Carlos Suárez: "El Barça-Unicaja lo veo un 70-30"
El excapitán del Unicaja atiende a Málaga Hoy: "Este equipo está construido para hacer cosas grandes, y en una Copa todo puede pasar"
Entrenará en Burgos
Carlos Suárez (Aranjuez, 1986) verá las andanzas del Unicaja en la Copa desde Burgos, el que debería ser un capítulo final a una carrera envidiable, con nueve años en Málaga que le catapultan a los altares en la historia del club, de las figuras más influyentes en la etapa reciente. Ganó el torneo en 2012, el primer título de la era Laso en el Real Madrid, en uno de sus mejores servicios con los blancos. Allí coincidió con Mirotic, la gran amenaza, de las muchas, que tiene el Barça, al que conoce muy bien el excapitán cajista, de hecho solían compartir habitación en las concentraciones. "Niko ya está hecho un veterano, llego al Real Madrid y él era un junior, solo 19 años. Se le notaba que iba a ser algo grande en Europa, podría seguir en la NBA perfectamente. Ahora está poco a poco cogiendo su forma, y espero que no alcance ese punto del todo en esta Copa. Es un jugador imparable". También con Jasikevicius, dirimiendo algún que otro Clásico como rivales. "Jugué contra él en su último año en el Barça. Como adversario es tal y como se ve en el banquillo. Un jugador legendario, con un talento enorme, un ganador, hablan muy bien de él las cuatro Euroligas que ha ganado. Y ahora como entrenador está también ganando títulos y está proyectando muy bien ese carácter en su equipo", explicaba Suárez en Málaga Hoy.
Esperanzado con lo que ve de su exquipo. "Le veo muy sólido, en defensa sobre todo, muy duro, que basa la mayoría de sus virtudes en el juego en defensa y rebote, correr al contraataque. Es verdad que tiene una plantilla de mucho talento, que ha cambiado totalmente con respecto a los años anteriores, gente que sabe muy bien cuál es rol, jugadores defensivos y que sabe 'pegarse' en este baloncesto, pero es normal que estén ahí, compitiendo en la mayoría de los partidos. Contra Gran Canaria, pese a perder de diecisiete puntos, se estuvo ahí, hasta los últimos cuatro minutos. El Unicaja está construido para poder hacer cosas grandes. La afición además está muy ligada con el equipo, lo ha ganado casi todo en casa. Es verdad que todos los que se han ido este verano están rindiendo a buen nivel, pero en uno mismo no funciona, como pasaba aquí. Y esta temporada está todo más equilibrado. Al principio se podía dudar por los resultados, pero veía que el equipo era sólido, que estaba creciendo desde atrás. Meses después, ahí está: luchando por todo. Hablé con Ibon en noviembre, cuando quizás no era tan evidente la mejoría del equipo como es ahora, y le decía lo que veía: que el equipo era mucho más fiable y vivo en los partidos. También lo he hablado con gente del club, esa capacidad de dar un estirón en los partidos igualados, sobre todo en los últimos cuartos. Para ganar a este Unicaja tienes que luchar hasta el final".
Ya atisbando lo que puede deparar ese Barça-Unicaja del jueves. "Espero un partido muy duro. Es cierto que Madrid y Barça son los equipos favoritos a ganar la competición, todas las que disputan. Ellos son favoritos, pero en la Copa se pudo comprobar con los años que si tienes una semana buena, tres partidos buenos, y te la puedes llevar perfectamente, y todo puede pasar. Yo diría que es un 70-30 en cuanto a porcentajes. Es un torneo de momentos, de sensaciones encontradas, siempre te puede costar porque vas a jugar en una atmósfera que no te resulta familiar. Aquí estás con ocho aficiones a tu alrededor, es extraño. Los extranjeros, cada vez que la juegan por primera vez, siempre me lo dicen: que les sorprende ver esa armonía que hay. Se hace diferente. Me habría gustado que Unicaja jugara el viernes, así se iba familiarizando con lo que viese el jueves, pero luego tienes un día más de descanso si ganas. Es la semana que más influencia tiene entre los aficionados porque no se suele ver algo igual, en cualquier otro país juntas a ocho aficiones y acaban a porrazos".
Es inevitable no acordarse de ese final doloroso ante los azulgranas hace dos años. "Fue duro, personalmente hablando y también en el equipo. Recuerdo que tuve además mi lesión grave, que me afectó hasta ese final de temporada y también para parte de la siguiente. Íbamos ganando de mucha diferencia en el primer cuarto, ellos estaban un poco sorprendidos por nuestro nivel, y es verdad que en los instantes final fue un poco desigual el criterio, faltas dudosas, no señaladas a nuestro favor. Pero el Unicaja tiene que olvidarse de los árbitros porque al final te genera una frustración que no vale para nada. Ganará o perderá, pero no será por los árbitros".
Otro capítulo desagradable frente a los catalanes fue esa oportunidad perdida en 2015 de jugar otra final de ACB. "Era un Barça que llegaba en un momento no tan bueno, remontamos en el Carpena para ponernos 2-2, luego ese triple que nos mete Navarro en el quinto, luego no pude meter el mío. Desgraciadamente me acuerdo muy bien de aquello, pero acabamos muy orgulloso de lo que hicimos ese año. Volvimos a enganchar a la gente. Tendrá que llegar el día que el Unicaja sea capaz de ganar al Barça en competición doméstica, espero que sea esta vez".
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