Canal Sur se dirige al sótano

Cambios en la autonómica

La cadena andaluza, ya con nueva directiva, dedicará hoy cinco horas por la tarde a caballos y toros mientras su cuota de julio será de mínimo histórico: 7,2%

Un participante en el programa 'Gente con arte', de flamenco, rumba y compla
Un participante en el programa 'Gente con arte', de flamenco, rumba y compla / RTVA
Francisco Andrés Gallardo

27 de julio 2019 - 06:00

Las cosas en Canal Sur van a tener que cambiar bastante. La autonómica terminará este mes de julio con el peor dato de audiencia de sus 30 años de historia: 7,2% en estos momentos, cifra que será más baja en estos días sucesivos. Esta es la ‘bienvenida’ que da la audiencia andaluza a la nueva directiva. La desafección del público con los contenidos de la cadena autonómica se ha gestado durante años, pero en lo que se refiere a hoy sábado la programación abunda en todos los tópicos y el estilo reaccionario de los que vienen renegando la mayoría de los espectadores (y contribuyentes) desde años atrás.

Informativos al margen, donde la excesiva presencia de los dirigentes autonómicos sigue siendo la tónica, pero ahora con las tornas cambiadas, la programación de hoy constará a primera hora del cancelado Póker de reinas, Todo caballo (el espacio favorito de los dirigentes de Vox), la exhibición de enganches del pasado 5 de mayo en la Maestranza, durante dos horas y media (un acontecimiento de la que se habla como una traslación a siglos atrás, lo que precisamente no necesita Andalucía); otras dos horas y media de una novillada en directo y el programa de flamenco y copla Gente con arte durante dos horas y media más durante la noche. Esta es la realidad que ha concebido para hoy la nueva directiva de Canal Sur junto a Destino Andalucía y Los reporteros.

Pese a anunciar una programación “más atractiva” ¿? estos contenidos de la cadena andaluza llevan al público a seguir saltándola del mando, con ese menú de cinco horas entre caballos y novillada entre los dos noticiarios.

La dirección interina saliente de Joaquín Durán, que ya está sentado en el Consejo Audiovisual con las bendiciones del PSOE y con mucho mando intermedio atentos a los dictados socialistas, ha maniatado a la actual cúpula de Juan de Dios Mellado y Rafael Porras en el consejo de administración, con la contratación de la producción externa perfilada para meses venideros (a productoras de ex directivos y estrellas como Juan y Medio).

Este déficit presupuestario impide más cintura de financiación e independencia en las decisiones, a lo que se suma que se aumentaron recientemente las nóminas con unos acuerdos sindicales que se fueron negando durante años y que ahora son otra tarjeta de bienvenida. Entre otras perlas que deja Durán se encuentra la petición de ingreso en la UER, a incitación de vascos y catalanes, como si Andalucía fuera un país independiente.

Para lo que resta de año hay poco margen de renovación en los canales de TV mientras en la radio, donde se han anunciado las incorporaciones estratégicas en la mañana (Jesús Vigorra ) y en la tarde (Mariló Maldonado), se puede renovar la programación gracias a equipos de la casa, misión que es mucho más difícil cristalizar en la televisión.

La nueva directora de contenidos, directora adjunta de la TV, Isabel Cabrera, está siendo aislada durante estos primeros días de gestión para que no se vea interferida con peticiones desde productoras y profesionales. Cabrera ha de crear una parrilla de cambios con mínimo coste y encaminada a una gestión de transparencia en todo lo que es contratación externa. Sus perspectivas son limitadas al menos para lo que queda de año, como ya han venido a lamentarse preventivamente los directivos.

La recepción de los audímetros a la nueva directiva no puede ser más pesimista con este peor dato de la historia, por debajo del 7,5% de julio de 2018. Una tendencia que augura un otoño difícil para la RTVA, alejada de sus espectadores. La directiva sabe que para mejorar en prestigio han de renovarse los informativos y brindar alicientes en la franja matinal y sobre todo en el prime time. Precisamente las horas de más competencia y que obligan a un mayor desembolso.

Medidas como la mencionada de permutar los contenidos del domingo y el lunes (con más caspa heredada de Joaquín Durán que otra cosa) no va a ser suficiente para poner este voluminoso barco en el rumbo correcto, con una tripulación que por mediación perversa de la directiva saliente se ha convertido en más cara y con mucho quintacolumnista bien posicionado dispuesto a que nada mejore.

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