Visto y Oído
Emperatriz
Hasta tres jugadores del Unicaja fueron premiados por la BCL. No es un equipo el malagueño que por identidad y filosofía de pie a recibir trofeos individuales, pero el rendimiento durante toda la temporada, como uno de los principales gallos de la competición, junto a Bonn y Lenovo Tenerife, obliga a buscar el hueco a los cajistas. Alberto Díaz fue nombrado Mejor Defensor del año, mientras que Darío Brizuela forma parte de un Mejor Quinteto donde comparte cartel con nombres importantes: Marcelinho Huertas, TJ Shorts, Zack Hankins y Akil Mitchell. El donostiarra promedió 13 puntos por partido en la BCL, un notable 45.5% en triples, para un jugador con un volumen medio de tiro (cuatro lanza por encuentro) y una media de 11.5 de valoración. Su serie con UCAM Murcia fue magnífica, una línea que ha ido manteniendo durante toda la temporada en Europa.
Por su parte, la BCL reconoció a Kendrick Perry en el segundo mejor quinteto. Tuvo en sus manos el de Florida el pase del Unicaja a la final, rápidamente respaldado por el resto de jugadores, así como un Carpena que estuvo a la altura con el carismático base. DeAndre Lawsdowne, de Estrasburgo; Levi Randolph, Marcus Foster, estrella del Rytas, y Gio Shermadini completan ese quinteto de plata. 11.2 puntos y 11.6 de valoración fueron las medias de Perry en la BCL.
TJ Shorts acaparó esta gala previa a la gran final de la BCL. MVP de la competición, esperado; y también en el Mejor Quinteto. La estrella del Telekom Bonn puso en aprietos al Unicaja durante gran parte de la semifinal, pero sus errores de la personal dieron a los malagueños esa última opción. Tuomas Iisalo, Mejor Entrenador del año, envuelto en la polémica de los espionajes al Unicaja durante los tiempos muertos, el finlandés no obstante es especial. Por último, Kabaca, precoz talento del Galatasaray, así como del baloncesto otomano, recibió el premio a Mejor Joven.
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