Artem Pustovyi, calabazas que no dañaron

El Unicaja estuvo cerca de lograr el fichaje del ucraniano en 2021, por aquel entonces cotizado; ahora vive una segunda etapa productiva en Obradoiro

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Pustovyi, en un partido con el Obradoiro
Pustovyi, en un partido con el Obradoiro / Acb Photo
Jorge Cabrera

03 de noviembre 2023 - 06:33

Artem Pustovyi (Sofiyivka, 1992) fue un deseo intenso del Unicaja en 2021, prioridad del club malagueño por aquel entonces, ya con Juanma Rodríguez adentrado en su segunda etapa como director deportivo, y una pieza golosa que dejaba el mercado. La torre ucraniana salía del Barça ese verano, tras tres temporadas, y varios equipos pujaron con fuerza, entre ellos el Unicaja, con un prestigio dañado por las temporadas anteriores, pero se fue con decisión a por el jugador, que finalmente acabaría fichando por Gran Canaria, proyecto más asentado y ganador que el malagueño. Cierto que la carrera de Pustovyi fue decreciendo con rapidez, jugador que necesita unas condiciones para rendir. Finura con sus 2.19 m, pero ese carácter gélido que ha impedido desarrollar un potencial que estaba latente cuando explotó hace unas temporadas en Obradoiro, y que le permitió dar el salto a primer nivel europeo. Pero nunca dio atisbos de ser un jugador de dicha etiqueta, sí con capacidad para mantener una carrera notable en ACB.

Fichaje que dio un resultado escaso en Gran Canaria, pese a que sus números no fueron malos (9.2 puntos, 3.8 rebotes y 10.1 de valoración), pero se decidió cortar en 2022 por lo sobrepagado que estaba el jugador, que nuevamente iría al mercado, aunque con una bala agotada. Fichó por UCAM Murcia, con Alejandro Gómez haciendo una fuerte apuesta por un pívot que mantenía ese estatus. Pero fue ruinoso para el club pimentonero, de los mejor pagados de la plantilla de Sito Alonso. No encajó tampoco en Murcia. Desconfianza y un alto caché que hacían imposible la continuidad en un proyecto remozado. Quizá la nueva identidad de la ACB, cada vez más física, podía complicar las opciones de este tipo de jugadores, siendo Pustovyi un siete pies, pero esa contundencia que debe existir para hacerse un hueco.

En ese frenazo, Pustovyi ha vuelto a renacer en el Obradoiro, convirtiéndose en uno los mejores interiores de la competición, ese escalón que se visualizaba en su irrupción en el Fontes do Sar, pero que no acabó de concretar. Nadie mejor que Moncho Fernández, además de conocerle muy bien, un entrenador que sabe manejarse muy bien con estos perfiles. Aprendizaje de nivel para Rubén Guerrero, responsabilidad que ha perdido, en parte, por el rendimiento magnífico del ucraniano. Están los minutos caros en la pintura gallega. En cuanto a números, está viviendo la mejor temporada de su carrera en ACB, ya en su noveno año: 13.6 puntos, 3.9 rebotes y 16 de valoración. De los nombres apuntados para el próximo sábado en el Carpena, como el de Thomas Scrubb, de las mejores parejas de la ACB y que han permitido un inicio tranquilo para los gallegos (3-3). Será un equipo incómodo, también una prueba de nivel para Sima y Kravish debajo de las canastas.

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