Este país regresa a un 'nuevo' Eurovisión tras la dudosa descalificación de su representante

Tras el desastre de Eurovisión en Suecia con la expulsión de un país por una presunta agresión que no ha terminado de demostrarse, de cara a 2025 se promueve un ‘nuevo’ festival. Al menos una cita musical con menos componentes politizados y con espacios seguros para los intérpretes y evitar así las suspicacias que hubo en torno al neerlandés Joost Klein y su encontronazo con una productora sueca. A su vez este conflicto procedía de las protestas de varios intérpretes de la cita ante la presencia de Israel en el acontecimiento, con una actitud desafiante por parte de la delegación israelí y el tono beligerante de los medios desplazados desde este país. 

La cadena pública neerlandesa Avrotros, ha accedido finalmente a participar en el festival de Eurovisión que en la próxima edición en Suiza. Una decisión que estaba aún en el aire después de la descalificación de Joost Klein. A su vez el cantante rechaza a volver al certamen tal como se le había propuesto tras el mayor desbarajuste hacia una delegación que se recuerda en más de 60 años. Hubo incluso plante de otros países mientras se destapaba que había una movilización de televoto en distintos países para una forzosa victoria de Israel, que distaba de la impresión real del público. Venció el suizo Nemo, con The Code.

Tras todo este conflicto la cadena neerlandesa expresó en un comunicado que, junto con otros países, había pedido al organismo organizador, la Unión Europea de Radiodifusión (UER-EBU) “cambios estructurales” en el festival, antes de tomar una decisión sobre la participación de Países Bajos en Basilea, ciudada donde se celebrará a mediados de mayo del próximo año el siguiente festival.

“Después de meses de conversaciones y consultas, la emisora ha recibido suficientes garantías por parte de la UER de que se implementarán cambios estructurales en el festival de canciones. A Joost Klein se le ofreció la oportunidad de participar de nuevo, pero al final decidió rechazar esta oferta”, ha informado AvroTros.

El paquete de medidas acordad, da “una perspectiva positiva hacia el futuro” e incluye cambios concretos como la designación de un gerente de seguridad en el entorno de los artistas; la drástica reducción de filmaciones detrás de cámara; y la creación de un “espacio seguro” para los artistas detrás de escenas “donde no se les moleste”.

Un nuevo director para Eurovisión

El nuevo director es el británico Martin Green, encargado por ejemplo de las galas de los Juegos Olímpicos de Londres. Releva al productor ejecutivo del sueco Martin Ostendähl, al que se le acusa de haber permitido el comportamiento excesivo de la delegación israelí y no haber solucionado la creciente tensión en la trastienda del festival que derivó en la descalifiación de Klein.

A la agraviada cadena de los Países Bajos se la ha prometido a creación de un equipo de crisis formado por representantes de la UER, países participantes y la emisora organizadora, para que “las decisiones importantes se tomen de manera democrática”. Ese acuerdo ha incluido la designación de Green como nuevo director del Festival de Eurovisión, un puesto creado por la UER para intentar mejorar la gestión del certamen tras todas las controversias de la edición de Malmö que han dejado dañado al propio festival.

“AvroTros seguirá de cerca este proceso, pero es optimista y confía en la renovación del mayor festival de música de Europa”, ha manifestado la delegación neerlandesa. Tras la negativa de Klein a volver a representar a Países Bajos, la cadena de dicho país ha abierto la inscripción para elegir un nuevo cantante para 2025.

A Klein se le acusó de haber ejercido supuestamente un gesto amenazante hacia una mujer que lo grababa sin su consentimiento tras su actuación en semifinales. La UER lo expulsó del certamen apelando a su política de tolerancia cero hacia los comportamientos agresivos, que en el caso del holandés no se pudo demostrar.

Joost, con Europapa era uno de los favoritos  de Eurovisión 2024 y acabó siendo el primer artista descalificado en la historia del festival, aunque con una decisión dudosa. El pasado agosto, la Fiscalía sueca decidió cerrar el caso abierto por presuntas amenazas, después de que la investigación haya mostrado que Klein “hizo un movimiento que alcanzó la cámara de la mujer”, pero los hechos transcurrieron “de forma rápida” y fueron interpretados “de forma distinta” por los testigos.