La BCL, el nivel deportivo real del Unicaja... siendo optimistas

La conclusión de la competición europea, de la que el Unicaja se fue con más derrotas que victorias, con el título del Lenovo Tenerife recuerda la realidad del club malagueño

Perspectiva del Bilbao Arena en la Final Four.
Perspectiva del Bilbao Arena en la Final Four. / Efe

Acabó este domingo la Basketball Champions League, en su sexta edición. La primera en la que intervino el Unicaja. El título se disputó con una final española entre Lenovo Tenerife y Baxi Manresa, los dos mejores equipos de la competición con trofeo para los aurinegros. La ACB afianza su dominio en este torneo. Dos títulos para los canarios, dos para el San Pablo Burgos, uno para el AEK Atenas y otro para la Virtus de Bolonia (al año siguiente dio el paso y se mudó jugar la Eurocup). Se vio una Final Four de buen nivel en Bilbao (mejor la final que las semifinales en términos de juego), con Miribilla con un gran aspecto y un ambiente de baloncesto en la ciudad, con los aficionados del Manresa tomando el Botxo y también con el punto negro de los destrozos provocados por los ultras del Hapoel Holon, que acudieron en un millar a la capital vizcaína. El envoltorio, con el respaldo de la FIBA detrás, es bueno. Falta desarrollarlo y mejorarlo.

El aterrizaje del Unicaja en esta competición ha sido un baño de realidad para comprender el punto de involución deportiva que atraviesa el equipo, por extensión el club. Se fue con más derrotas (siete) que victorias (seis), apeado en los cuartos de final por el Baxi Manresa con un primer partido de la serie en el Nou Congost que fue indecente, con un primer cuarto incalificable. Llegó ahí favorecido por la retirada del Prometey a raíz de la invasión rusa de Ucrania. Dejó también papelones importantes en Dijon, en la pista del Lavrio o en Oostende antes de ser eliminado.

Se criticó la decisión tomada por el club, auspiciada por el nuevo presidente, Antonio Jesús López Nieto, de abandonar la esfera Euroliga para mudarse a la FIBA. Era una manera de asumir que los más de 15 años jugando cada semana con los mejores equipos de Europa ya eran historia, que se bajaban conscientemente y de manera evidente la ambición como entidad, en un camino ya emprendido pero no verbalizado años atrás. Pero la realidad es que el nivel deportivo del club está ahora ahí... siendo optimistas. La BCL recibió con los brazos abiertos al Unicaja, club ya con solera pese a la recesión y con un contrato para varios años, pero ligado a los resultados deportivos. La calamitosa temporada en ACB propicia que se esté a expensas de una invitación. Hay que recordar que un motivo esencial que se esgrimió desde el club para dar el paso fue que con la menor cantidad de partidos (y más relevantes) de la BCL se podría competir mejor en la Liga, se podrían centrar esfuerzos en el objetivo fundamental declarado. Los resultados hablan por sí solos.

El presidente estuvo en el Bilbao el fin de semana dialogando con Patrick Comninos, CEO de la competición, que se refirió al caso particular del Unicaja en una comparecencia extensa. Hay trabajo en despachos para intentar arreglar el desaguisado en la cancha. La última campaña que no se compitió en Europa fue la 1994/95, la del histórico subcampeonato de Liga. Económicamente sólo es rentable la BCL si se entra en la final y se gana el millón de euros del campeón o los 500.000 del subcampeón participar en Europa. La Eurocup, ni ganándola. El Unicaja tiene la confianza de que, al menos en la fase previa, que tiene trampa y que no es nada sencilla por varios factores, estará en la próxima edición de la BCL. Hay movimientos y dudas en el Gran Canaria sobre dar el paso de cambiarse desde la Eurocup, lo que haría más caro el pase. Tenerife, Manresa, Murcia y Bilbao están por delante en la tabla y tiene la idea da jugar en la BCL.

El mensaje de Comninos fue que se primará lo deportivo, pero tampoco fue tajante. Hay que dejar acabar la temporada y a finales de junio se dará oficialidad. Al Unicaja le ayudaría quedar por delante del Breogán, que también quiere participar. Es algo más atractiva para los clubes que no tienen máxima ambición jugar la BCL antes que la Eurocup. Este año el nivel de juego ha sido más alto en esta última con la presencia de Virtus, Valencia y Partizan más los rusos descabalgados. Habrá que ver cómo quedará la próxima temporada configurada sin ellos si ocupan el lugar de CSKA, Zenit y Unics.

Pero mirando al lado deportivo, hay una realidad. El nivel de juego exhibido por los finalistas Tenerife y Manresa está muy, muy lejos del que esta plantilla del Unicaja ha alcanzado con regularidad con dos entrenadores distintos. La planificación contemplativa del verano, repartida, sin tomar decisiones de riesgo y dando por buenos los evidentes problemas estructurales del plantel, ha pasado factura. De hecho, se ha jugado dos veces contra Tenerife y tres contra Manresa (queda pendiente un este miércoles) y se han acumulado cinco derrotas contra ellos.

Los entrenadores destacan más que nunca la igualdad y equilibrio reinantes esta temporada en la Liga Endesa. Hay un dato que habla de la fortaleza de la competición. 12 equipos de la ACB intervinieron en competición europea esta campaña. Seis de ellos han llegado a semifinales. Barça y Madrid en Euroliga (uno jugará la final porque se miden entre sí), Valencia y Andorra en Eurocup (los dos cayeron con factor cancha a favor y la final será Virtus-Bursaspor) y Tenerife y Manresa en la BCL (los dos finalistas, con los canarios campeones). Además, Unicaja y Gran Canaria jugaron los cuartos de final y el Joventut fue el mejor equipo de la fase regular de la Eurocup aunque falló el día D.

Otro detalle que no es baladí es que el Lenovo Tenerife es campeón con cuatro jugadores que pasaron por el Unicaja. Uno es canterano, Dejan Todorovic, que hace años salió de la órbita. Pese a las lesiones, cuando ha estado sano ha demostrado que es un jugador legítimo de ACB. Hace tres años formaban parte del plantel cajista Giorgi Shermadini, Sasu Salin y Kyle Wiltjer. Salieron en la limpia que se hizo al final de la temporada 2018/19. Los tres han sido piezas indispensables en el equipo que con Vidorreta ha alcanzado un nuevo título.

Así que el proyecto nuevo del Unicaja, con el margen de error al mínimo, pasa por reengancharse a Europa, en la BCL. Evidentemente, es más atractivo a la hora de fichar jugadores estar en Europa, por más que haya menos gastos. Hay un camino a un título peleable si se hacen las cosas bien. Pero una vez digerido el disgusto del paso atrás, hay que hacer concienciarse colectivamente de que el Unicaja está ahora mismo en Europa en el lugar que merece estar deportivamente pese a la historia de la entidad. "Somos un club que tiene un pasado dorado y tenemos que recuperar eso lo antes posible. Será imposible este año, pero no podemos dejarnos ir", decía un Ibon Navarro decepcionado en la sala de prensa del Coliseum de Burgos. Con dos partidos en los que hay que ser dignos, pero ya se piensa en la temporada 2022/23.

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