"Reírse de la muerte es un ejemplo de que hay que saber reírse de todo"
Entrevista a Alejandro Ibáñez
El hijo de Chicho Ibáñez Serrador recuerda la clave para un relato de terror: comenzar con un chiste
'Historias para no dormir' aterriza en Amazon Prime Video el 5 de noviembre con sus cuatro primeras adaptaciones
El 5 de noviembre Amazon Prime Video estrena las nuevas Historias para no dormir, adaptación de cuatro de los episodios trazados por Chicho Ibáñez Serrador en 1966. Las revisiones son La broma, dirigida por Rodrigo Cortés, con Nathalie Poza, Eduard Fernández y Raúl Arévalo; El doble, de Rodrigo Sorogoyen, con David Verdaguer y Vicky Luengo; El asfalto, con Dani Rovira e Inma Cuesta, dirigido por Paula Ortiz; y Freddy, dirigida por Paco Plaza con Miki Esparbé.
Viacom y Prointel, la productora de la familia Ibáñez Serrador, han abordado estos proyectos que además de verse en Amazon el próximo año se estrenarán en abierto en La 1. Alejandro Ibáñez relata aspectos de esta recuperación del trabajo de su padre.
–Había que rescatar para el público de hoy las Historias para no dormir ¿era un empeño de su padre?
–Antes de que mi padre falleciese salíamos tres o cuatro veces por semana y nos poníamos a escribr una historias de terror. Teníamos ganas de hacerlas juntos y de convertir en nuevas historias que él grabó en blanco y negro. Historias para no dormir es uno de los mejores legados que pudo dar mi padre a los directores actuales.
–¿Guarda guiones inéditos para grabarlos en su momento?
–Tengo varias Historias que escribimos entre él y yo. Espero que esta nueva etapa coja carrerilla y más adelante podamos dar vida así a guiones nuevos.
–¿Qué sería de Chicho Ibáñez Serrador si mucho más joven hubiera coincidido con estas plataformas internacionales?
–Si le hubiese pillado esta época estaría experimentando sin cesar. Le encantaba contar historias con su estilo, como demostró en el cine. Se centró en la televisión del entretenimiento porque se lo pedía el público Además del Un, dos, tres hizo programas rompedores como Hablemos de sexo, Luz roja, El semáforo...
–¿Cómo era el humor de Chicho?
–No se reía fácilmente. Era de risa fácil pero con la ironía, con el humor negro. Yo soy como él. En los ensayos del Un, dos, tres me sentaba a su lado. Él ponía a prueba a los humoristas a que me hicieran reír. Y lo tenían difícil. Por vergüenza no me reía.
–El asfalto supone un homenaje a su padre y a su abuelo, Narciso Ibáñez Menta.
–Era la versión que más me preocupaba. Era un reto. El asfalto venía de una obra teatral, con los decorados de Mingote en la primera versión. Paula Ortiz lo ha actualizado con el mensajero que interpreta Dani Rovira.
–Usted aparece en Freddy.
–Me ha encantado actuar como ayudante de dirección de mi padre. Carlos Santos no lo imita, sino que se inspira en él. Es un actor camaleónico. Ha visto muchos vídeos y me respondía con bromas brutas, como hacía mi padre.
–¿Son ustedes expertos en reírse de la muerte?
–Es un ejemplo de que hay que saber reírse de todo. No hay nada mejor que comenzar una historia de terror con un chiste, como hacía mi padre en las introducciones de Mis terrores favoritos. Reírse de la muerte es tomarse la vida un poco en broma.
–Como en La broma.
–Rodrigo Cortés cogió la semilla de Historias para no dormir. Es un director muy perfeccionista. El suyo y el de Sorogoyen son estupendos.
–¿Cómo hubieran sido estas historias sin haber soportado la censura?
–Mi padre siempre sabía torear a los censores. Y cuando entró en 1974 como director de programas de TVE lo primero que hizo fue despedir al censor.
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