¡Cojan ese balón!

El Unicaja es el peor equipo en media reboteadora de la ACB

El partido contra el Fuenlabrada volvió a castigar la defensa y táctica de los andaluces

Rubén Guerrero, único entre los 50 jugadores con mejor media de capturas

Nzosa pelea por un rebote en el partido contra el Fuenlabrada.
Nzosa pelea por un rebote en el partido contra el Fuenlabrada. / Javier Albiñana
A. Espinal

23 de diciembre 2020 - 18:39

Es una constante esta temporada, pero a cuatro fechas para el final de la primera vuelta es un hecho: el Unicaja Unicajarebotea poco. El partido contra el FuenlabradaFuenlabrada sacó los colores del equipo malagueño que se desinfló en la segunda parte y no fue capaz de encontrar los recursos necesarios para cerrar el grifo del rebote visitante. Es verdad que es una faceta del juego que al Fuenlabrada no se le da especialmente mal, pero la diferencia de diez capturas entre ambos –28 rebotes locales, 38 visitantes– retrató el mal de los andaluces y centró la valoración del propio Luis Casimiro.

“Es un partido que sabíamos que son un equipo que van bien en el rebote y ahí ha sido la clave. Han tenido bastantes más posesiones que nosotros y eso ha hecho que sumen más puntos”, espetó al sentarse en la rueda de prensa post partido. Contra el modesto Fuenlabrada fueron diez posesiones sólo por los rebotes. Sin contar el hecho de que no supo cómo parar el trance anotador de Trimble en los momentos calientes del encuentro.

Lo cierto es que la inferioridad reboteadora del Unicaja es recurrente esta temporada. El Unicaja ha jugado las mismas jornadas que el UCAM Murcia y el Real Madrid –en la competición hay siete equipos que disputaron ya 15 y el Morabanc lleva 13– que son los equipos que encabezan la clasificación de rebotes capturados. Los murcianos cogen de media 37, 5 rebotes, los merengues 37,2 y el Unicaja 30,5. Siete rebotes menos que le sitúan en la última posición en este apartado de toda la competición. Inesperado para un equipo que pretende opositar a la zona noble de la clasificación.

Además, los de Casimiro son también los últimos en rebotes defensivos –21,2 por encuentro cuando el líder en este capítulo coge 28,3 y es el Real Madrid– y sólo salen del fondo de la peculiar clasificación si se computan los rebotes ofensivos en el que ocupa el decimotercer lugar con 9,3 capturas, muy lejos de los 14,4 del UCAM Murcia, máximo reboteador en ataque de la competición. Poco protagonismo.

Algo pasa con la gestión de los espacios en el conjunto malacitano. Abromaitis, con seis rebotes, fue el techo en el partido contra el Fuenlabrada. Como en el arranque de la competición, los rebotes son el talón de Aquiles malagueños pero también el síntoma de que hay puntos que no funcionan en la estructura del equipo, que desaparecen con facilidad o que nunca estuvieron suficientemente apuntalados.

Con la lupa puesta en el apartado estadístico de los rebotes, sólo hay un jugador del Unicaja que merezca estar entre los 50 con mejor media reboteadora de la competición: Rubén Guerrero, puesto 49 con 4,1. En esa misma lista, Balvin (8,1 en diez partidos) es el primero; Tavares es tercero (7,1 en 14 partidos) con la misma media que Tyson Pérez pero con el doble de choques jugados que el jugador del Andorra; Augusto Lima es el cuarto (6,9, en 14 choques).

Sólo son números pero suponen un lastre para el juego malagueño que debe de pagar, normalmente lo hace con un tiro exterior inspirado, las carencias que muestra con especial debilidad bajo su aro. A una semana de que termine el 2020, el Unicaja mantiene su asignatura y deberá de recuperarla sin Carlos Suárez, que no volverá hasta febreroCarlos Suárez. Otra mala noticia para desacompasar la pelea copera de la escuadra de Los Guindos. Además, el madrileño tiene intangibles que ayudan a rebotear.

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