Bouteille, Bilbao: la sonrisa del francés
Diez meses después del fichaje bomba por el Unicaja, aún no ha explotado en Málaga con la fuerza que mostró a las órdenes de Mumbrú
El mejor triplista de la competición. Un descubrimiento explosivo que le ayudó al Bilbao a cerrar su objetivo de permanencia en las 21 jornadas de ACB que jugó con ellos. Axel Bouteille (Roanne, 1995) regresa a Miribilla por primera vez como elemento importante de un equipo grande de la ACB y sin embargo aún no ha transmitido el poderío que desmotó en sus meses bilbaínos. Ha cambiado la exigencia. Mumbrú supo encajar las cualidades del francés en un equipo pequeño y se encontró con una perla que el Unicaja fichó cuando las lesiones (sustituyó a su compatriota Toupane) cercaron sus objetivos en el curso.
Abandonó Bilbao con un 47,8% en triples, 55,8% en canastas y un promedio de 17,7 puntos en los 21 choques de negro. Vistosas estadísticas para un jugador que no tenía demasiado cartel en la ACB cuando los vascos apostaron por él como hombre exterior.
“¡Pasé los mejores meses de mi carrera! En seis meses han sucedido muchas cosas, más que en cinco o seis años. Me dieron la noticia en dos minutos. Incluso si tenía la opción, me pillaron desprevenido. Bilbao estaba abierto al traspaso desde que comenzaron a hablar con el Unicaja sin hablarme directamente. La situación es especial para mí”, reconocía, risueño, justo cuando se confirmó su salida del Bilbao y añadía un punto interesante: “Hay más oportunidades en la ACB: dura más. No esperamos tanto como en Francia en los ataques. Si tienes la oportunidad de tirar después de siete segundos, lo haces. En Francia hay muchos más contactos, pero a partir de ahí decir que es más fácil anotar, no lo sé. Hay más opciones porque hay más posesiones”.
Esta temporada, ha jugado 12 envites en ACB, ha tenido algunos problemas físicos, se demandan cosas algo distintas en el juego y sus números: 34,1% en tiros de tres (35,5% en los choques de verde la pasada campaña), 52% en canastas (55,8%) y una media de 11,2 puntos por envite (13 del años pasado). No son malos números, su papel no es negativo, pero la repercusión en los partidos y la capacidad de alegrar un choque gris que mostró en Bilbao no se han dejado ver en demasía en lo que va de ACB.
Bouteille se va asentando como jugador verde pero de momento no le luce la sonrisa como en Bilbao, su rol en el Unicaja de Casimiro es lógicamente distinto y sus andanzas por la ACB tienen ahora argumentos más eficaces para frenarle. Jugándose la Copa contra un Bilbao que rehace con fichajes y victorias su mal arranque de curso, volverá a Bilbao para explorar la parte sentimental del juego. Sin afición en las gradas puede que le sepa a poco.
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