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El Unicaja ha sacado un rédito muy interesante de este fin de semana, ya en esas jornadas donde se van multiplicando resultados extraños en la ACB, frecuente todas las temporadas por las competiciones europeas pasando factura, y un ciclo en la competición donde los play offs van asomándose. Ibon Navarro ya avisaba recientemente que se dan situaciones raras, victorias que revientan la banca. Como la lograda por el BAXI Manresa ante el Real Madrid en el WiZink Center (72-83). Excelso el plan ejecutado por Pedro Martínez, autor de un equipo distinto, peligroso y difícil de dominar. Aprovechando que el Madrid venía de hacer un buen esfuerzo en Euroliga con Estrella Roja, con remontada incluida, pero mostrando un colmillo impropio en la capital. Vuelve a reventar esa parte alta de la clasificación, y el Unicaja vuelve a colocarse a un triunfo de los blancos. 23-4 de los madridistas, por 22-5 de los malagueños. Con el average particular empatado, habría que recurrir al general, y el +31 ante el Bàsquet Girona el pasado sábado también supone un buen mordisco: 314 para el Unicaja y 264 del Real Madrid. Cincuenta puntos de renta al líder de la Euroliga. Precisamente el Unicaja visita la próxima semana el Nou Congost (domingo a las 12:30 horas), dos días antes de jugar en Patras. Y un Barça-Real Madrid en el Palau (domingo, 18:30). Vaya jornada.
Por detrás, el Barça queda a cuatro (18-9). Jugaron con fuego los de Grimau en Santiago (84-89), pero acabaron sacando una victoria de coraje en la segunda parte, que solo le permite alargar la agonía por esa segunda posición. Y ya un grupo al otro lado del océano: cinco victorias saca el Unicaja a UCAM Murcia, Lenovo Tenerife y Dreamland Gran Canaria, todos en 17-10. Por detrás, Valencia Basket, que presupuestariamente y deportivamente tendría que estar por encima del Unicaja, está en 16-11, en ese debate extenso de cuánto vale la pena jugar Euroliga, si en ACB se baja el nivel; al igual que el BAXI Manresa, que cierra la zona de play off. A la espera, Baskonia (15-12) y Joventut de Badalona (14-13). Ya da la tabla un corte. Por abajo, un tumulto con Covirán Granada, que respira (8-19), Obradoiro en el precipicio y la pareja Río Breogán-Zunder Palencia en descenso.
Se podría asegurar matemáticamente ese puesto de play off, con casi dos meses de competición por disputar, cuando es uno de esos objetivos, u obligaciones, que se deslizan desde el club. La segunda plaza está, y el liderato si se presenta pues se abrazará, algo que puede ser útil en junio, si al Unicaja le da por jugar una final de ACB. “Es un tsunami que no voy a poder parar, mejor quedarnos como estamos”, bromeaba Ibon Navarro hace unas semanas, pero a la vez dolorido, independientemente del arbitraje, por perder ante el Madrid. En la competición se tienen que buscar estímulos. Y por otro lado esta derrota del Madrid engrandece la trayectoria malagueña, inaccesible en esos partidos peligrosos, particulares y donde pueden existir argumentos para sorprender. Qué temporada.
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