Acción de Gracias, una razón para volver a Málaga

Los jugadores estadounidenses del Unicaja pasaron la noche del jueves reunidos en familia. Es un día importante para los norteamericanos, porque es el Día de Acción de Gracias, fiesta nacional que se celebra el cuarto jueves de cada noviembre y que tiene su origen siglos atrás en el agradecimiento por cosechas y buenas nuevas. El país se paraliza y las familias se reúnen para celebrar, con el tradicional pavo asado presidiendo las meses. Es buen síntoma que los siete jugadores americanos del Unicaja (Tyler Kalinoski, Tyson Carter, Will Thomas, Dylan Osetkowski, Kendrick Perry, Kameron Taylor y David Kravish) se reunieran para comer en familia, también con sus parejas, y celebrar un día especial. A través de las redes sociales, los jugadores mostraban con vídeos y fotos la buena camaradería existente en el vestuario del club cajista.

Ibon Navarro explicaba en la previa del viaje a la capital vizcaína cuando era cuestionado por el encuentro que "es que realmente hemos vuelto a Málaga para que eso suceda. Lo normal es que nos hubiésemos marchado directamente a Bilbao, haber estado allí y ahorrarnos un vuelo. Sabemos que para ellos, por su cultura, es importante pasar el día en familia. Creíamos que por ahí podíamos ganar más que irnos directamente a Bilbao, y perder. Hemos hecho el esfuerzo de volver aquí para que ellos pasaran ese día, según su cultura y tradiciones", señalaba el técnico vitoriano.

Es parte también esta decisión del entrenador del otro trabajo invisible y la gestión de grupo para que los jugadores estén felices y contentos en la vida personal. Detalles que contribuyen a crear lazos y que también suponen que profesionales desplazados a miles de kilómetros de distancia de su país natal sientan calor humano e integración en el lugar en el que pasan la mayor parte del año. Eso sí, este viernes hubo sesión de trabajo para quemar el exceso calórico que pudiera haber.