Galgus, el wifi del Betis que conquista el mundo
PIONEROS DE SEVILLA
La compañía aspira a convertirse en la referente europea en la materia
Han desplegado su red en el Benito Villamarín o en todas las sedes de la Junta
Zicofy, un psicólogo para todos los bolsillos
Glucube, una diabetes sin pinchazos
Cada kilogramo de peso que se reduce en un avión supone un ahorro de 600 dólares de combustible al año. El ingeniero de telecomunicaciones José González trabajó hace más de diez años en Irlanda tratando de resolver este reto –el de minimizar la carga de los aeroplanos– suplantando todo el cableado que conecta las pantallas de los asientos de los aviones por una red wifi. Llegaron a ahorrar unos 300 kilos de media por vuelo. Lo que equivale a 180.000 dólares de combustible. Pero el sistema wifi no terminaba de dar soporte a la alta demanda de contenidos multimedia –películas principalmente– en un espacio en el que se generan muchas interferencias al estar cerrado y en el que todo el mundo suele utilizar las pantallas prácticamente al mismo tiempo. El sevillano y su socio José Antonio Delgado no pararon de dar vueltas a este problema en sus ratos libres hasta que encontraron la solución: un wifi inteligente que se sirviera de la Inteligencia Artificial (IA) para mejorar la experiencia de los usuarios.
Con esta idea bajo el brazo, en 2013 decidieron dejar la neblinosa Irlanda –y las multinacionales que los empleaban– para regresar a Sevilla y despuntar en la materia creando una compañía que fuera capaz de competir con los gigantes norteamericanos, chinos y europeos. Así nació Galgus. Desde Camas da empleo a unas 85 personas, tiene sede en Estados Unidos y en Colombia y unas 10 patentes en el mercado. Un recorrido que han realizado en apenas una década y que crece como la espuma, porque todo el mundo necesita estar conectado a una red wifi. ¿Quién no lo hace al menos una vez al día?
Una vez resuelto el problema en los aviones pasaron a otro transporte de similares características: los trenes. "En 2013 nadie tenía una pantalla delante suya como si estuviera en un avión, pero hoy todos tenemos tablets, teléfonos móviles y consumimos Netflix u otras plataformas de streaming", explica a este periódico el cofundador de la compañía, José González y subraya que "el escenario que resolvimos hace diez años, actualmente se da en cualquier otro entorno". Lo que provoca que la demanda de ancho de banda a internet sea exponencial.
Del Benito Villamarín a la Romería del Rocío
De hecho, han llevado su tecnología a todo tipo de recintos. Hoteles, centros comerciales, estaciones de tren, grandes resorts e incluso estadios de fútbol. Lugares en los que la gente tiene el móvil en la mano prácticamente todo el rato. De hecho, González confiesa que uno de los escenarios más difíciles de afrontar ha sido el Benito Villamarín. Durante un partido del Betis "hay más de 50.000 personas con dispositivos, la policía lleva inhibidores de señal o la prensa, que tiene que enviar imágenes de alta calidad en tiempo real", indica el empresario para justificar la importancia de "dar un buen servicio en un entorno tan difícil y congestionado".
Pero la startup sevillana no se ha quedado únicamente en los eventos multitudinarios que cada fin de semana se celebran en La Palmera. El año pasado participaron en la seguridad del Plan Romero. Cada año, se dan cita en el Rocío hasta un millón de personas para la celebración de uno de los eventos más masivos de España. El equipo de Galgus desplegaron su tecnología, los días previos a la romería, tanto en la aldea con en sus entradas principales. De este modo, pudiero recopilar datos que enviaban a las autoridades a través de un panel de control continuamente actualizado. Además, los agentes podían consultar esta información desde cualquier PC, tablet o móvil. Además, se generaron mapas de calor que mostraban la densidad de personas en cada zona y en tiempo real. También se estableció un control de aforo automático para evitar que éste sobrepasase el máximo establecido y enviar alarmas en el caso de que ocurriese.
Galgus ofrece los aparatos de acceso wifi –comunmente conocidos como routers– que necesitan los colegios, ayuntamientos o cualquier tipo de inmueble para "que se puedan desplegar". Lo que convierte a estos sistemas en especiales es que "gracias a las patentes y a la IA son capaces de optimizar la experiencia de cada usuario que se conecta al wifi". Además, permite ofrecer una analítica totalmente anónima "de cuántas personas pasan por el entorno".
Una información muy valiosa para determinados complejos como los centros comerciales: "Si hay un punto de información a la derecha de la puerta principal, y la gente cuando entra se va a la izquierda, es un indicio para cambiar de lugar este stand". Pero pone otros ejemplos como cobrar un alquiler más elevado a un local si se demuestra que pasa mucha gente por delante, medir cuánto aguantan las personas en haciendo cola en una tienda o saber si se necesita más personal a una determinada hora del día. Galgus recopila esta información de forma anónima.
Los dos ejes sobre los que gira la compañía siempre han sido la innovación y la internacionalización. El primero, basado en "resolver un problema real altamente tecnológico y que se pueda patentar en Estados Unidos, que no es nada fácil", apunta e indica que al "haber trabajado en el extranjero siempre hemos puesto el foco en que nuestro mercado era el mundo y luego España. De hecho, la facturación total de nuestros tres primeros años de andadura era internacional".
Los 10.500 edificios de la Junta
Otro de los grandes proyectos que Galgus ha conseguido ha sido dotar de wifi corporativo a todos los empleados de la mastodóntica Junta de Andalucía, además de dar wifi gratuito para la ciudadanía. 10.500 sedes de todo tipo –colegios, hospitales o ayuntamientos– desplegadas por el territorio. "Sacaron un concurso divido en dos lotes y, tanto Telefónica como Vodafone eligieron Galgus como proveedor de tecnología wifi". Algo que tiene mucho mérito, puesto que los competidores son grandes compañías norteamericanas. "Es el proyecto de wifi corporativo más grande de Europa. Además, es muy relevante en cuanto a los tipos de sedes, porque nos va a permitir replicarlo a posteriori". Un proceso de instalación que terminará este mismo año y que quedará pendiente de futuras ampliaciones.
Un mercado liderado por USA y China
Desde su sede principal en Camas, Galgus mira más allá de las fronteras andaluzas. El objetivo es claro: convertirse en el referente europeo de una tecnología tan clave y universal como el wifi. "Desde el inicio tenemos una alta ambición internacional", asegura el CEO y añade que tienen desplegados a profesionales en Denver –la capital de Colorado– y en Lima –la de Perú– pero indica que el mercado está totalmente dominado por actores estadounidenses y chinos. Ante este escenario, "sería una gran noticia que una tecnología sevillana fuera referente en toda Europa". Para conseguirlo tienen planes de expansión y crecimiento en los próximos dos años en mercados clave como Estados Unidos, Latinoamérica y Europa.
Nunca han dudado que Sevilla sería la headquarter –sede– de la compañía. De hecho, el cofundador recuerda que empezaron en una mesa en una de las esquinas del edificio que hoy han tomado en su totalidad.
"Tanto mi socio como yo estudiamos en la Escuela de Ingeniería de Telecomunicaciones, tenemos mucha relación con varios departamentos de la Universidad y siempre hemos podido acceder a talento de mucha calidad", recalca y añade que ofrecen trabajo remoto por lo que cuentan con profesionales distribuidos por toda la geografía española. Además, cuentan a su favor que en Europa no hay grandes empresas de wifi, por lo que "no es muy relevante dónde tengamos nuestra sede a nivel de ciudad europea".
2 Comentarios