Los embajadores tienen fe: "Este Unicaja ya ha roto muchos números y esquemas..."
Berni Rodríguez y Carlos Cabezas, cuyas vueltas fueron gérmenes en la reconstrucción de la entidad, reflexionan en 'Málaga Hoy' antes de la Copa del Rey: "Nos hubiese gustado ganar alguna más"
Ese choque de pechos en Badalona, secuencia icónica del proceso
Más que embajadores
El Unicaja, al estilo Bayern Múnich
Berni Rodríguez (Málaga, 1980) y Carlos Cabezas (Málaga, 1980) encuentran un encaje para atender a Málaga Hoy, dentro de una agenda como embajadores del Unicaja donde la ocupación es alta. La cita es en el Alcazaba Premium Hotel, uno de los negocios en los que es socio el eterno 10 cajista. Leyendas del club, campeones del mundo, pero sobre todo cercanía y grandeza para regenerar esa identificación perdida en años anteriores. López Nieto reclutó a ambos, de las primeras decisiones de calado del presidente, para iniciar un proceso de fantasía. Vivencias infinitas de la Copa del Rey, la última esa reacción espontánea en el Olímpic de Badalona mientras el Unicaja empezaba a domesticar en la final a Lenovo Tenerife. Ahora prometen más frialdad, pero qué momento aquel. Berni y Cabezas no esquivan un solo tema.
-Han sido muchas Copas para los dos, pero no consiguieron ganar un partido en Málaga de Copa.
-Berni Rodríguez: Yo me he quedado con ganas de haber ganado alguna Copa más. Y si hubiese sido en Málaga, mejor.
-Carlos Cabezas: Las estadísticas están para romperlas este año. Está claro que hubiese estado bien jugar en Málaga, todos los títulos fueron fuera, pero se ha dado así, y es una maldición que se tratará zanjar este año. Este equipo ya ha roto esos números, con esa racha de victorias. Sabemos que en la Copa puede pasar cualquier cosa...
-Jugaron muchas: la que ganaron evidentemente en Zaragoza, aquella final de Madrid contra el Baskonia (2009), alguna semifinal... muchas Copas distintas.
-BR: Siempre he tenido unos recuerdos muy chulos de las Copas, porque me gustaban mucho. Y ahora desde otra parte del club, fuera del campo, también como aficionado, siempre me ha gustado vivirlas. Me quedé con el gusanillo de conseguir alguna más, pero esto suele ocurrir cuando has ganado algo, y cuando voy a Zaragoza se me vienen un montón de recuerdos.
-¿Jugar en casa presiona?
-BR: Entre jugar en casa o fuera, mejor hacerlo en casa, pero si no lo gestionas bien te vas con un punto más en la mochila, igual que en la BCL. Es un pabellón que hasta cambia, sí se mantiene la esencia del vestuario y todo, pero te puede llegar a confundir.
-CC: Jugar en casa te da un punto más de responsabilidad. Que todo el mundo te mira, aunque ya sabemos que es una competición en la que vienen muchas aficiones de fuera, la ACB te acomoda y trata que sea neutral. Pero en el interior sabes que estás jugando en Málaga, es una motivación pero también una responsabilidad, una obligación de tener que hacerlo bien sí o sí.
-Jugaron aquella del 2001, ante el Real Madrid en cuartos. Estaba Scariolo como entrenador del Madrid, o Raúl López. Siempre se habla de Raúl como el bueno de la quinta vuestra.
-BR: De nuestra generación, había muchos jugadores buenos. Germán, Raúl, Pau llegó un poco más tarde, Juan Carlos... Muchos buenos. Luego la trayectoria de Raúl ha sido tremenda; parece que se ha quedado en menos por las lesiones, pero ha sido buena. Recuerdo ese partido que estábamos bien en el final.
-Y fue la explosión de Pau también.
-BR: Yo lo de Gasol lo veía venir.
-CC: Ahí estalló un extraterrestre. Unas cualidades que se veía con esos 2.15 m, corriendo la cancha, parecido a lo que es hoy Wembanyama, dominio y un talento que iba a salir en cualquier momento.
-¿Cómo ven al equipo?
-BR: Siempre ensalzo la solidez de este equipo y su seriedad. Luego puedes perder, pero veo muy claro lo que quiere hacer, la idea, el defender a un nivel alto, usando esa apuesta que ha hecho el club por renovar a todos y que se convierta en victorias, y sobre todo la tranquilidad porque sé que no se va a despistar. Evidentemente luego puede pasar de todo, pero transmite fuerza. Cuando uno piensa en el partido ante Tenerife, la gente dice que el equipo se va a relajar, porque los ganamos el año pasado, esta temporada, no sé qué... Pero me da tranquilidad porque el equipo va a estar centrado, va a saber que es un partido híper complicado. Esa sensación me da el equipo.
-Se habla mucho del bloque; en vuestra época se decía eso: el mantener varios jugadores, una estructura.
-BR: Suma mucho mantener el bloque. Suma lo buen jugador que eres, que no haya lesiones, pero sobre todo que haya un grupo unido, que congenie bien, se entiendan, y eso no es fácil. Es lo que se está dando este año, una cohesión de muchos jugadores además que te da esa fuerza. Es una de las claves en la progresión del equipo.
-¿Qué cosas les gustan más? Están con ellos en el día a día. Parece que no hay imposturas.
-CC: El buen rollo que se ve es real, todo lo que dice Berni. La identificación que tiene el equipo en la ciudad ha subido después de muchos años, en todos los colegios de Málaga se conoce, no solo al capi (Alberto), pero ya saben quién es Dylan, Perry... Todo eso es importante. Y nosotros que estamos en el día a día del equipo, que viajamos, comentarios como el que hace Osetkowski, que lleva solo año y medio aquí, y dice que se considera parte de la familia, que no son compañeros sino hermanos, entonces ese tipo de cosas dicen mucho. Todo eso se nota y luego se traslada a la pista, por lo tanto lo que se ha conseguido en estos dos años, desde el cambio de directiva y presidente, está claro que esa identificación provoca que esos resultados estén llegando.
-Estuvieron algo distanciados del club. ¿Han sentido ese reconocimiento ahora?
-BR: El ambiente general de identificación es real desde la llegada de Antonio. El club se ha dado la vuelta hacia todo el mundo, con los brazos abiertos, este club es de todos. Ese concepto de estar juntos. Antonio nos llamó y para nosotros es una pasada estar aquí, al menos hablo por mí. Yo siempre he sido del Unicaja, en todas las etapas de mi vida, y en esta me hace sentir muy en casa. Ha habido otras épocas diferentes, pero ahora, en este puesto que tenemos, que intentamos sumar en el día a día o cosas que nos piden, me hace sentir muy del Unicaja, orgulloso de ser del Unicaja.
-CC: Berni se retiró antes y yo aguanté un poco más. Cuando le retiraron la camiseta, sentí algo muy emotivo. Estaba fuera y lo sentí que era merecido. Es muy bonito para un niño de Málaga, que triunfa con su equipo; podía pensar que cuando era el momento de regresar, me podía pasar a mí, como así fue. Llegué hace dos años y estar en esta posición nos va muy bien. Y como decía Berni: nos sentimos muy del Unicaja. Ahora incluso lo paso peor que antes. Ya vimos algunas imágenes el año pasado, esa final de Copa del Rey por ejemplo. Lo de Badalona salió espontáneo, natural. Fue muy bonito. Muchas veces vamos a grada, también a palcos, y en el palco el comportamiento tiene que ser diferente. Algún codillo se escapa, también al presidente de vez en cuando (risas).
-La gente identificó eso en la final de Copa de Badalona.
-BR: Nosotros somos así de nerviosillos. Nos movemos, hablamos, algún gesto, nos tocamos la pierna. Felipe Reyes nos escribe y dice que paremos. Tenemos un híbrido entre persona de club y aficionado, muy chulo. Tratamos de mantener la compostura, pero a veces no podemos. En la final de Copa, estábamos en ese sitio porque la ACB nos puso ahí, sitio especial para el bullying. En la final coincidió que estábamos al lado del banquillo de Tenerife. Pero en ningún momento hicimos gestos, ni hablar al árbitro. No gustó, pero es que no hicimos nada. No influyó.
-Que viniera Richotti como embajador de Tenerife es seguir el modelo suyo.
-BR: El embajador libera en ciertos actos al presidente. El ser una cara visible para el club también es una representación por quiénes somos. Cuando jugamos fuera, nos movemos por la grada, en los alrededores del pabellón. La gente se acerca, sobre todo los de Málaga. Todo ello ayuda a crear esa comunidad o familia que queremos transmitir.
-CC: Hay clubes que han seguido el modelo del Unicaja. El Madrid con Felipe, el Tenerife ha incluido a Richotti de embajador. Aniano nos lo dijo en el sorteo, que le gustaría que estuviese cerca del equipo. Somos imagen del club, y por nuestra carrera como jugadores la prensa acude mucho a nosotros, el aficionado se siente muy cercano también. Cuando jugamos fuera, se ve mucha camiseta del Unicaja, peñas en muchos sitios. Nos gusta llegar con tiempo a los pabellones, tomar un café y estar con la gente, que también hace un esfuerzo por venir.
-¿Cómo ha ayudado la figura de López Nieto a cambiar esta tendencia?
-BR: Clave. Ha llegado con una mentalidad concreta. Ya no en lo deportivo, que también, pero en lo institucional he visto a una persona que abre los brazos a todo el mundo, que todo el mundo se sienta del Unicaja y sobre todo orgulloso del Unicaja. Ha habido reconocimientos por parte del club. Cuando viene una persona de la ciudad, se le regala una camiseta. Se hacen actividades por todos los colegios. Vienen un montón al Carpena. Y ayuda mucho el tener a gente como Dylan, Perry, Kalinoski, gente que tiene mucho carisma. Hasta Will, alguien que todo el mundo adora, pese a ser más introvertido. Coincide un poco todo y los resultados ayudan a transmitir el mensaje. Hay un riesgo grande entre gestionar el club y gestionar el deporte del club. Y en el caso de Antonio lo hace muy bien. Le hemos escuchado muchas veces decirle a Juanma: 'No, Juanma. Tú eres el que sabe. Yo soy un aficionado aventajado'. Esto lo dice mucho (risas). Entiende de baloncesto, pero no se le ocurre meterse en una conversación profesional de baloncesto porque sabe cuál es su parcela. Y eso es oro. Se mete donde le corresponde, pero no se mete en si hay que fichar un '2' o un '3'. Le dice a Juanma que lo haga él, que para eso está. Eso es oro.
-CC: Se ha recuperado esa esencia, esa identificación en la ciudad. En todas las parcelas se sabe el trabajo que tiene que hacer cada uno, sabiendo que el presidente es el que toma las decisiones. Eso marca mucho las pautas y el saber trabajar.
-Tuvieron entrenadores de carisma máximo, top en Europa: Boza, Sergio o Javier (Imbroda), que en su día dio el salto. ¿Ven a Ibon algo de eso? Quizá no tenga ese estatus todavía.
-BR: Antes ha hablado Carlos de roles. Es una de las grandes claves de Ibon. Ha sabido que 13-14 jugadores se sientan cómodos e importantes, que más o menos se sientan útiles y todos estén cumpliendo sus objetivos individuales dentro del colectivo. Es gracias al equipo técnico. El controlar el minutaje o las cargas. Es clave. Al final, por muy bien que estés en la ciudad, si no juegas bien, tú eres el profesional. Necesitas estar bien jugando y sentirte cómodo
-CC: Ibon no vino con ese estatus. Pero seguro que cuando se vaya, que ojalá sea dentro de mucho, se irá con un estatus altísimo. Ya es un entrenador histórico en el club por lo que ha conseguido. Ha aprovechado su oportunidad. Es verdad que no manejaba un presupuesto y un equipo como el Unicaja. El club en su momento, con una situación rocambolesca, apostó por él y que iba a ser el entrenador. Y cuando nació el proyecto qué decir. Es algo fantástico. Ha superado el mejor porcentaje de victorias del club, se ha ganado la Copa del Rey. Creo que es un entrenador top y que va a seguir creciendo. Se le ve muy bien aquí.
-Los jugadores siempre tienen ese punto egoísta. No debe ser fácil decirles que no van a jugar más de 20 minutos, por muy bueno que sea.
-BR: El ego del jugador está presente, entonces no eres jugador profesional. Ahora bien, que esté encauzado y bien dirigido es la clave. Y hacer entender a un jugador que si juegas 18, es bueno para el equipo. Vas a ganar, te vas a sentir bien y el equipo va a crecer, es lo más difícil. Hay que entenderlo cuando estás en un equipo grande. Cuando nosotros estábamos, no jugábamos más de 20 minutos porque tenías a Pepe Sánchez al lado, que jugaba otros 20, o Marcus Brown, que se iba a 28. Ahora se estudia todo, hasta si tiene un problema personal. Es ver un total. En nuestra época nos decían que corriéramos y listo.
-CC: Es encontrar ese equilibrio, y que Ibon llegue al convencimiento de los jugadores que así es lo mejor. Y eso hasta con jugadores como Perry, que quizá físicamente es el mejor. En eso tiene mucho que ver Marcos, que hace un gran trabajo. Se ha evolucionado mucho. Ahora hay más máquinas que controlan todo, preparadores físicos, el cuidado de los jugadores.
-¿Les gusta el baloncesto actual o son nostálgicos?
-BR: Ahora podríamos decir que si el físico no te acompaña al talento, te cuesta mucho más. Antes había muchos jugadores que no necesitaban tanto del físico. Pero el baloncesto en sí me parece muy rápido y divertido, pero no alocados. No hay locura, con muchas posesiones.
-CC: Sí me gusta. Y Europa me sigue gustando mucho. Los partidos de Euroliga son tácticos; es verdad que ahora ha evolucionado más lo físico y hace que predomine sobre el talento. El Unicaja actual lo refleja bien. El otro día hablaba con Alberto Herreros y me decía que le encanta ver nuestros partidos por la forma de jugar que tenemos. Eso dice mucho. Hay mucho trabajo.
-Berni, ha comentado mucho baloncesto en los últimos años y de buen nivel. ¿Ve al Unicaja en ese escalón de los mejores?
-BR: Falta un punto físico. Los catorce primeros equipos de Euroliga van un paso más en lo físico y el talento en general, no en un momento concreto, sino en una temporada completa. Veo al Unicaja ganando a Madrid, Barça, Baskonia, Valencia, Olympiacos. Pero en una temporada larga, puede pesar si no tienes 14-15 jugadores de nivel, porque empiezas sumar viajes y kilómetros y necesitas jugadores de más.
-Jugaron diez años de Euroliga. Mucha gente empieza a pensar que es el siguiente paso.
-BR: Todos queremos competir con los mejores y tener el mejor equipo posible. Es la realidad. Pero el cambio de rumbo (a la BCL) fue algo inteligente. ¿Qué ha hecho Gran Canaria? Lo hablaba con Savané hace poco. Ha sido el primero que le ha dado una galleta a la Euroliga y le ha dicho 'mire, esta no es la manera, no podemos y somos nosotros los que hemos ganado'. Hay un debate encima de la mesa y se está reflexionando lo que está pasando en Euroliga, Eurocup o BCL. El Madrid saca sus números y ha tenido unas pérdidas tremendas. Algo que no es real. Entonces el cambio de rumbo del Unicaja creo que fue una decisión acertada. ¿Si se vuelve a Euroliga en un futuro? Si se dan las condiciones, se planteará. Pero solo con los viajes, solo con un chárter, se encarece varios millones de euros. Si quieres estar en una competición como Euroliga, tienes que tener la capacidad para estar. No tiene sentido.
-CC: Málaga es una ciudad a la que le gusta ganar. Si ahora ganas cuatro partidos de Euroliga, y no te metes en la Copa del Rey, cuidado. Todo eso hay que estudiarlo. Es un sitio donde gusta ganar. Baskonia, por ejemplo, no se ha metido en Copa, pero si se meten en el play off de Euroliga es el objetivo cumplido porque es lo que quieren allí. En Málaga, a lo mejor es ruina si no te metes en Copa.
-Retrocedamos. ¿Se acuerdan de la primera vez que se vieron?
-BR: De infantiles. Se vendría Carlos desde Marbella y empezamos a ganar todo (risas). Aquel equipo era la primera vez que se llegaba a un Campeonato de España Infantil. Nos machacó Juan Carlos Navarro en la final. Carlos se vino becado. Se separó un poco de casa. En aquella época, siendo un niño, era un impacto grande. Ahora es más habitual.
-CC: El padre de Berni era el entrenador. Me acuerdo que lo pasamos fatal. Recuerdo que el equipo estaba hecho, con un base que se llamaba Rodrigo. Todo el mundo estaba llorando porque se iba. Y cuentan conmigo. Fue un momento complicado. Era un equipo que estaba completo. Hice unas pruebas y entré en ese equipo infantil. Muy bueno. Una gran generación.
-¿Y esos años fueron felices?
-BR: Tremendos. Lo más importante de aquello es sumar las experiencias de ir a un Campeonato de España, con la selección andaluza, la llamada de la selección por primera vez. Todo eso fue increíble. Nosotros empezamos a competir muy pronto con España porque una generación por encima nuestra tuvo un mal resultado y tuvimos dos clasificaciones previas. Llegué a la selección en preinfantil. A los primeros que conocí en una concentración fue a Felipe y Juan Carlos. Luego se unieron Antonio Bueno, Germán Gabriel, Carlos, Raúl... Pau llegó más tarde, con Carlitos para resolver (risas). Calde también llegó más tarde. Teníamos un equipo irrepetible. Era muy divertido. Estabas en Málaga e ibas a jugar contra Felipe, Juan Carlos y todos, y luego encontrarnos en verano.
-CC: Muy divertidos. Además era una generación que ya se acostumbraba a hacer cosas importantes, ya desde infantiles. Cada uno fue con su evolución. Yo a la selección llegué más tarde, en la época buena para empezar a ganar. Sí a la andaluza, y llegué en juveniles, en ese Torneo de Mannheim y ya enganchó con el Europeo de Varna. Y con Unicaja ganamos en Hospitalet.
-¿Cómo vivieron el subcampeonato del 95?
-BR: Estábamos en Murcia jugando un intersector. Quiero recordar que allí vimos el tiro de Ansley. Solíamos ir a Ciudad Jardín siempre. Lo bueno es que sabíamos de dónde venía el club, sabemos lo que significa la evolución y tienes esa sensibilidad especial.
-CC: Estábamos en primera fila normalmente, con todos los niños. Nacho Rodríguez era alguien muy identificable. Nuestros padres además coincidieron jugando.
-¿Y chocan alguna vez en ese proceso?
-BR: No. Como siempre hemos jugado juntos, y en posiciones distintas, siempre éramos complementarios. Hubo un intento de Boza para que yo jugara de base, pero no me sentía cómodo. Nosotros no íbamos con el primer equipo, solo Germán. En el 99, cuando llega Boza, empiezo a ir con el primer equipo. Carlos viene al año siguiente y Germán se va. Ya estuvimos juntos. Nosotros jugábamos muy bien juntos porque nos complementamos. Me lo pasaba muy bien con Carlos. Era muy fácil. No teníamos mucho que hablar. Y muchas veces salíamos del banquillo juntos, directos a la silla de cambios. Carlos tiene mucho instinto jugando y unirte a él es muy fácil porque juega por instinto. Si sabes jugar algo baloncesto, te entiendes muy bien con Carlos.
-Recuerdo a Scariolo en el balcón, celebrando la ACB, donde decía que os tenía envidia porque no es fácil ganar un título en casa.
-BR: Yo no sentía eso. Pero ahora viendo las cosas desde la distancia quizás lo valoro mucho más. Hubo una vez que Risacher me dijo: 'Berni, jugar en casa vale por dos'. Que cada temporada es como si pasasen dos. Vale, lo entendía, pero empecé a entenderlo cuando me fui del club lo que significa. Decir 'joder, es que esto no pasa nunca, el estar en tu casa con tu familia y amigos'. Su hijo tiene una pinta tremenda, también el hijo de Pietrus. Ya lo he dicho en televisión alguna vez. Me voy sintiendo más viejo.
-CC: Lo recuerdo muy bien. Me causó sentimiento. Ser profeta en tu tierra no es nada fácil, y decía eso. Que dos chicos que hemos nacido aquí, nos hemos criado en el club y tener a 40.000 personas en las calles de Málaga contigo, ganando un título, pues se refería a que somos dos chicos afortunados.
-¿Cómo va la vida fuera del baloncesto? Le recuerdo a Berni decir que costó ubicarse al volver a Málaga.
-BR: En general, el retirarte es algo muy potente de manera vital. Tuve la oportunidad de engancharme como director deportivo en Sevilla. Me vino muy bien para reconocer el baloncesto desde otro ángulo; hasta que no sales como jugador, no te das cuenta cómo funciona el baloncesto de verdad. Ese año aprendí lo bueno y lo malo. Supe lo que no quería hacer después, y aprendí mucho. Me ayudó mucho a engancharme a la vida civil, así lo llamo. Ya empecé a encauzar mis proyectos. Salió lo de la tele, que fue de casualidad. Súper tranquilo.
-¿Y proyectos?
-BR: Estamos creciendo mucho en 675, ya en nuestro quinto año. Trabajamos con chicos y chicas hasta minibasket, también chicos y chicas con diversidad funcional. Estamos ahora en un proyecto muy importante y gordo que es crear un centro deportivo inclusivo para poder llegar a 400-500 niños. Y de Embassy, todo el mundo lo conoce. Traer lo mejor de lo mejor en el baloncesto. La verdad que es una pasada.
-CC: Yo estoy de capitán en el equipo de veteranos. Me encanta competir. Por fortuna no he tenido lesiones graves, además salió este formato de jugar estos campeonatos de maxibasket, que han servido para unir a gente veterana de todas las generaciones. Es algo muy emotivo. Al llegar de Mar del Plata, el ver a gente de 60, 70, hasta 80 jugando es bonito; una forma extraordinaria de pode jugar con tus amigos. Y en lo empresarial, siempre me ha gustado invertir. Un poco loco, con intuición. A veces ha salido bien, otras peor. Pero siempre me ha gustado mover el patrimonio. Estamos en una ciudad maravillosa. Sentados en uno de los primeros sitios que invertí (La Terraza de la Alcazaba). Y la verdad que con un grupo extraordinario, Grupo Premium. Me ha venido bien también el estar como embajador nada más retirarme porque el impacto es duro. Me gustaba mucho competir. Por eso me fui a Sudamérica e hice alguna locura que miro atrás y no me la explico. No me arrepiento porque he extraído cosas. Estoy en un momento de mi vida pleno. Sano, donde puedo seguir practicando deporte, en el club de mi vida y en un grupo empresarial bonito. Los dos somos disfrutones. No empezamos bien como embajadores, pero sabíamos que la cosas se iba a enderezar.
-¿Siguen mirando hacia arriba en el pabellón y miran ya al 5 y al 10?
-BR: Me da hasta cosa. Desde que está Carlos conmigo, estoy más tranquilo. Solo, me daba vergüenza.
-CC: Viene mucha gente de fuera, gente que no nos seguía tanto. Jóvenes y no tan jóvenes. Y cuando está tu camiseta ahí arriba, pues es muy bonito. Y es donde se mira mucha gente.
-¿Sus sobrinos ya saben quiénes son Berni y Cabezas?
-BR: Los míos sí. Me preguntan que si soy famoso. Me hace gracia.
-CC: El mío va siendo más consciente. Álex es más pelotero, le da más al fútbol.
-¿Hay sitio para el 9 ahí arriba?
-BR: Le haremos hueco. Mientras no bata los récords (risas). Vamos a dejarlo tranquilo.
-CC: A mí me va a pasar (risas).
-Es una figura clave. Como lo eran Nacho Rodríguez, Curro Ávalos, Dani Romero o ustedes.
-BR: Antes he dicho que es muy difícil contarle a alguien de fuera la historia del club viniendo de fuera. Alberto lo entiende, tiene esa empatía. Y aunque jugadores carismáticos tener el pelo rojo ayuda mucho. El cómo se comporta en el campo, lo que da, la evolución baloncestística que ha tenido, cómo es importante en muchos sitios. Y el impacto que tiene en el juego, es un orgullo para el club por dónde viene, nacido al lado de Los Guindos y todo eso. Clave para tirar para arriba.
-CC: Somos pocos los que hemos salido de la cantera. Que haya esa continuidad no es fácil. Alberto es fundamental por los valores que representa.
-Viajan mucho con el club. ¿Sienten ese respeto? Brizuela nos decía una vez que de pequeño iba a ver al Unicaja con la idea de ver a un grande.
-BR: Totalmente. El Unicaja vuelve a estar arriba, con los mejores. Recuerdo a Saras Jasikevicius decir hace poco que este es el Unicaja de siempre.
-CC: Todos los presidentes y directores deportivos, cuando llegas a esos sitios, ya te das cuenta del estatus, por cómo jugamos, la identificación, todo. Antes no existía, el Unicaja iba a Fuenlabrada o Zaragoza y perdía, aquí igual. Ahora ganar en Málaga cuesta mucho.
-La última. ¿Cómo hay que tomarse esta Copa?
-BR: Igual pedir un pabellón más grande (risas). Porque está todo el mundo preguntando por abonos y comprar entradas. Nos han pedido por todos lados.
-CC: Esta ciudad tiene la fama de que ha evolucionado mucho. Que la gente venga a disfrutar de todo. De la Copa, las tardes. Tenemos aficionados y amigos que vienen de todo el mundo.
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