Sensación de poderío para estrenar la BCL (76-87)
El Unicaja vence en el debut continental en Sassari transmitiendo convicción y seriedad aunque aún con mucho margen para crecimiento
Alto rendimiento colectivo
Las fotos del partido
Convincente estreno del Unicaja en Cerdeña. En esta BCL de buenos destinos para el turismo y nivel colectivo bastante mejorado no hay ya encuentros sencillo y el equipo de Ibon Navarro hizo un ejercicio muy profesional en la isla mediterránea. Sorteó un inicio impropio que no se puede permitir (21-6 de arranque) para igualar al final del primer cuarto y desde el segundo gobernó bien el partido. Con ventajas estrechas entre los tres y los cinco puntos, con algún arrebato local que le hacía meter la cabeza. Pero ya el ritmo y el tempo era del equipo malagueño. Ante un rival con una rotación corta, de no más de ocho jugadores (hay un escalón significativo detrás), la profundidad del Unicaja es oro en este contexto. Hay pocos clubes en la competición con tantas armas como las que posee Ibon Navarro. Hay jugadores más talentosos quizá en algún equipo, pero si el Unicaja crece como está proyectado debe ser un contendiente claro al título.
Así regresa de territorio sardo el cuadro malagueño, con poderío. Es muy pronto, pero en la competición hay poco margen de error. Y mejor solventar situaciones y completar deberes cuanto antes. El partido a domicilio ganado es esencial y permite ganar confianza. Con algunos apagones y desatenciones, pero con cierta consistencia que se va atisbando. Con un triplete anotador con 17 puntos o más (Kravish, Kalinoski, Osetkowski), igual con algún minuto más de la cuenta para Alberto porque Perry salió empanado (Robinson le metió varias canastas seguidas), no está con la frescura física y mental que exhibía en el Eurobásket. Pero las sensaciones son positivas. Sin alardes, pero con pegada para ganar en una pista incómoda ante un equipo que hace una semana le disputaba una final de tú a tú a la Virtus de Bolonia y entraba en el último minuto con ventaja. No dio opción el Unicaja a que llegara esa situación. Chinanu Onuaku, el ogro interior rival, hizo una estadística demoledora (20 puntos, ocho rebotes y seis asistencias), pero el equipo malagueño consiguió que su impacto fuera limitado y, a cambio, le castigó con puntos abundantes de Osetkowski y Kravish. Volvió a ganar la batalla del rebote (28-35) el Unicaja llegando a las 20 asistencias. Es verdad que perdió demasiados balones, son factores a corregir contra equipos de nivel superior. El Madrid exigirá mucho más para competir, pero para la BCL esta versión debe ganar un porcentaje muy alto de partidos.
Un buen tramo final, con triples de Osetkowski, permitió llegar al final del primer tiempo con renta de seis puntos (41-47). El tercer cuarto fue un sí pero no, con la diferencia congelada aunque daba la sensación de que se podía romper. Una mala salida del último cuarto, quizá con un quinteto algo extraño, devolvió al Sassari al encuentro con una igualada. Tras el tiempo muerto de Ibon y la recomposición, el Unicaja se cuadró. Lima subió el nivel defensivo en el último cuarto. Osetkowski había hecho mucho daño desde el triple pero optó por la seguridad de Thomas en el cuarto final el técnico. También un Darío Brizuela algo alocado en su primera aparición dio puntos. Y por ahí estaba Cartera para dar la puntilla con triple. Salió bien hasta la última jugada para aumentar el average. La aventura europea comienza con buen viento y sensación de poderío. Pero hay que subir el nivel.
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