Casimiro: "Deseo volver a jugar, pero la dificultad es máxima"
Coronavirus
"Yo no descarto que se cancele la temporada definitivamente, como en otros países" dice el entrenador del Unicaja: "En el modo optimista de acabar, cuando se levante el estado de alarma sería el momento de plantear todas las situaciones",
Luis Casimiro sigue, como el grueso de la sociedad, su confinamiento en su domicilio del paseo marítimo. El entrenador del Unicaja permanece pendiente de todo lo que ocurre en el club, sigue en contacto con sus colaboradores y jugadores e intenta pensar semana a semana sobre la planificación y una hipotética vuelta a la competición.
"Estamos en casa, llevándolo con mucha paciencia e intentando que pasen estos días y ojalá pudiéramos volver cuanto antes a la normalidad, aunque visto cómo va, se va a alargar. No me da tiempo aburrirme, no tengo esa capacidad. Entre leer, trabajar en vídeos, cosas de casa, algo de ejercicio... Se va el día. No he llegado al momento de aburrimiento", explicaba en los micrófonos de Ser Deportivos Málaga, al tiempo que explicaba cómo mantiene el contacto con su equipo de trabajo: "Sobre todo a través de Whatsapp hablo con ellos, alguno también por teléfono. Y sobre todo hablo con la parte del staff que se encarga de la preparación física, que hoy en día Diego [Vázquez, preparador físico[ es el que más trabaja de mandar planificaciones semanales para los jugadores, agudizando el ingenio para hacerles trabajar en casa y que no pierdan el máximo de su condición física".
Hubo jugadores que quisieron marcharse a casa, caso de Josh Adams, pero parece que, vistos los acontecimientos, entraron en razón. "Josh, en el momento inicial, estaba más nervioso. Quería venir su madre, al final no pudo salir de EEUU. Iba a estar en una lesión de duración larga y quería recuperarse allí. Pero al final creo se dio cuenta de que lo mejor para él y su familia y por seguridad es que se quedara aquí. A los que están solos algunos días se les hacen más largos. Todos están con una buena dinámica a nivel de mentalidad, llevando los días lo mejor que pueden y sin dejar de trabajar", señalaba el entrenador cajista.
"Para mí es un deseo volver a jugar, pero entiendo que la dificultad es máxima. Se aplazó la ACB hasta el 24 de abril pensando que no iba a ser tan duro. Y está siendo muy duro, estamos siendo muy castigados. Lo mejor es poner algo indefinido. Ojalá que pudiésemos retomar la competición, pero ahí vendría la segunda parte y es en qué situaciones podríamos retomar la normalidad, no va a ser de un día para otro estar en la calle y con nuestras actividades como estábamos anteriormente. Ahora mismo, el grado de dificultad es máximo para ver el final del túnel. La Liga tiene en la cabeza terminar de una manera u otra. Al no haber JJOO, las competiciones domésticas pueden alargar esas fechas, en meses no estipulados para competiciones de clubes. Pero se me antoja difícil, hay que ir semana a semana o cada 15 días", decía en un ejercicio de sinceridad en el entrenador manchego.
Sobre el formato de las competiciones, Casimiro opina que es mejor aguardar al momento exacto en el que se pueda volver para valorar qué es lo mejor. "En el momento en el que podamos volver a tener normalidad habría que plantearse el escenario, cuántas fechas disponibles, cómo se puede condensar el calendario para sacar los partidos adelante y ver los sistemas de play off si se tienen que retocar. Sería un análisis en su momento, con cuestiones que podamos medir, y tomar decisión. Yo no descarto que se cancele la temporada definitivamente, como en otros países. En el modo optimista de acabar, cuando se levante el estado de alarma sería el momento de plantear todas las situaciones".
"Yo creo que las ligas que quieren terminar trasladan ese mensajes. La Euroliga lo manda, la ACB, LaLiga de fútbol. Sería síntoma de normalidad y que hemos pasado el grave problema que hay que volviéramos a jugar. En la Eurocup se barajan posibilidades de condensarla en formato de Copa del Rey, de trasladarla a la pretemporada de la próxima campaña... Son suposiciones, conjeturas, a muchos días vista. Conforme evolucione se tomarán decisiones. El confinamiento era para 15 días, después un mes, se va a alargar más... Hay que ver día a día, ver los escenarios", insistía el entrenador cajista, también en una situación en la que su contrato abarca hasta el 30 de junio. Habría que ver escenarios, como con los jugadores que finalizan, si la competición se prolongara más allá.
"Lo idílico es tener tres-cuatro semanas para hacer una pretemporada en condiciones, pero no podemos exigir lo ideal", opinaba el entrenador sobre cuánto tiempo sería ideal para trabajar antes de volver a la competición: "Si los jugadores han sido profesionales, aunque no están en su mejor condición, no es lo mismo hacer ejercicio en casa que un ritmo de entrenamiento o partido. En una semana o 10 días iríamos con los mínimos para ajustar un poco todo. A puerta cerrada, con las canchas a medio llenar. Si hoy nos dicen que podemos ver deporte en directo con las canchas vacías, diríamos que sí. También hay un tema económico que se salvaría, con televisión y esponsors. De momento, tendremos que ajustarnos el cinturón, medir cargas de los jugadores y poder caminar hacia adelante".
Por último, el único aspecto positivo de este parón desde el punto de vista deportivo es que los lesionados (estaban fuera Carlos Suárez, Jaime Fernández, Alberto Díaz, Dragan Milosavljevic y Axel Toupane) tendrán tiempo para recupearse completamente. "El tiempo juega a nuestro favor, tristemente en este caso. Si volvemos a la competición, antes teníamos cuatro-cinco jugadores fuera, si todo va bien tendríamos 14-15 para elegir. No cuento con Toupane o Milosavljevic, que eran ya para la siguiente temporada. Es triste que haya sido así, pero el tiempo es el mejor aliado para recuperarse de lesiones", remataba Casimiro.
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