La infanta Sofía, la más entusiasta seguidora de la selección, le dio corte alzar la copa

Por segunda ocasión Inglaterra llegaba a la final de la Eurocopa y la perdía y el príncipe Guiilermo se quedaba descorazonada junto al pequeño Jorge. Ambos vibraron durante todo el encuentro y tuvieron que rendirse, como todo el planeta, a un mejor fútbol de la selección. Y por segunda ocasión, quien se lo pasó en grande fue la infanta Sofía, un talismán en el palco. Ya estuvo presente en Australia cuando la selección femenina se proclamó campeona del mundo, acompañando a su madre y teniendo que aguantar el lamentable espectáculo de Juan Luis Rubiales,y este domingo estaba en el Olímpico de Berlín.

La hija menor de Felipe VI acompañó a su padre y disfrutó mucho en el palco con el juego del equipo de Luis de la Fuente. Las buenas vibraciones se sentían en el descanso, tras un primer tiempo sin goles. Fue en ese momento cuando hemos escuchado a la infanta, de 17 años, en unas palabras antes las cámaras de TVE.

Doña Sofía fue certera en su impresión ante el periodista de la cadena pública., tras reconocer que estaba "contenta y emocionada de estar aquí". "Yo creo que vamos bien de posesión y a ver si hay más ocasiones", deseó la infanta cuando nada más reanudarse el encuentro Nico Williams anotaba el primer tanto para España. "Sin duda el ansia de gol nos puede a todos, pero está dominando España", había observado el Rey, que ya estuvo en el palco en Sudáfrica, en 2010 siendo aún Príncipe de Asturias, cuando la selección se proclamó campeona del mundo, junto a su esposa.

Doña Sofía ya protagonizó unas inolvidables imágenes en 2008 cuando muy niña junto a su hermana, la princesa Leonor, posaban con la Eurocopa conseguida en aquel año. Curioseaban dentro del trofeo con el confeti brillante que se había alojado en su interior. Ya en el césped anoche en Berlín la infanta se acercaba junto a su padre a los jugadores para felicitarles en plena euforia alzando la copa. Don Felipe recogió la copa y quiso que su hija la alzara para entusiasmo del equipo. "Cógela", insistía su padre. La joven de 17 años le expresó al oído que le daba apuro convertirse en protagonista así que fue el monarca, todo júbilo, el que tomó el trofeo y lo llevó al aire para jolgorio de los campeones.

El Rey y su hija han vuelto a ser talismanes para los logros deportivos de la selección. La expedición regresa en este lunes a España y el primer lugar donde acudirán a presentar el logro será al palacio de la Zarzuela, ya con el reina Letizia y la Princesa también presentes, a las que ayer se les echó en falta en alguno de los dos escenarios donde la bandera nacional alcanzó lo más alto, Wimbledon, con el título de Carlos Alcaraz, y el Olímpico berlinés, en una épica victoria sobre los ingleses.