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El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó este martes una demanda antimonopolio contra Google, subsidiaria de Alphabet, por su negocio de publicidad en línea. El Departamento y ocho estados más acusan al gigante tecnológico de abusar ilegalmente de su dominio en la publicidad digital y de violar la Ley Sherman Antimonopolio.
"La competencia en el espacio de la tecnología publicitaria dejó de existir por razones que no fueron ni accidentales ni inevitables", apuntó el Departamento de Justicia en su demanda a la empresa tecnológica, con la que reclama al Tribunal del Distrito Este de Virginia, donde se ha presentado, que obligue a la empresa a escindir parte de su negocio de publicidad.
La demanda está liderada por el Departamento de Justicia, aunque a la acción judicial se han sumado los estados de Virgina, California, Colorado, Connecticut, Nueva Jersey, Nueva York, Rhode Island y Tennesse.
"Un gigante de la industria, Google, ha corrompido la competencia legítima de la industria de la tecnología publicitaria participando en una campaña sistemática para tomar el control de una amplia gama de herramientas de alta tecnología usadas por editores, anunciantes y agencias para facilitar la publicidad digital", han acusado los demandantes.
Los fiscales de estos Estados han acusado a Google de quedarse con "al menos" el 30% de las campañas que pautan los anunciantes en los sitios webs de los editores a través de su tecnología publicitaria.
Estados Unidos ha pedido a la Justicia que, "cómo mínimo" obligue a Google a vender Google Ad Manager (su plataforma de gestión de anuncios), incluyendo su servidor publicitario, la gama de herramientas Double Click y la plataforma de compraventa de anuncios AdX, así como que el tribunal prohíba a Google seguir participando en cualquiera de las prácticas anticompetitivas descritas en su demanda.
Por su parte, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que también participó en la demanda, dijo en un comunicado: "Cuando los editores de sitios web obtienen menos ingresos por publicidad debido a los monopolios de Google, tienen que reducir la calidad de su sitio web o pasar los costes a los consumidores". "Me enorgullece asociarme con el Departamento de Justicia y otros fiscales generales para rechazar las acciones ilegales de Google. No permitiré que las empresas, sin importar cuán grandes o poderosas sean, se aprovechen de los consumidores o las pequeñas empresas de Nueva York", añadió James.
Se trata de la segunda demanda que el Departamento de Justicia presenta contra Google. El organismo ya empezó un proceso judicial contra la tecnológica alegando que había incurrido en prácticas monopolísticas para dominar el sector de las búsquedas en internet, así como la publicidad en dichas búsquedas.
La gran mayoría de los ingresos de Google (el 81% en 2021) proviene de la publicidad. En 2021 ingresó 209.000 millones por este concepto, una cifra que la convierte en la mayor empresa de publicidad del mundo. El dominio publicitario de Google es fruto, en gran parte, de la adquisición de tecnología publicitaria que le ha dado una ventaja sobre sus competidores en la publicación de anuncios.
En 2007 compró DoubleClick, una empresa de servicios de publicidad que le permitió vender anuncios gráficos en los sitios web. En 2010 adquirió AdMob, una red de publicidad móvil, con la que impulsó su negocio de publicidad móvil.
Google ha reaccionado a la demanda declarando que el Departamento de Justicia de Estados Unidos "está redoblando esfuerzos con un argumento erróneo". Un portavoz de Google dijo a EFE que la demanda intenta "elegir ganadores y perdedores en el sector altamente competitivo de la tecnología publicitaria".
"Duplica en gran medida una demanda infundada del fiscal general de Texas, gran parte de la cual fue recientemente desestimada por un tribunal federal", anota el representante de la compañía vía correo electrónico. Por último, el portavoz destaca que el Departamento de Justicia está "redoblando esfuerzos en un argumento erróneo que retrasaría la innovación, aumentaría las tarifas de publicidad y haría más difícil el crecimiento de miles de pequeñas empresas y editoriales".
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