Chus Mateo, el número uno de los números dos

El ex entrenador del Unicaja tomó las riendas del Real Madrid tras el infarto de Pablo Laso y lo ha hecho campeón

Entrevista a Anicet Lavodrama

Chus Mateo saluda tras ganar el título de Liga con el Real Madrid. / Acb Photo

Quien conozca o haya tratado personalmente a Chus Mateo no pudo evitar alegrarse, más allá de los colores, de verle como protagonista, aunque fuera por un hecho desgraciado como el infarto que sufrió semanas atrás Pablo Laso, en el título conseguido de ACB conseguido por el Real Madrid. En semifinales y final ha llevado el timón con maestría, sólo se le escapó el segundo partido de la final, en el Palau. Es, de hecho, el único duelo que perdió el Madrid con él al mando. Durante un tramo a finales de 2021 y principios de 2022 también tuvo que hacerse cargo del equipo por el covid, con un recordado triunfo con apenas seis profesionales y un puñado de canteranos ante el CSKA en el Palacio.

Chus Mateo fue pieza importante en el Unicaja de los títulos. Fue la mano derecha que se trajo Sergio Scariolo desde su primera temporada completa una vez Chechu Mulero, ahora director deportivo del Valencia Básket, decidió marcharse. "El numero uno de los números dos", le definió con tino el técnico italiano en aquellos días de vino y rosas. En la celebración del título de Liga en Vitoria, Scariolo, siempre perfeccionista, se preocupaba por cómo resolvería su marcha. Después también tiraría de él en sus inicios en la selección española. Fue contratado por el CAI Zaragoza en LEB Oro para intentar acometer el ascenso. No salió bien la experiencia y regresó al año siguiente a Málaga. El Unicaja recurriría a Mateo como primer entrenador tras la destitución de Aíto, en la temporada 2010/11. Metió al equipo en play off y comenzó bastante bien la temporada siguiente, entrando como cabeza de serie en la Copa y con una buena primera fase de Euroliga. Una canasta en el último segundo de Mirotic con el Real Madrid en el primer partido del Top 16 precipitó una racha terrible que acabó con su destitución y la llegada de Luis Casimiro.

"Estoy donde quiero estar. El Real Madrid es mi sitio, estoy al lado de uno de los mejores o el mejor entrenador de Europa. Estoy muy feliz en este equipo. Yo soy entrenador de baloncesto, cuando empecé con 16 años yo no quería ser entrenador ayudante, pero las circunstancias se han dado como se han dado y me ha tocado, por circunstancias lo he asumido con gusto y, gracias a Dios, ha salido bien y estoy orgulloso de pertenecer a este club y espero que sea por muchos años", decía en la celebración. Su ambición fue ser primer entrenador, pero encontró su lugar como escudero de Pablo Laso en el club en el que creció. Lleva ahí desde 2014 en el ciclo de este Madrid dominador. No ha perdido su conexión con la Costa del Sol, donde viene cuando puede y donde tiene uno de sus puntos de trabajo la Chus Mateo Academy de la que se encarga Anicet Lavodrama. Sus buenos amigos en la ciudad, los que aún tiene en el Unicaja, se alegraban el domingo por la noche por él, por el triunfo del número uno de los números dos.

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