Análisis: Primeras impresiones sobre el Samsung Galaxy S21 Ultra
Smartphone
Es el modelo más potente de la serie presentada hace unos días por la marca surcoreana
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La serie Samsung Galaxy S21 está en periodo de precompra y no llegará a las tiendas hasta el 29 de enero, pero la compañía nos envió hace unos días el modelo más potente de la gama, el S21 Ultra, para que lo probemos durante un mes. A la espera de un análisis más completo tras un uso más intensivo, sí podemos avanzar unas primeras impresiones.
El dispositivo en cuestión es un S21 Ultra 5G (toda la familia lleva 5G) con 12 GB de memoria RAM y 256 GB de almacenamiento interno (hay una configuración superior, de 16 GB y 512 GB). Disponible en varios colores, el teléfono que nos ha llegado tiene la trasera en negro, Phantom Black, según la denominación de Samsung.
Como se mencionó durante el lanzamiento la semana pasada, en los S21 las cámaras se integran en el teléfono, físicamente, de una forma más limpia y más elegante. Aparte de que la lente frontal es casi inapreciable por lo bien encajada que está en la pantalla, las traseras están rodeadas por un marco metálico que continúa por el contorno del dispositivo, dándole una apariencia más sólida, más compacta.
El color de ese marco va, además, combinado con los distintos colores del catálogo. La parte trasera del teléfono tiene un acabado mate, a nuestro parecer más estético y a la vez sobrio que el estilo espejo de anteriores propuestas de la compañía y de paso evita que esa zona acabe llena de huellas (por cierto que el sensor de huellas está una vez más en la pantalla, aunque ahora está más afinado y la lectura es más precisa).
Negro-negro
Durante la presentación, desde Samsung insistieron en que el negro de los S21 era negro-negro. Hay todo un debate en torno a cuán negros son los negros de los distintos fabricantes, y puede que otros tengan, ahora o en un futuro cercano, un negro más negro, pero el negro de este S21 Ultra es tan negro que es difícil plasmarlo de forma fiel en una fotografía (al menos en las tomadas con una cámara mucho menos potente que la que incorpora este móvil).
Antes de pasar al interior, un apunte más sobre el exterior: al ser tan lisa y mate la trasera, puede antojarse un tanto resbaladizo a quienes estén acostumbrados a llevar su teléfono con funda. Esa sensación, como ocurría con la apertura y el cierre del Z Flip, desaparece pronto.
La pantalla
Con esa salvedad inicial, el S21 Ultra es muy cómodo en la mano y su tamaño no es excesivo, pese a sus 6,8 pulgadas de pantalla, porque hay que tener en cuenta que se trata de una pantalla prácticamente sin marcos y con los bordes curvados.
Entrando un poco más en materia, la pantalla es una Dynamic Amoled 2x QHD+ Infinity-O Display con tasa de refresco variable hasta 120 Hz, lo que significa que se ajusta automáticamente en función de lo que muestre para ofrecer una experiencia fluida y cómoda para el usuario. Si no se desea o necesita una tasa tan elevada (para ahorrar batería, por ejemplo), es posible fijarla en 60 Hz.
Los S21 han mejorado una funcionalidad esencial en estos tiempos en los que pasamos cada vez más horas pegados a las pantallas: la protección de la vista, un aspecto que podemos personalizar o dejar que sea el dispositivo el que regule la luz azul que emite en función del entorno o la hora del día, por ejemplo.
Puntos en contra
Una pega de este S21 Ultra es que no admite tarjetas de memoria para ampliar el almacenamiento. Sus 512 GB serán más que suficientes (combinados con servicios en la nube) para la mayoría de usuarios, pero los entusiastas del 8K, que los habrá, deben tener cuidado, porque los vídeos en 8K ocupan mucho espacio.
Junto a esto llama la atención otra ausencia: no hay cargador. Hace no tanto, los teléfonos de gama alta traían cargador, cable y hasta auriculares. Estos últimos fueron los primeros en caer (con su respectivo conector de 3,5 milímetros) y ahora les ha tocado el turno a los cargadores. Es cierto que casi cualquier consumidor tiene en casa alguno que pueda usar con los S21, pero la velocidad de carga probablemente no sea la misma que con un cargador de última generación. ¿Qué hay entonces en la caja? El teléfono, un cable, la guía rápida y el accesorio para abrir la ranura de la SIM. Un contenido tan escueto que no da para un unboxing.
En el interior
En el interior del teléfono, aparte de los mencionados 12 GB de RAM y una batería de 5.000 mAh, hay un potente procesador de ocho núcleos y cinco nanómetros que, combinado con el procesador gráfico y la pantalla ofrecen una fluidez excelente, tanto de procesos como de visualización de esos procesos en la pantalla. Aún tenemos pendientes algunas pruebas más, pero por ahora no hemos dado con nada que ralentice lo más mínimo el dispositivo.
Las cámaras
Las cámaras siempre merecen un apartado propio, y en este caso más. El salto con respecto al Galaxy S20 es considerable, tanto en las lentes (frontal de 40 megapíxeles y un cuarteto trasero con una lente principal de 108 megapíxeles -gran angular-, un ultra gran angular de 12 y un doble teleobjetivo, con dos lentes de 10 megapíxeles cada una) como especialmente en el software que las acompaña.
El siempre delicado modo nocturno es mejor, el zoom (óptico de 10 aumentos, hasta de 100 con el digital o Space Zoom) es más potente y más suave y ofrece imágenes de mayor calidad, con menos ruido y mejor enfoque (hay una opción para dejar fijado el enfoque al usar el zoom).
El ya conocido modo de captura única (de un solo disparo graba un vídeo de entre cinco y 15 segundos del que extrae varios clips con diversos efectos, enfoque y velocidad, así como distintas fotos también con una variedad de ajustes) añade ahora aún más opciones y la posibilidad de seleccionar cuáles queremos utilizar, en lugar de procesarlas todas directamente.
En cuanto al resto de funciones relacionadas con las cámaras, los ajustes automáticos ofrecen resultados más realistas, por así decirlo, y su modo profesional de fotografía presenta tantas posibilidades como una cámara profesional.
Si hablamos de vídeo, tenemos 8K a 24 fps, UHD a 60 y 30, FHD a 60, 30 o automático y HD a 30. Y si pulsamos en el botón vídeo profesional, el abanico es simplemente apabullante, tanto de imagen como de sonido (se puede seleccionar, entre otras cosas, si queremos capturar el sonido que llega por la parte frontal del teléfono, por la trasera o si preferimos usar el micrófono omnidireccional).
Una de las novedades que traen los S21 es el modo perspectiva de director, con el que podemos emplear, mientras estamos grabando, distintos encuadres (e ir cambiando de uno a otro sin necesidad de pausar la grabación) y, además, grabar con la cámara frontal y la trasera al mismo tiempo, ya sea en formato pantalla dividida o con la vista de la frontal en miniatura. Sin necesidad de edición posterior, tenemos ya las dos imágenes montadas en un solo vídeo.
Precompra con oferta de lanzamiento
Samsung abrió hace unos días el periodo de precompra de los tres modelos de la serie Galaxy S21 (S21, S21+ y S21 Ultra), que parten de los 859 euros del S21 más básico y llegan a los 1.439 euros del S21 Ultra más potente. Los consumidores que lo adquieran en la tienda de Samsung antes de su llegada oficial al mercado (el 29 de enero) recibirán de regalo unos auriculares Galaxy Buds Pro y una SmartTag.
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