El terror del príncipe Enrique que no tiene nada que ver con sus obligaciones
Susto
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La princesa de Gales, Katte Middleton, se recupera de su cáncer y la experiencia vital de haber sufrido a lo largo de estos meses le ha hecho encarar con otra perspectiva la vida. Va a ir retomando sus compromisos y entre sus iniciativas personales se encuentra la de destensar su vínculo con sus cuñados, los duques de Sussex. Catalina se ha puesto en contacto telefónico con el príncipe Enrique para iniciar un acercamiento y restañar las rencillas entre ambas parejas. Tras el sonoro escándalo de hace año y medio con la publicación del libro de memorias En la sombra, el duque de Sussex parece mostrar arrepentimiento y a raíz de ser consciente de la difícil situación de su familia en el Reino Unido ha intentado visitar en varias ocasiones a su padre, el rey Carlos III, y se ha iniciado esta distensión con los herederos.
El llamado 'Sussexit', la marcha del matrimonio de sus obligaciones en la familia real para reiniciar su vida en EEUU, desde 2020 pasó a factura a Meghan Markle y Harry en el ámbito familiar pero le abrió las puertas de Hollywood, como su proyectos con Netflix, que pasaron más bein de largo. Los juegos Invictus, la competición de veteranos heridos de los ejércitos, sigue siendo su mayor iniciativa de solidaridad.
La pareja ha estado este año en visitas a Colombia y Nigeria y desarolla su actividad en EEUU. En los programas de la televisión estadounidense la aparición de Harry nunca pasa desapercibida.
Su aparición en esta semana ha sido sonada, por el volumen de los gritos principescos en el programa de Jimmy Fallon, The Tonight Show. A este late acudió Enrique para someterse a a prueba de pasar el Pasaje del Terror, Tonightmares, instalado por el programa. Los sustos fueron de aúpa, como puede verse en el vídeo.
El Pasaje del Terror está instalado en el edificio principal del Rockefeller Centre, donde están los estudios de la NBC en los que se graba el esapcio de Fallon. Con una aparatosa cámara instalada en su pecho, para que se le viera la cara, los rictus de terror del príncipe Enrique, veterano de guerra, fueron evidentes. En Zapeando lo han visto claro, "le daría más miedo ver a alguien su familia", contó Iñaki Urrutia.
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