Alberto Díaz: "Sé quién soy y estoy en el Unicaja, el club que amo; nada cambia"

El base malagueño, recibido por casi un centenar de personas en Vialia tras el oro con la selección española

"Era el primer Eurobásket, ha sido llegar y besar el santo, ¿quién no soñaría algo así? Lo hemos conseguido, ha sido todo el campeonato increíble", decía

Vídeo de la llegada

"Decían que Alberto ensuciaba el baloncesto..."

La llegada a Málaga de Alberto Díaz y Darío Brizuela con el oro a Málaga
Alberto Díaz muerde la medalla a su llegada. / Javier Albiñana

Alberto Díaz empezó a acudir a las llamadas de la selección española con 12 y 13 años, en el programa de detección de talentos. Jugó Europeos sub 16, sub 18 y sub 20, un Mundial sub 19. Casi una década después, de haber formado parte de la selección de las ventanas en las últimas temporadas, dio el salto a un gran campeonato. Y ha realizado un torneo memorable, contribuyendo con apariciones decisivas a que España se colgara la medalla de oro. La traía guardada cuando salió al salón principal de la Estación María Zambrano, cuando casi un centenar de personas entre medios de comunicación y aficionados le ovacionaban cuando salía. Respondía tímidamente antes de hacerse decenas de fotos con todos los aficionados que se lo pedían tras posar para los fotógrafos. Una pequeña muestra de lo orgullosa que se siente Málaga del pelirrojo, cuya fama ha trascendido más.

"Ahora uno empieza a asimilar la magnitud de lo conseguido, quizás cuando lo hicimos en Berlín estábamos más en nuestra burbuja celebrándolo. Ahora es cuando uno se da cuenta, estamos en una nube, tanto yo como los compañeros y como el cuerpo técnico", admitía Alberto Díaz, aún alucinado con lo que había vivido: "Era el primer Eurobásket, ha sido llegar y besar el santo, ¿quién no soñaría algo así? Lo hemos conseguido, ha sido todo el campeonato increíble, todo ha salido perfecto y rodado, no tengo ningún pero. Me incorporé deprisa y corriendo, casi sin margen de maniobra, con nervios y con estrés de organizarlo todo, sobre todo con la familia. Hemos llegado con este oro y bienvenido sea".

"A mis padres, a mi hermano, mis abuelos, mis tíos, también al equipo", comenzaba las dedicatorias del título: "También al cuerpo técnico del Unicaja, que siempre me ha apoyado y ha estado conmigo, los compañeros con los que hice un tramo de la pretemporada, que me dieron su apoyo. Va por todos. Miles de whatsapp, de llamadas y mensajes. Todos me hicieron ilusión. Agradezco a los medios, al club cómo se ha portado conmigo. Es por todos y para todos".

Alberto Díaz se saluda con la jugadora del Costa del Sol Sole López.
Alberto Díaz se saluda con la jugadora del Costa del Sol Sole López. / Javier Albiñana

"Nos hemos despedido y agradecido mutuamente la confianza. Hubo una conexión muy buena en todo momento. Al final hay cosas que se quedan para nosotros, pero tremendamente agradecido por que me haya dado la oportunidad y me haya hecho campeón. He hecho lo que he podido, lo he dado todo, aportar al equipo lo que tenía y podía", decía el base malagueño sobre la figura de Sergio Scariolo, al tiempo que era cuestionado por la fama adquirida en estas semanas: "Al final para mí no es relevante que me conozcan más o menos, yo hago mi trabajo e intento ayudar a mis compañeros y mi equipo. Quizá la repercusión ahora es mucho más grande, a nivel nacional y europeo. Pero es secundario, lo importante es el oro, que es increíble. Éramos consciente de que, por mucho que te aísles, llegan los comentarios y los rankings. Eso nos hizo unirnos, estar fuertes. Creíamos en el equipo, estar juntos. Sabíamos que si estábamos juntos algo bueno iba a pasar, no sabíamos si medalla o no, la gente iba a estar orgullosa de nosotros. El partido más trascendente fue el de Lituania, sin ninguna duda. En un partido que fue un momento clave para nosotros. Muy complicado y quizá fue el que nos marcó bastante".

"Nunca se sabe cómo va a cambiar, las decisiones, lo que puede pasar en cada momento. Sigo tranquilo, no sé qué repercusión va a tener esto en mi carrera. Yo sé quién soy, estoy en el equipo que quiero y amo y daré el 100%. El resto ya se verá. La repercusión es mucho mayor, se magnifica, pero es normal, es la selección española y hemos quedado campeones de Europa. Es una ola que bajará y ya está y tengo que seguir mi camino", respondía Alberto sobre si su futuro puede cambiar después de haber ofrecido un tremendo nivel en una competición de la máxima exigencia: "No os preocupéis, estoy en el Unicaja, en mi ciudad, nada cambia, ha sido una experiencia con la selección, todo sigue igual, mi vida no cambia. Hay tan poco tiempo del Eurobásket al partido del viernes que tenemos ya competición que no da tiempo a pensar. Tampoco es algo que me afecte y preocupe. Estoy loco por estar con mis compañeros, empezar la dinámica con todo el equipo y trabajar. Tenemos mucho en juego en esta semana y ahora a descansar un poco y al 100% con el equipo desde este miércoles. Hemos dormido poco estos días y lo primero es reposar. Ojalá Darío yo le ayudemos al equipo, nunca se sabe si puede ser bueno o malo, intentaremos estar lo más concentrados y serenos posible para que todo sea energía positiva y se pueda transmitir al equipo".

Alberto Díaz, con aficionados y medios.
Alberto Díaz, con aficionados y medios. / Javier Albiñana

"No era estrategia, nadie contaba con nosotros. El que haya apostado se habrá forrado. Sabíamos que partíamos desde atrás, nos quitaba presión. Era salir, darlo todo y disfrutar", comentaba sobre la situación en la que partía el equipo y admitía que "hay muchos eventos parecidos, pero a nivel mediático, con tantas estrellas en el torneo, lo que más me ha sorprendido era nuestro equipo, con las estrellas que teníamos, con Rudy, Lorenzo, los Hernangómez. Es como una familia, todos han colaborado. Me quedo con nuestro núcleo y nuestro equipo".

Alberto Díaz ha ayudado a comprender a quien está menos cercano al baloncesto lo que influye una buena defensa. "Quien entiende de baloncesto y deportes sabe que no todos son números, que hay muchas cosas detrás. No creo que se haya marcado un impacto muy grande, a los que se introducen en el deporte, a los niños y los jóvenes, puede ayudar a mostrarles que todo no son números", explicaba antes de mostrarse, como suele, reservado a la hora de contar historia de la celebración: "Hay muchas anécdotas pero prefiero dejarlas en la intimidad. Si alguno se atreve, que lo diga pero yo lo que pasa en el vestuario se queda allí"

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