El reencuentro simbólico con Álex Abrines

Barcelona - Unicaja

Los últimos partidos del ahora barcelonista en Málaga fueron a las órdenes de Luis Casimiro y con Alberto Díaz de compañero

Relató los problemas mentales que tuvo en Oklahoma y que le hicieron regresar de la NBA

Álex Abrines y Alberto Díaz se abrazan en un partido en el año 2012.
Álex Abrines y Alberto Díaz se abrazan en un partido en el año 2012.

"Un día volví al vestuario después de entrenar, me bloqueé y no podía ni moverme. No disfrutaba, no quería entrenar, no quería jugar. Sentía más presión de la normal. De un día para otro no puedes tocar la pelota ni ver partidos en la tele". Así relataba hace pocas semanas Álex Abrines en Rac1 el episodio de depresión que vivió en Oklahoma y que le hizo estar fuera de las pistas varios meses. Hasta hace poco ha sido un tema tabú en el deporte profesional, parecía que los deportistas son máquinas y no padecen ni sienten. El canterano del Unicaja decidió dar el paso de hacerlo público.

Todavía hay quien recuerda la aparición del mallorquín por Los Guindos. Un chico muy delgado, fuera del radar de la Federación, que llegó con 16 años e impactó en una gira que hizo por China con el Clínicas Rincón. Estuvo sólo dos temporadas en Málaga, tiempo en el que pasó de ser junior a debutar en el primer equipo. De hecho, sus últimos partidos como cajista fueron a las órdenes de Luis Casimiro, al final de la temporada 2011/12. El actual técnico cajista no dudó en seguir usando a Abrines, que ya en los últimos partidos de Chus Mateo había tenido varias actuaciones muy recordadas, como un partido de 30 puntos ante el Estudiantes. Hubo momentos, como un partido crítico en Bilbao en la penúltima jornada de la ACB para salvar la plaza en la Euroliga, en los que compartían pista Alberto Díaz y Alex Abrines, ambos con 18 años y llevando el peso de un equipo en problemas.

Abrines, tras esos meses de parón, recupera poco a poco su nivel. Ha tenido partidos descollantes en Euroliga y ACB, aún sin la lógica regularidad tras la inactividad. Pero da señales de que puede volver a ser ese jugador que se marchó a la NBA, donde jugó dos temporadas y media con Oklahoma con minutos frecuentes y partidos de brillo en un equipo con aspiraciones. Su primera temporada coincidió con el aterrizaje de otro canterano cajista, Domas Sabonis, en los Thunder. En sus dos años en Málaga, Abrines dejó buenas amistades en la ciudad, como la del propio Alberto, Pepe Pozas o Luis Conde, compañeros en el Clínicas. También coincidió Abrines en el oro Europeo sub 18 en 2011 con Jaime Fernández. Ahí fue MVP el ahora barcelonista.

Precisamente, Conde y Fernández hablaban de Abrines en un reportaje en este periódico. "Recuerdo perfectamente en una pretemporada entrar por esa puerta y ver a un chaval sentado donde estamos justo nosotros. Me dice Ramón [García, responsable de cantera] que era un chico que iba a venir a entrenar y probar, que se llama Abrines... Nos conocíamos entre todos por selecciones, campeonatos... Nunca había oído hablar de él. Recuerdo que hicimos una gira por China ese verano con el Clínicas y empezamos a verlo y hablábamos entre nosotros: "Este chico es bueno, muy bueno". A partir de ahí fue para arriba. Álex es un tío espectacular", recordaba Luis Conde, ahora entregado a la Medicina.

Abrines y Alberto Díaz, en un partido en 2012.
Abrines y Alberto Díaz, en un partido en 2012.

"Abrines aparece de ninguna parte. Lo vi en una concentración de la española y pensé ¿este chico quién es?. Una explosión de repente... De no saber nada de él fue el MVP de aquel torneo. En la fase de grupos no destacó demasiado, pero cuartos, semifinales y final fue espectacular y de ahí como un cohete hacia arriba. Es un tío con un talento físico y técnico espectacular. Se juntó tarde a nuestra familia, pero un chico espectacular, como persona y como jugador. Le deseo lo mejor", rememoraba Jaime sobre el azulgrana,

En ACB esta temporada jugó 11 partidos, con una media de 18 minutos y 3.4 puntos y 1.6 rebotes. Pesic le está dando cancha para que recupera sensaciones, sembrando para el futuro, para que pueda exhibir todo el talento que atesora. En Euroliga hace 4.7 y 2.2. Cifras no llamativas que no esconden que un valor del baloncesto español está de nuevo en la élite y vivirá un reencuentro simbólico con el club en el que debutó en ACB hace ya ocho años.

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