de las grandes novedades del Fold 4 con respecto a su predecesor y sin duda el cambio se nota y mucho. No es que las cámaras del Fold 3 fueran malas, pero no estaban a la altura del resto del dispositivo. Eso no ocurre con su sucesor, que cuenta no solo con unas lentes excelentes sino con un software también más refinado que resuelve mejor los problemas (captura de detalles, poca luminosidad) sin necesidad de sobreprocesar y, por tanto, desnaturalizar el resultado.
La lente principal rinde a la perfección en casi cualquier situación, captura todos los detalles, el efecto desenfoque es suave y los colores y sombras que reproduce casi son exactos a los de la realidad que recogen. Lo mismo se puede decir del gran angular, con su apertura de 123 grados, o del teleobjetivo que, si bien es cierto que apurando al máximo el zoom espacial distorsiona, si nos mantenemos en niveles más modestos sí que funciona muy bien.
La cámara frontal de 10 megapíxeles ofrece también buenos colores y efectos y una gran cantidad de detalles del fondo del sujeto en el modo retrato, pero si queremos hacernos fotos verdaderamente buenas tenemos que recurrir a la lente trasera (desplegado y con la cámara apuntándonos, podemos usar la pantalla exterior para previsualizar la toma).
Al activar la vista previa de la pantalla de portada se puede tener una visión previa, mientras que con la vista de captura se pueden ver las fotos mientras se utiliza la cámara. En este último modo tenemos el mapa de zoom, que se activa automáticamente cuando la cámara trasera amplía 20 veces o más, y permite comparar la imagen ampliada con la imagen original de un solo vistazo, además de localizar elementos que al ampliar demasiado puede costarnos encontrar.
En cuanto al vídeo, las cámaras traseras, con estabilización OIS y digital, llegan a los 4K a 60 fps. Tanto las funciones de vídeo como las de fotografía cuentan con las opciones y modos habituales en los dispositivos de Samsung.
Android 12L
Junto a las cámaras, el otro gran avance es el sistema operativo, sobre el que Samsung instala después su capa de personalización One UI. El Fold 4 lleva Android 12L, una versión diseñada para dispositivos con pantallas grandes cuya principal novedad es una barra de tareas muy parecida a la que podemos encontrar en un ordenador. Otro cambio que, como decíamos antes con las fotos, lejos de ser una anécdota, es todo un avance (tanto que cuesta recordar cómo manejamos en su momento modelos anteriores de los Galaxy Fold que no tenían esa barra de tareas).
La barra de tareas incluye unas cuantas aplicaciones recomendadas a la izquierda de un pequeño separador vertical, aunque esa lista puede personalizarse con las apps o carpetas de apps que prefiramos. A la derecha de ese pequeño separador aparecerán los últimos programas que hemos abierto y un icono con puntitos permite abrir el cajón de aplicaciones, en caso de que necesitemos acceder a algo más. Todo ahí, en un solo sitio, al alcance de los pulgares.
El Fold 3, al igual que otros dispositivos de Samsung, ya tenía el Panel Edge, pero las posibilidades de esta nueva barra de tareas son mayores y mejores. Y, como es obvio, facilita de forma exponencial la multitarea y las interacciones entre aplicaciones, algo que una pantalla tan grande pide casi a gritos (se siente desaprovechada, por así decirlo, con una sola cosa abierta a la vez).
La multiventana permite ver simultáneamente hasta tres ventanas a la vez y, para abrir otra aplicación, sólo hay que arrastrarla y soltarla desde la barra de tareas a algún lugar del lateral, la parte superior o la parte inferior de la pantalla. Se puede cambiar fácilmente de pantalla entre aplicaciones o cambiar el diseño y, si hay una serie de aplicaciones que se utilizan juntas, la función App Pair permite guardar hasta tres como un solo grupo en la barra de tareas.
El teclado dividido, una característica que no es nueva, aparece en el Fold 4 mejorado (y más cómodo en su disposición), y lo mismo se puede decir del Modo Flex, que permite usar el teléfono en varios grados de apertura diferentes. Aprovechando las funciones multitarea, se pueden utilizar distintas aplicaciones al mismo tiempo. La ventana de la pantalla se puede utilizar para una videollamada y otra para tomar notas, todo ello mientras se consultan documentos o el correo electrónico.
Rendimiento, batería, conectividad
Lo mencionamos al principio, pero quizás nos quedamos cortos. El Fold 4 no solo es el dispositivo más potente del catálogo de Samsung, sino también uno de los más poderosos del mercado. Lleva un procesador Snapdragon 8 Plus Gen 1 y 12 GB de RAM y ambos optimizados para, en combinación con la última versión de One UI, aguantarlo prácticamente todo, no importa cuántas aplicaciones se tengan abiertas y se estén usando a la vez (también con videojuegos o reproducción de contenidos en streaming).
Por lo que respecta a la batería, lleva la misma celda de 4.400 mAh que el Fold 3, pero las mejoras en la gestión energética que incluye el chipset permiten extender la batería varias horas más (tiempo de pantalla encendida). Como es lógico, si se tira más de la pantalla exterior que de la principal, la carga aguanta un poco más que si el uso principal es con el teléfono desplegado.
Teniendo en cuenta la categoría en la que se inscribe, por no hablar de su precio, se infiere que el Galaxy Fold 4 debería admitir todos los modos de conexión imaginables, y así es. 5G, Wi-Fi 6E, Bluetooth 5.2, NFC...
En resumen
¿Merece la pena comprar un Fold 4? No suele ser fácil responder a esta pregunta cuando se analiza un dispositivo, pero en este caso la complejidad aumenta. Como ocurría con anteriores modelos de este plegable, es un producto dirigido a un tipo de consumidor muy específico, no al comprador normal de un smartphone, y no solo por su (todavía elevado) precio.
Es poco probable que un usuario medio vaya a exprimir, ni de lejos, todo el potencial que ofrece este dispositivo, pero eso no significa que sea un teléfono complicado de usar o poco atractivo.
Todo lo contrario. El Galaxy Z Fold 4 es probablemente una de las mejores opciones del mercado, en cuanto a su versatilidad y potencia (y con estas cámaras que lleva ahora, aún más) y, sin duda, el rival a batir a día de hoy en el todavía balbuceante segmento de los teléfonos plegables.
(*El dispositivo fue cedido por Samsung para una prueba de un mes)
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