Ajustes y correcciones en el estreno del Costa del Sol (91-98)
Los cajistas cayeron, pero dejaron buenos momentos de baloncesto en el duelo con el Real Madrid
Las fotos del Unicaja-Real Madrid en el Torneo Costa del Sol
Buenas sensaciones del Unicaja a pesar de la derrota (91-98) en el primer encuentro del XI Torneo Costa del Sol. Los cajistas salieron como un torbellino al choque. La alta intensidad defensiva, liderada por un Osetkowski muy activo, propicio un parcial de 11-2 que obligó a Chus Mateo a parar el partido. Con Djedovic haciendo las veces de base ante la ausencia de Perry y Alberto, el equipo sumó bien desde el perímetro, tres triples de tres tiradores diferentes.
La pausa puso en orden las ideas del Madrid, que encontró la forma de romper la defensa cajista de la mano del Chacho y de Tavares. El empujón de los blancos pilló a contrapié a los de Ibon Navarro, con problemas para concretar de cara al aro y menos atinados atrás que al comienzo. Con la entrada de Kalinoski y más minutos de calidad en la dirección de Djedovic, que jugó casi todo el cuarto, Unicaja recortaba distancia en el marcador al termino del primer periodo (24-25).
De nuevo mordían los cajistas al inicio del segundo cuarto, robo de balón y canasta en transición de Álvaro Mena para presentarse en sociedad. Le tomaría el relevo Mario Saint-Supéry, que junto a Kalinoski y Carter mantenían a flote a los verdes con un notable movimiento de balón. Chus Mateo volvió a reaccionar moviendo el banquillo y el Madrid puso la directa, 11 arriba a falta de cinco minutos para llegar al descanso. En realidad, el juego de Unicaja fluía, pero faltaba acierto en tiros liberados para no perderle la estela al conjunto madrileño. Tuvo que volver Osetkowski, que se había empleado bien en defensa, y Will Thomas para conseguir puntos bajo tablero.
Las rotaciones mejoraron la producción ofensiva, pero los de Chus Mateo no dieron tregua, rompiendo la defensa cajista con mucha facilidad, y sumando 36 puntos en el segundo periodo. Al paso por vestuarios mandaba el Real Madrid 48 a 61. Tras la reanudación, Osetkowski se echó el equipo a la espalda, sacó a Tavares del encuentro y los cajistas bajaron de los 10 puntos de desventaja. De hecho, el Unicaja llegó a estar siete abajo, pero la falta de acierto, especialmente en los tiros libres, devolvió los dobles dígitos a las renta madridista.
Se echó en falta algo de calma, por ejemplo, en Tyson Carter. Ayer se volvió a echar de menos, como es lógico, a los bases que están por llegar. En la recta final de cuarto se volvió a apretar el marcador, con buenos minutos en ataque de Barreiro y Kravish (75-82). Buenos minutos finales de Álvaro Mena, que cerró el tercer periodo con una canasta fantástica sobre la bocina. No se escondió el canterano en el inicio del último periodo, esmerándose en defensa para frenar a Sergio Rodríguez, al igual que tampoco le se encogió la mano, clavando un triple para poner la desventaja en 7.
El Madrid respondía, con menos acierto, de la mano de Musa. Llegados al ecuador del cuarto definitivo, volvió Djedovic a la dirección de juego y Will Thomas y David Kravish a la pintura. Con tres minutos por disputarse, el Real Madrid mandaba por 12, más consecuencia del ejercicio errático desde el perímetro de los cajistas que por méritos propios de los blancos. Djedovic se negó a dejarlo ir sin presentar batalla, siete puntos consecutivos con dos triples, uno de ellos con adicional, acercaban a los cajistas en el electrónico.
A pesar del empujón final, el Madrid se impuso por 91 a 98. Buenas sensaciones del Unicaja, que por momentos compitió de tú a tú y mostró buenas mejorías en la defensa. En ataque se acusó la falta de los bases y más acierto de algunos jugadores, como Carter y Ejim. De lo mejor fueron también las muestras de talento que dejaron los jovencísimos Saint-Supéry Mena. No hay descanso para los cajistas, que este lunes vuelven a jugar, esta vez contra el Zalgiris Kaunas a las 20:30.
También te puede interesar
Lo último
Encuentro de la Fundación Cajasol
Las Jornadas Cervantinas acercan el lado más desconocido de Cervantes en Castro del Río (Córdoba)