Opinión
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Lector de libros electrónicos
Dickens Light Pro pertenece, junto al Dickens Light 2, a la segunda generación de lectores de libros electrónicos de la compañía española SPC. Ambos eReaders comparten características básicas y casi todos los extras que puede ofrecer un dispositivo de este segmento, pero el modelo que hemos probado, el Light Pro, cuenta con un plus importante: una pantalla táctil.
De diseño sobrio y compacto, este lector mide 169 x 113 x 9 milímetros y pesa 191 gramos. En la caja, además del propio eReader y el cable de carga que nos permitirá enchufarlo a otros dispositivos, SPC ha incluido una funda rígida en la que encaja a la perfección sin incrementar su volumen.
Además de táctil, la pantalla del Dickens Light Pro es de tinta electrónica, 6 pulgadas y resolución de 1024 x 758 píxeles. Retroiluminada, es posible ajustar el brillo y la temperatura de color con su función comfort reading.
La luz que emite tiene seis niveles de intensidad y es antirreflejos. Se puede fijar en modo diurno, nocturno, descanso o establecer, punto a punto, qué cantidad de luz queremos tener para cansarnos menos la vista.
Y, para los que prefieran leer con luz natural o lámpara externa en lugar de tener delante una pantalla iluminada, también pueden apagarla. Se opte por el modo que se opte, la experiencia de lectura es muy similar a la del papel, con una gran calidad y visión perfecta desde cualquier ángulo.
Esas características se complementan con funcionalidades como la posibilidad de girar la pantalla para leer en formato horizontal, un diccionario o, gracias a sus controles táctiles, abrir un libro, pasar páginas adelante y atrás o seleccionar un menú.
Obviamente al tratarse de una pantalla de tinta electrónica la respuesta no es tan inmediata como si tocamos un teléfono o un tablet; no significa que sea lenta, pero avisamos por si los poco acostumbrados a este tipo de dispositivos se inquietan por ello.
En la pantalla de inicio se nos muestran los últimos títulos añadidos, así como accesos al nivel de iluminación, la biblioteca (podemos organizar los libros por carpetas), la búsqueda, los ajustes o un menú 'Otras' que nos lleva a una pantalla con un calendario, juegos, el diccionario y una sección de notas, cuyo texto podremos introducir pulsando en el teclado emergente.
Ya con un libro abierto, en el menú contextual podemos añadir un marcador (y acceder a los marcadores), ir a la tabla de contenidos o a una página concreta, añadir a favoritos, buscar en la obra, indicar si queremos que pase de página automáticamente o no, con qué frecuencia debe refrescar la pantalla (lo recomendado es que lo haga cada vez que pase de página) o el tamaño de los márgenes.
Es a este menú donde deben acudir quienes tengan la visión un poco regular: hay nueve tamaños de fuente disponibles para encontrar aquella con la que nos resulte más cómodo leer.
El Dickens Light Pro lo aguanta casi todo sin necesidad de pasarlo por un conversor de formatos para hallar uno compatible (como le pasa al Kindle y su eterna enemistad con los EPUB): admite EPUB, PDF, DOC, TXT, MOBI, JPEG, GIF, PNG, BMP, HTML, FB2, CHM o archivos con protección Adobe DRM, entre otros. Recordemos aquí que la pantalla es en blanco y negro, por lo que las imágenes se mostrarán así, no en color.
Por lo que se refiere al almacenamiento, este eReader cuenta con unos interesantes 8 GB de memoria interna que además son ampliables vía microSD, que puede de hasta 32 GB (aún más interesante). Los usuarios acostumbrados a leer libros electrónicos sabrán que en ese espacio podrán llevar con ellos literalmente miles de títulos.
El Dickens Light Pro lleva una batería de 1.500 mAh que, según el uso y la iluminación que usemos, puede darnos hasta un mes de autonomía antes de tener que enchufarlo.
La única pega que se le puede poner a este lector, por ponerle alguna, es que no cuenta con conectividad Wi-Fi, algo que, gracias a su amplia batería interna y a la posibilidad de transferir archivos con una tarjeta microSD, es un problema relativo que en ningún caso merma los atractivos de un producto más que recomendable.
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