Cameron Oliver y un cambio de paradigma

El fichaje del americano sigue la línea de Mooney, con apuestas por jugadores con un techo más alto aunque si testar a nivel europeo

Cameron Oliver, en un partido con los Rockets.
Cameron Oliver, en un partido con los Rockets. / NBA

El fichaje de Cameron Oliver, al que se espera a principios de semana en Málaga para que pase el reconocimiento médico y pueda jugar ya el sábado ante el UCAM Murcia, ha despertado expectativas altas en el seno del Unicaja y expectación en el entorno. Coincide con un cambio de paradigma en el que el club malagueño ahondará en los próximos tiempos. Son apuestas que entrañan un riesgo, sin testar al máximo nivel europeo, aunque el techo potencial del equipo sea más alto. El mercado internacional está viviendo un cambio. La G-League está subiendo su nivel en sueldos y la pandemia ha propiciado que muchos jugadores, ante la perspectiva de tener una opción en la NBA, aguarden sus opciones. El gran vivero del baloncesto mundial es Estados Unidos, hay miles de jugadores por todas las ligas del mundo. Si se retiene allí más talento, el que hay disponible para el resto es peor.

Es la situación que ha vivido el Unicaja, que ha esperado con paciencia, aunque la necesidad del equipo de refuerzos existía, oportunidades de mercado durante varios meses. Con los fichajes de Mooney, Kravic y Oliver se materializa una reestructuración sobre la marcha importante. Recuerda un tanto a la que hubo meses antes de la pandemia, con las llegada de Brizuela y Bouteille. Pero es una situación diferente porque ellos firmaron para varias temporadas. Los tres fichajes cajistas de ahora son hasta final de temporada. No hay opciones de extensión, más allá del tanteo en la ACB.

La llegada de Oliver es la de un perfil de jugador que la plantilla necesitaba como el comer. Siempre hay una incertidumbre por su adaptación, por su encaje en un baloncesto más cartesiano y táctico como el europeo. Pero tiene herramientas para ser un jugador de impacto. Así se piensa en el Unicaja y por eso se ha abordado una inversión importante a estas alturas de temporada. Defensivamente tiene el físico y la capacidad atlética, aunque para ser el ancla debe demostrar progresos. En ataque puede generar él solo de cara y en el pick and roll consumar canastas por arriba con el mate o por abajo anotando con las dos manos.

Mooney y Oliver son jugadores que viven su primera experiencia en el alto nivel europeo. Oliver tuvo un par de meses en Israel. El Unicaja tuvo una época en la que apostó por jugadores de ligas o equipos de menos nivel en Europa. Fueron las apuestas de Will Thomas, Jeff Brooks, Kyle Fogg o Jamar Smith. No salieron nada mal. Son parte de una época competitiva y la última de cierto brillo del club. Cuanto más se baja el mercado es más amplio. Y ahí está el trabajo de la dirección deportiva, que puede salir reforzado si estas incorporaciones acaban aportando al equipo para finalizar la temporada decentemente. Tiempo se ha estado en el mercado escrutando opciones hasta que se han encontrado las que se pensaban que podían dar un salto de calidad. Los cambios, al menos, son ilusionantes para pensar en una progresión y ciertas alegrías.

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