Un Consejo en el Unicaja para aclarar escenarios con la crisis del coronavirus

Reunión virtual prevista hoy entre los consejeros para analizar el complicado contexto actual

Consejeros y dirigentes de la Fundación y Unicaja Banco.
Consejeros y dirigentes de la Fundación y Unicaja Banco. / Javier Albiñana

La actividad deportiva en el Unicaja es inexistente desde hace ya dos semanas. Los jugadores realizan en sus casas las rutinas que diseña el preparador físico, Diego Vázquez, con los medios que les ha facilitado el club, de manera personalizada para cada uno de los baloncestistas en función de sus necesidades y estado, que algunos estaban, y están, en proceso de recuperación. Igual sucede con el equipo femenino y también con la decena de equipos de cantera.

En los despachos físicos de Los Guindos tampoco hay nadie, pero no quiere decir que se deje de trabajar, al contrario. El presidente, Eduardo García, ha estado en reuniones virtuales con la ACB, también en contacto con la Euroliga, además de supervisar el día a día. Igualmente, el director deportivo, Manolo Rubia, mantiene el contacto con los jugadores y técnicos. Y hay decisiones pendientes que se estudiarán en el Consejo de Administración que está previsto que se celebre este martes entre los componentes del mismo.

Se hará de forma virtual. Desde la pasada semana el responsable jurídico del club, Juan Medina, y el gerente, Francisco Sáez, incorporado al club desde Almería y con experiencia en la gestión del club de voleibol de la entidad financiera, un informe sobre las distintas posibilidades y escenarios que hay. A día de hoy, lógicamente, el ingreso del club tiende a cero. No hay taquillas, no hay ventas en la tienda del club (se frenó también como precaución el reparto online) y los distintos contratos de patrocinio están en un limbo porque es una circunstancia inédita.

De momento, Unicaja entidad financiera no ha tomado medidas que afecten a los trabajadores ante esta crisis del coronavirus, que tendrá, ya tiene, un fuerte impacto en la economía a nivel mundial. La estructura del banco, no obstante, le permitió resistir bastante bien la dura crisis que se generó a partir de 2008, aunque hubiera un descenso progresivo y significativo en el presupuesto del club, que no obstante siguió siendo competitivo y de zona alta en el baloncesto español. En las oficinas siguen presentes un mínimo de trabajadores para atender los servicios, incluidos entre los de necesidad según el Gobierno en el estado de alarma.

Hay otros clubes que están cerca de concretar un Expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), que tiene algunas contraindicacion y dudas por lo que supondría en jugadores con contrato, es lo que se ha intentado aclarar en estos días. La norma general en la ACB, sobre todos en los clubes de zona baja, es que no haya vínculos de contratos largos, no más allá del 30 de junio de cada año. En el Unicaja no llega a la mitad de la plantilla los jugadores que no tienen contrato o cláusula para seguir a final de temporada. Ello lleva a una problemática colectiva, que es qué sucedería si la competición se prolongara más allá del 30 de junio, facilitado por que los Juegos Olímpicos se retrasen, algo que se da por hecho. El fútbol ya estudia medidas para prorrogar esos contratos sin perjuicio para las partes. Se podría extender un mes más a cambio de este tiempo sin jugar, prorrogando la cobertura y los seguros. Pero son escenarios difusos porque no hay una certeza plena de cómo puede evolucionar el coronavirus. De fondo está la situación de jugadores americanos.

Entre los temas que tiene en la mesa el Consejo es qué medidas tomar con los abonados y patrocinadores. Al no saber cuántos partidos se podrán jugar y cuántos serán a puerta cerrada o abierta en un hipotético regreso de la competición es difícil saber ya cómo se les puede compensar, si con descuento o presencia proporcional para la siguiente temporada. Es un asunto que también preocupa a los dirigentes cajistas, que deben concretar, en esta coyuntura no vista antes, lo que es mejor para la entidad y para sus trabajadores en un momento de gran incertidumbre colectiva.

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