El Rosco de 'Pasapalabra' vuelve a ser amenazado por una demanda judicial
Litigio por derechos
La prueba se queda en el concurso de Antena 3, pero una productora holandesa reclama los derechos intelecturales de la prueba
Antena 3 mantiene Pasapalabra y su estructura, inclusive la sección del Rosco, tras la petición de una empresa neerlandesa demandante, MC&F, que reclama los derechos de propiedad intelectual sobre esta prueba. En una vista celebrada el 21 de julio pasado en Barcelona, pidió que, de forma cautelar, el juzgado suspendiera su emisión a la espera de resolver sobre el fondo del asunto.
El juzgado mercantil número 8 de Barcelona ha desestimado las medidas cautelares solicitadas por la sociedad holandesa MC&F Broadcasting Production and Distribution C.V frente a ITV Studios y Atresmedia.
El programa Pasapalabra ya fue objeto de otro litigio judicial que se zanjó en octubre de 2019, con sentencia del Supremo, tras nueve años de demandas. Tras pasar de Mediaset a Atresmedia por no abonar la primera los royalties a ITV Studios, propietaria del concursco. Ahora es la productora británica la amenazada por otro caso de reclamación.
En el auto, que puede ser recurrido ante la Audiencia de Barcelona, el juez descarta la suspensión de la prueba y ordena a la compañía holandesa a pagar las costas procesales de la primera instancia del procedimiento, al entender que las medidas cautelares solicitadas no son "instrumentales", sino "anticipatorias" de la sentencia.
El juzgado recuerda en su auto que la empresa demandante consintió la emisión del programa Pasapalabra, con la prueba final de El Rosco incluida, entre los años 2000 y 2006.
La sentencia del Supremo que el año pasado dirimió el litigio por los derechos de Pasapalabrano determinó si la prueba de El Rosco es susceptible de ser protegida por la propiedad intelectual como formato autónomo, asunto que se ha convertido ahora en el objeto principal de la demanda presentada.
Si las partes no llegan a un acuerdo antes, el 24 de noviembre se celebrará la audiencia previa al juicio que resolverá la demanda de propiedad intelectual sobre El Rosco, como prueba independiente dentro del formato británico, que nació sin esa prueba que ahora es fundamental.
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