El misterio de las lesiones musculares de Carlos Suárez

Se ha perdido un 30% de los partidos desde septiembre de 2018 cuando desde que llegó en 2013 hasta ese momento no estuvo sólo en el 4.5%

"Estamos mirando para ver qué se nos escapa y dar con la tecla", afirma el capitán cajista

Carlos Suárez se lamenta en un partido de esta temporada. / Javier Albiñana

La tercera lesión muscular esta temporada de Carlos Suárez recuerda un problema que está padeciendo el capitán cajista en las tres últimas temporadas. Volverá a perderse algunos partidos una vez se retome la competición tras el parón por las ventanas, que amortiguará el tiempo fuera. La vista está en regresar el sábado 13 de marzo ante el Gran Canaria, con lo que se perdería tres partidos, uno de ACB tras el retraso del partido ante el Barcelona y dos de Eurocup. En un jugador estructural, sobre todo con las carencias defensivas que tiene el equipo en esta campaña, se nota bastante cuando está ausente porque da una estabilidad que, sin él, se tambalea. Más allá del plus de carácter, experiencia y saber jugar en situaciones tensas.

Suárez reflexionaba en Ser Deportivos sobre estos problemas musculares. "Estoy intentando volver cuanto antes para ayudar. Es la misma lesión que he tenido en diciembre. He vuelto a recaer, a priori sólo me voy a perder el partido con el Estudiantes de ACB con el cambio del Barcelona. Hay muchos factores que puede ser. Muchos minutos después de inactividad, que acababa de volver, tema de estrés... Estamos intentando mirar otras cosas para ver cuál puede ser el origen y pararlo. Estamos con la alimentación, pero es lo que más estoy cuidando porque es fundamental y más cuando tienes más edad. Pero hay más factores, estamos mirando otras cosas y creo que vamos a dar con la tecla para que no vuelva a ocurrir y no recaer, que es lo que quiero. He tenido lesiones en mi carrera, pero nunca con tanta continuidad. Hay algún estudio que va ligado al Covid-19, que documenta que se están dando un número anormal de lesiones, también en otros deportes, de carácter muscular, en otros equipos también. Lo principal que queremos ver es qué se nos escapa y a ver si damos ya con la tecla".

"Ahora mismo hago tratamiento, no puedo hacer fondo físico o cardio, puedo hacer pesas o gimnasio. Andar un poco, pero a partir de la segunda semana empezaré a meter un poco más de caña. La rotura es mínima esta vez, pero vamos con cuidado para que no sea más grande", explicaba Carlos Suárez sobre cuál es el proceso ahora: "Días antes notaba molestias, pero no tenía nada que no me permitiese jugar, de hecho no podría haber jugado 26 minutos si no hubiera tenido la rotura antes. Pero no es lo mismo entrenar que jugar, el estrés y la tensión del partido. Se me contracturó un poco el gemelo, se lo comuniqué a Fotis y le dije que creía que me había roto, porque la molestia iba a más. Y por eso no volví a jugar, faltando tres-cuatro minutos, pedí el cambio. Anímicamente necesitaba sentir un poco más de regularidad. Me he lesionado y es un palo. Estoy trabajando para que me vea algún especialista y podamos solventarlo".

En esta situación, hay un claro corte entre las cinco temporadas de Joan Plaza, las cinco primeras también de Carlos Suárez en el club, y las tres siguientes. Desde que se marchó el técnico catalán y llegó Luis Casimiro, de 141 partidos posibles que ha jugado el Unicaja, Suárez ha jugado sólo 100, perdiéndose un 30% de los duelos, más los que jugó al límite, casos de la eliminatoria de la Eurocup ante el Alba o el último duelo ante el Barcelona, antes del cual tenía molestias pero decidió forzar. Lleva 22 partidos de 37 posibles en esta temporada, 41 de 47 en la anterior y 37 de 57 en la 2018/19.

Contrastan estos datos con los 68 partidos consecutivos sin fallo que tuvo en la durísima temporada 2017/18, con el formato nuevo de Euroliga. Se perdió un solo partido de los 61 de la 2016/17 y fue por una gripe en el primer partido de semifinales de la Eurocup en Krasnodar. También jugó los 62 partidos de la 2015/16. Falló en 13 de los 68 de la 2014/15 y jugó los 65 de la 2013/14. Es decir, sólo se perdió 14 de 310 encuentros en sus primeros cinco años en Málaga, apenas un 4.5%.

Cronológicamente desde ahora hacia atrás, ante el Barcelona sufrió una rotura de fibras en el gemelo externo de su pierna derecha con previsión de baja para cuatro semanas. El 22 de diciembre de 2020, después de jugar ante el Fuenlabrada, padeció una rotura de fibras también en el gemelo de su pierna derecha, la misma zona, por lo que ha sido una recaída. Antes, en pretemporada, el 25 de agosto se informó de que había tenido una rotura de fibras en la zona del gemelo de su pierna izquierda, que dilató su debut en la temporada.

La Copa del Rey 2020 la acabó con una fuerte contusión en el cuarto dedo de la mano derecha, con afectación del tendón, tras lo que siguió un tratamiento conservador con inmovilización de la zona que le hizo perderse los pocos partidos antes del parón por el estallido de la pandemia. Se perdió algún partido más escalonado durante la temporada.

Y en la temporada 2018/19 sufrió el 22 abril 2019 un problema en el isquiotibial de la pierna derecha por el que estuvo varias semanas de baja. Pocos días antes había tenido una microrrotura en el bíceps femoral de la pierna derecha. El 20 de diciembre de 2018 sufrió una rotura de fibras en el gemelo interno de la pierna derecha que le hizo llegar muy justo a la Copa y las eliminatorias de la Eurocup y antes había tenido 10 de diciembre de 2018 un esguince en su tobillo derecho.

Son seis lesiones musculares, el esguince de tobillo o el dedo son problemas habituales en la práctica del baloncesto, desde diciembre de 2018 a febrero de 2021. Tiempo en el que no se ha podido tener el poso en la pista de Carlos Suárez, que busca con los médicos del club soluciones clínicas a lo que le sucede. En mayo cumplirá 35 años, pero el Unicaja le dio un voto de confianza importante y decidió acometer el pasado verano su renovación por dos temporadas más, 2022, hasta más una campaña más opcional. En las tres últimas temporadas no ha tenido la continuidad deseada y el equipo lo ha pagado. Por ejemplo, estando en una situación con molestias, el viernes fue el segundo jugador más valorado del plantel, tras Brizuela. Le bastaron cinco puntos para sumar 16 de valoración. Más allá de contener a Nikola Mirotic, castigarle, repartir juego y engrasar ataque y defensa. Da idea de la importancia que tiene en el equipo, pero la realidad está mostrando en las tres últimas temporadas que no se puede contar con él con regularidad.

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