Morante y Talavante cobran sendas orejas en las Colombinas

Morante de la Puebla, en una preciosa media verónica en la tarde de ayer en Huelva.
Morante de la Puebla, en una preciosa media verónica en la tarde de ayer en Huelva.
Efe / Huelva

03 de agosto 2013 - 01:00

Una oreja cada uno pasearon los diestros Morante de la Puebla y Alejandro Talavante en la primera corrida de abono de Las Colombinas de Huelva, en la que Miguel Angel Perera se marchó de vacío.

Morante se lució con el capote en su primero tanto en las verónicas de recibo como en posterior quite por chicuelinas. Muleta en mano, el torero de la Puebla del Río diseñó una labor de empaque y torería, fundamentada en el toreo en redondo. Agarró una buena estocada y paseó el primer trofeo de la tarde.

En el cuarto, igual de deslucido que el anterior, anduvo más intermitente Morante en una faena larga, con algunas cositas y detalles sueltos de cierta pinturería, destacando únicamente en una tanda de frente al natural. No obstante, el público estuvo muy entregado con él, tanto que si no llega a ser por el descabello, podría haber abierto la Puerta Grande.

Perera, que nada más que pudo brillar en un quite por chicuelinas en su primero, llevó a cabo una entonada labor de muleta, con derechazos poderosos y de buen trazo, aunque acabaría emborronando su quehacer por la mala colocación de la espada.

Comenzó Perera con dos buenas series en redondo la faena al quinto, mas todo fue un espejismo, pues rápidamente el animal se desfondó, obligando al extremeño a buscar las cercanías. Otra vez falló a espadas y todo quedó en una ovación.

Talavante, que pasó inadvertido con el capote en su primero, sin embargo, logró el milagro en el último tercio al cuajar una buena faena al natural, por donde surgieron muletazos largos y templados. Cortó una oreja.

Al sexto lo recibió Talavante con unos bonitos ayudados por alto para, posteriormente, llevar a cabo un trasteo de largo metraje basado, otra vez, en la mano izquierda, y mal culminado con los aceros.

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