Europa exige más contundencia (80-72)

El Unicaja se diluye en el último cuarto en Vilnius ante un Rytas superior

Lessort (16 puntos), máximo anotador

Shermadini pierde un balón. / Rytas.com
J. M. Olías

02 de octubre 2018 - 20:03

Un Unicaja errático y blando cayó en el debut europeo en Vilnius (80-72). Dominó todo el tercer cuarto tras voltear un mal inicio y en el último cuarto se diluyó ante un Rytas con más hambre y con más decisión. Empequeñeció el Unicaja mientras iba perdiendo jugadores para la causa hasta que casi no quedó nadie para tener el partido en pie.

Los bases, que propulsaron al equipo ante el Valencia, completaron un deficiente partido en Lituania. Demasiados balones perdidos (16), poca fluidez en el juego, ahí tiene la culpa todo el equipo, circulación nula. A impulsos ofensivos, con momentos puntuales de Wiltjer y, sobre todo, Lessort, se combatió y se dio la cara cuando la defensa fue de buen nivel. Sin defensa de notable no se puede ganar en cualquier pista europea. Y Vilnius no es barata. Los puntos finales de Roberts no ocultan un encuentro malo del que debe ser el faro en momentos complicados.

Salió el Unicaja como ausente, como si se hubiera quedado en Estocolmo o Copenhague, escalas de un pesado viaje de 18 horas. 9-0 en un parpadeo, que obligó a Casimiro a pedir tiempo muerto. Ahí empezó realmente el encuentro y el Unicaja encontró en Wiltjer un buen asidero. Cinco puntos del canadiense pusieron al equipo en el carrill (11-11). Fue sólido durante tres minutos sólo en el primer cuarto y lo pagaba en el marcador (20-13), con el ex obradoirista Bendzius haciendo mucho daño.

Otra vez se desenfocó el Unicaja y le tocaba remar más fuerte (28-15). La sangría era grande y el equipo malagueño era una máquina de perder balones. Paradójicamente, era seguro cuando corría y sufría más, mucho más, en estático. Los bases estaban más dispersos. Jaime había salido rápido con dos faltas. Pero Roberts (cinco pérdidas al descanso, 11 del equipo) no conectaba con sus compañeros.

Para reengancharse fue importante la figura de Carlos Suárez. Como casi siempre, números no disparatados pero pegamento para que el equipo jugara mejor. Ayudó a fortificar el rebote y a cerrar huecos en defensa. El Unicaja cerró con un parcial de 2-17 el cuarto. Con otra llamarada de Wiltjer, robo y mate de Lessort y una mejora colectiva defensiva (34-36).

Siguió al mando tras el descanso el Unicaja, en un tercer cuarto protagonizado por Lessort. Tiene algunas lagunas en el conocimiento del juego, pero sorprende su capacidad para correr como un rayo hacia arriba. Es una cualidad de todos los interiores salvo quizá Shermadini. También saca el balón con botes con cierta solvencia. Se hizo gigantesco en ataque, recibiendo comida de sus compañeros, pero también buscándosela por sí mismo con algún movimiento interesante bajo el aro.

Llegó a escaparse por una distancia interesante (36-43 y 47-53) el Unicaja, pero otra irrupción de Bendzius y una lastimosa última jugada, con una falta que le sacó Seeley a Alberto y un palmeo en el segundo tiro de libre de Bendzius dejaba el marcador comprimidísimo (54-55). Faltaba contundencia bajo tableros y el Rytas vivió mucho del rebote de ataque. El parcial de rebotes (12-5) explicaba por qué el Unicaja no había roto el partido. Y ese es un déficit complicado de resolver.

El partido estaba interesante, con cambios de liderazgo, pero el Rytas enchufó a jugadores y a los del Unicaja empezó a sobrepasarles el partido. Seeley, pupilo de Casimiro en Las Palmas, soltó amarras y castigó sin piedad los errores de un Unicaja que perdía balones y que se encomendó sin suerte a un Jaime Fernández bastante fallón (68-59). En estático no generaba nada con fluidez el Unicaja. Y el Rytas le había encontrado las fugas a una defensa cajista que no fortificaba el rebote y que no leía bien los bloqueos lituanos. Los bases, excelentes ante el Valencia, se diluyeron en Vilnius. Por ahí empezó a escaparse una victoria por la que se compitió hasta el último cuarto, en el que el Unicaja decepcionó. La cara B del partidazo en Valencia se pudo observar en Vilnius. Y no gustó.

Rytas Vilnius (20+14+20+26) 80: Girdziunas 7, Seeley 12, Butkevicius 6, Sutton 12 y Kairys 15 -quinteto inicial-. Kramer 2, Normantas 0, Echodas 8 y Bendzius 18.

Unicaja (13+23+19+17) 72: Roberts 13, Jaime Fernández 2, Waczynski 9, Wiltjer 9 y Lessort 16 -quinteto inicial-. Díaz 4, Salin 2, Díez 3, Milosavljevic 2, Shermadini 8 y Suárez 4.

Árbitros: Zamojski (POL), Obrknezevic (SRB), Thepenier (FRA).

Incidencias: 1ª jornada de la Eurocup. Siemens Arena de Vilnius (Lituania). 5.493 espectadores.

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