Augusto Lima abre el abanico del Unicaja

El brasileño ofreció una buena sensación en su regreso tras 356 días fuera de la competición

Un soldado más

Al desnudo con Daimiel

Augusto Lima pelea por un rebote. / BCL

356 días después de su último partido oficial, cuando cayó roto del ligamento cruzado anterior y del menisco interno de su rodilla izquierda en un partido ante el UCAM Murcia, Augusto Lima volvió a sentirse jugador de baloncesto. Han sido más de 11 meses sin un jugador que fue importante en poner los pilares de lo que ahora es este equipo. No sólo dentro de la pista en los primeros meses de la 2022/23 en la que se volvió a poner el tren en las vías. Para fraguar el vestuario que ahora todo el mundo celebra el brasileño fue muy importante. Por ejemplo, adelantando su incorporación antes de jugar con Brasil o regresando raudo el verano anterior para empujar.

"Las ofertas tardaron en llegar y estaba por firmar por otro club cuando, estando en Rincón de la Victoria, me llama Ibon, que me dice que necesita que vuelva el carácter de Málaga, que vuelva a unir a la gente y que el equipo pudiera ser una piña. Es la decisión más acertada de mi vida. Pude hacer eso los meses que tuve antes de la lesión", explicaba en una entrevista reciente el brasileño sobre lo que fue regresar a Málaga: "Ibon abrió una puerta para mí que no tenía en Murcia: antes de llegar a Málaga me explicó qué quería de mí y sigo haciéndolo. Tiene su carácter vasco y duro, pero es una grandísima persona y estoy agradecido".

Lima ofreció buenas sensaciones en Atenas, en su regreso ante el Peristeri. Hay que contextualizar que era un partido sin trascendencia y que no se pueden hacer grandes prospecciones sobre él, por más que hubiera cierta seriedad y competitividad. Pero fue bueno verle pegándose, sin rehuir para nada del choque, saltando y fajándose sin rastro aparente de la lesión. Fueron 10 minutos, todo está pautado ahora mismo en el regreso. Le dio tiempo a meter seis puntos y capturar cinco rebotes. Con buena actividad defensiva, aunque evidentemente no tenga aún la velocidad de desplazamiento que le hace diferencial en esa faceta. Pero fueron unos primeros pasos ilusionantes. Los compañeros le jalearon en cada buena acción, es un jugador muy querido en el vestuario cajista.

Ha sido un proceso largo, aunque más o menos ha respondido a los plazos. El protocolo con el que se trabaja ahora en el baloncesto, así sucede en la NBA también, es que con roturas de ligamentos de la rodilla no baje de los 10-12 meses el periodo de ausencia. Antes se veían recuperaciones en 6-8 meses. El motivo es que se intenta minimizar los riesgos de recaída o rotura en la otra rodilla por sobreprotegerse con la 'buena'. Se privilegia más el largo plazo, que la carrera de los jugadores se alargue, que el corto, el ayudar al equipo cuanto antes. El porcentaje de jugadores que recupera un nivel parecido al previo de su lesión es alto, pero las estadísticas aconsejan prudencia. En el caso de Lima, con 32 años ya, un jugador por encima de los 100 kilos y estructura fuerte, se han tenido todas las precauciones posibles y se ha esperado a tener datos de equilibrios y musculatura en orden para ponerle a jugar. Aun así, no son raras en otros casos, por ejemplo, las lesiones musculares cuando se vuelve a poner el cuerpo al límite tras una larga inactividad competitiva. Una versión buena de Lima tiene algunas características y cualidades, sobre todo a nivel defensivo, de las que carece la plantilla sin él, pese q todo lo que se ha conseguido y ganado. No hay que esperar un rendimiento inmediato a alto nivel tras su vuelta, pero para el tramo final de temporada puede ser un salto de calidad. También será un elemento que aumente el nivel de trabajo y ponga más caros los minutos en el juego interior.

Ahora se verá cuál es la evolución y cómo sigue rotando Ibon Navarro. Hay que recordar que, con la lesión de Jonathan Barreiro hasta mínimo febrero, hay 13 jugadores ahora disponibles para el técnico cajista. Ha estado completando la convocatoria Mario Saint-Supéry, con minutos en casi todos los partidos desde la lesión del gallego. Ha jugado el joven malagueño 91 minutos repartidos en 10 partidos, cifras que en Málaga, como jugador de segundo año de junior, sólo ha superado Domantas Sabonis. Ya tuvo minutos Ejim jugando como tres, por ejemplo, en Grecia, lo que permitía meter al brasileño en dinámica. Aunque la estructura más frecuente de plantilla es siete exteriores para tres puestos y cinco interiores para dos, para lo que Saint-Supéry encaja mejor, caben otras opciones con el canadiense como bisagra. En cualquier caso, en BCL, hasta que llegue Barreiro de nuevo, el descarte debe seguir siendo un extracomunitario. En estos seis partidos de la primera fase, Ibon ha dejado fuera a Ejim, Kalinoski, Perry, Thomas, Carter y Taylor. Kravish y Osetkowski han sido los únicos que no han descansando. Es cierto que cuanto más se acerque el tramo caliente de la competición serán decisiones de más trascendencia y calado.

Puede parecer un sudoku complicado para Ibon Navarro que no se caiga algún jugador o que haya algún berrinche, pero es la opción por la que se optó en verano en connivencia con la dirección deportiva, que en vez de acudir al mercado en caso de lesiones hubiera jugadores en la dinámica de la plantilla, con la ventaja que ello implica, cuando hubiera contratiempos, como ha sido el de Barreiro. Es el formato mínimo de plantilla que manejan casi todos los equipos de Euroliga. Ojalá que no, pero lo normal es que haya más lesiones. Es un reto más para Ibon tener más cartas para la baraja y que el equilibrio no se rompa. Hasta ahora lo ha manejado de lujo. Lima es un comodín de nivel.

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