Alberto Díaz y su rol en la selección española
La baja de Ricky puede darle más minutos en pista aunque Sergio Scariolo recalca que "tiene que hacer lo que sabe hacer muy bien"
Trabajo en Fuengirola
Hace justo un año, Alberto Díaz era uno de los jugadores cortados por Sergio Scariolo en la preparación para el Eurobásket 2022. Regresaba para unirse a la pretemporada con Ibon Navarro. Dos semanas después era llamado de urgencia por la lesión de Sergio Llull para unirse a la gran aventura que acabó con el impresionante oro de Berlín, con un rol importante del malagueño en un equipo que enamoró.
El estatus de Alberto cambió a nivel nacional después de aquella actuación individual y colectiva. En Málaga se sabía bien que podía dar un nivel alto, en la Euroliga había competido varias campañas a buen nivel, aunque la trayectoria del Unicaja arrastraba también a los jugadores, tras varias temporadas muy decepcionantes. Pero el refrendo de hacerlo en un Eurobásket considerado el de más nivel de la historia por la gran cantidad de figuras y equipos buenos presentes le elevó a otro nivel distinto.
La baja de Ricky Rubio ha sido un shock a nivel humano pero también a nivel deportivo, porque era el jugador de más jerarquía de la selección y el exterior más desequilibrante aunque llevara un tiempo en el dique seco. A su ausencia se une la previa de Lorenzo Brown, compañero en la posición de Alberto en el pasado torneo. El panorama es bastante complicado para Sergio Scariolo, que se estruja la cabeza intentando encontrar soluciones. Ha recuperado al joven Juan Núñez (19 años), campeón de la Bundesliga con el Ulm y tras un notable año en Alemania. ¿Puede estar en el Mundial? Oficialmente ya es uno de los 16 y jugó el amistoso ante Venezuela. O sea, que sí, es una opción. Hay un déficit creativo, de manejadores de balón y generadores de juego, en un equipo que por dentro sí tiene mucho empaque y pujanza. Y el madrileño apunta a jugador especial y diferente, con una visión de juego única, diferencial en el pase, pero también tiene taras claras, algunas de ellas inevitables con su edad. Alberto Abalde ha jugado como base puntualmente y elevaría el nivel físico aunque ha encadenado dos malas temporadas, por ahí puede entrar Jaime Fernández, también está un Sergio Llull al que, bien dosificado, aún se pueden sacar gotas de calidad. Todo se cuece en estos 10 días en Málaga, en los que Sergio Scariolo escruta y valora con su amplio staff. Datos y sensaciones.
En esta tesitura, Alberto Díaz es, a día de hoy, el único base fijo en la lista de Scariolo. Haber probado su rendimiento hace un año al máximo nivel le da ese prurito. Pero, como recuerda el técnico italiano afincado en Marbella, no se le puede pedir a Alberto que sea lo que no es. "Con Alberto, si tuviésemos que pedirle algo que no entra dentro de sus cuerdas, cometeríamos un error gravísimo. Alberto tiene que hacer lo que sabe hacer muy bien. Puede que tenga igual algún minuto más, puede que sí, pero repito, puede ser un tema de más presencia en campo, no tanto de que tenga que hacer cosas diferentes respecto a las que sabe hacer ahora", señalaba Scariolo sobre cómo puede oscilar el protagonismo del malagueño con la ausencia de Rubio y Brown.
Debe ser el primer Mundial absoluto para Alberto (jugó uno sub 19 en 2013, con un quinto puesto para España con otros compañeros de este grupo como Darío Brizuela y Sebas Saiz), que tendrá un fin de semana muy especial como pregonero de la Feria de Málaga este sábado (21:30 horas), con el cariño de su ciudad. Es una situación que se vivió en 2002 también, con Nacho Rodríguez en la misma situación mientras España preparaba el Mundial de Indianápolis. Aparcada, de momento, está la ampliación de su contrato de Alberto, que le une al Unicaja hasta 2024. Había buena sintonía aunque alguna disparidad de criterios frenó un acuerdo que estaban bastante bien perfilado. No está roto y se debe retomar más adelante. Antes, una misión en Indonesia y Filipinas. Y con galones.
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