Alberto Díaz entra en una espiral peligrosa
En el Unicaja hay cierta preocupación con su estado físico; Ibon Navarro reconocía que forzó para estar en la Final Four
Ofensiva final por su renovación
El recuperar a Alberto Díaz se antoja clave en el final de temporada que ya se aproxima. Retorno a las canchas apresurado del capitán del Unicaja para estar en la Final Four de la BCL, apurado en los plazos, pero si había que forzar era en esta ocasión. Su tobillo izquierdo aún está maltrecho, lógico por cómo han sido estas semanas para el jugador malagueño, obsesionado con jugar un fin de semana donde tampoco desentonó, lejos de tener confianza al perder ritmo de competición; de los mayores infortunios que ha tenido el Unicaja a la hora de preparar con garantías esa resolución de la BCL, por cómo trastoca el plan en el juego exterior. No estuvieron lúcidos los anfitriones, la causalidad, entre otras, aparecía en el estado físico de la plantilla entre algodones; ya el tener una lesión a estas alturas de curso, la consecuencia es doble. Reconocía Ibon Navarro que Alberto Díaz forzó en su regreso a las pistas, una secuela es que ahora exista una preocupación de recaída o el no encontrar la fórmula para que vuelva a ser esa pieza clave.
"Alberto está haciendo un esfuerzo brutal por estar, pero no está en su mejor momento. Y es un jugador que necesita estar bien para poder dar su nivel, aunque su presencia ya nos ayuda, pero él necesita sentirse bien", decía Ibon Navarro, que admitía la labor en la sombra de su capitán, pero visiblemente inquieto, obvio, porque si Alberto Díaz retoma su nivel, el Unicaja sube varios peldaños a todos los niveles. Un año complicado para el canterano en cuanto a estrés, no ha parado hasta el momento de la lesión, ni siquiera hizo una pausa tras la Copa al cumplir con España en las Ventanas FIBA, ya como un jugador con galones, todo eso se va pagando a medio plazo. Para colmo, durante el tercer y cuarto puesto de la BCL, tuvo un mal gesto en el tobillo derecho, que le ha ocasionado algo de dolor en los últimos días.
Y un calendario que no permite la interrupción, estos últimos días han servido para refrigerar los físicos, pero de nuevo las exigencias son máximas. El recuperar la salud, inmerso en la competición, no es el mejor remedio. Un Alberto Díaz con el que se mantienen conversaciones avanzadas para renovar, en ese tema no hay infortunios, sí en un estado físico que ha entrado en una espiral peligrosa. Son demasiados meses sin parar y con un estrés infinito.
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