“Ha sido un año de adaptación por el toro y los compañeros”
Rafael Serna | Matador de toros
El diestro sevillano ha completado su primera temporada en el escalafón superior con una decena de corridas, la mayoría en América
Contento, alegre, feliz, es uno de los siete mil béticos que disfrutaron en San Siro en un día histórico. “Fui con mi padre. Vivimos un ambiente impresionante. Algo histórico”;me comenta el matador de toros Rafael Serna como preámbulo a una entrevista tras su ruptura de apoderamiento con José María Almodóvar quien le ha representado desde la temporada 2012, etapa en la que el torero debutó sin picadores. Serna, quien tomó la alternativa en la Feria de San Miguel 2017, analiza su primera temporada completa en el escalafón superior y su tauromaquia y avanza sus anhelos para el próximo año.
–Rafael, ¿cómo calificaría la temporada 2018?
–Ha sido una temporada dura porque he toreado menos de lo que lo hacía como novillero. Ha sido un año de adaptación a la exigencia del toro y de los compañeros. En América me fue bien y en Sevilla no salieron las cosas como quería. He finalizado con diez corridas, tres en España y siete en plazas americanas.
–¿Cómo valora el cambio del novillo al toro?
–Ese año de más en la res no lo he notado tanto porque las novilladas que lidiaba eran prácticamente corridas de toros. Para torear no he visto diferencia.
–¿Y en cuanto a compañeros?
–Te encuentras con toreros con mucha madurez, con muchos años de alternativa, como me sucedió en Sevilla, con Luis Bolívar y Joselito Adame, que están muy hechos.
–¿Qué actuaciones destaca?
–En América, además del comienzo, de la primera corrida en México, una de las más bonitas fue la confirmación en Lima, al lado de Manzanares y Roca Rey, cortando una oreja a mi segundo toro. La otra tarde que más me llenó fue en Tecolotlán –cortó tres orejas–. En España, Utrera, donde sustituía a Cayetano y corté dos orejas.
–Independientemente de trofeos ¿Con qué faena se queda?
–Toreé un toro muy bien en Mérida, de Venezuela, y la faena al segundo toro de Utrera, que no fue fácil y al que arranqué una oreja.
–¿En qué ha ganado más su tauromaquia?
–Tengo bastante variedad. Entiendo mejor a los animales, me van sirviendo más toros. Y con el capote he mejorado.
–¿Esperaba haber toreado más este año?
–Pues sí. Sobre todo porque de novillero toreaba de veinte a veinticinco novilladas. Sabía que en mi primer año sería difícil torear mucho, pero tras Sevilla vino el bajón.
–Analice de esa actuación.
–No salió como quería. Llegaba con muchas expectativas y en buen momento. El primer toro tenía mucha calidad, inválido, no aguantó más que dos tandas. El segundo muy peligroso, manso, que toreé en medio de un diluvio, con frío y las cosas no salieron. Una pena.
–¿Un éxito en la Feria de Abril hubiera cambiado las cosas?
–Sí o no. Nunca se sabe.
–¿Por qué la ruptura con Almodóvar?
–Llevaba desde 2012, cuando dejé la Escuela Taurina. Más que mi apoderado ha sido mi padre, además de la amistad que tenemos. Hemos llegado a las mejores plazas. Romper?... Es un cambio de aires. Le estaré eternamente agradecido. Es una decisión que tomamos en el mes de julio. Ojalá en el futuro nos reencontremos profesionalmente.
–¿Ha tenido contactos para un nuevo apoderamiento?
–No.
–¿Qué tipo de apoderado busca?
–No busco un tipo de apoderado especial. Quiero que sea un hombre serio y que tenga buenos contactos.
–¿Qué perspectivas tiene para 2019?
–Quiero entrar en Sevilla en el abono y me queda confirmar en Madrid. Todo dependerá de lo que pase en Sevilla. Y a seguir caminando.
–¿Su meta?
–Ser figura del toreo.
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