Arbitrajes que desesperan

El comienzo de la temporada arbitral en el Carpena ha sido bastante incandescente. El encuentro ante el Gran Canaria fue bastante agitado desde que el trío formado por Jordi Aliaga, Alberto Sánchez Sixto y Héctor Báez perdieran el control del duelo desde los primeros compases. Desde la zona de prensa les observaba José Antonio Martín Bertrán, ahora jefe del arbitraje de la ACB. Pese a la victoria final, el descontento con los colegiados se dejó patente de manera externa con la afición y también lo hubo de manera interna, con las correspondientes observaciones hechas por el club.

En el duelo ante el Real Madrid, con dirección de Carlos Cortés, Luis Miguel Castillo y Alberto Baena, la queja en el seno del club estaba más que en la amplia diferencia de tiros libres con respecto a los blancos, 21 más para ellos, en el criterio a la hora de las sanciones disciplinarias, las técnicas. Según las directrices que se dieron en la reunión veraniega se iba a ser más estricto en la señalización. Sólo llegó una al final del partido para el Madrid. Ibon Navarro estaba advertido desde la primera observación que hizo. No es buen camino centrarse en los árbitros, pero en ocasiones hay que quejarse. Y el Unicaja lo ha hecho por los cauces habituales.