Detalles de una gran victoria

El triunfo en Madrid refuerza la autoestima general del Unicaja y de la afición, muy numerosa en el WiZink, aunque tras nueve triunfos seguidos se incide en seguir y no bajar la guardia

Resumen del partido

Clasificación ACB

El Real Madrid-Unicaja, en fotos
Alberto Díaz, con Osetkowski. / Acb Photo

En la mágica remontada del WiZink Center hubo muchos detalles llamativos. Había mucho aficionado malagueño en las gradas, varios grupos repartidos por el pabellón. Los allí presentes cifraban entre 200 y 300 los seguidores que había. Cuentan quien estuvo presente que fue emocionante escuchar los gritos de “Málaga, Málaga” en el final mientras la afición del Real Madrid iba menguando su ánimo y asumiendo su derrota. Antes del encuentro, un buen grupo de ellos departía con los embajadores, Carlos Cabezas y Berni Rodríguez, el presidente, Antonio Jesús López Nieto, y el director deportivo, Juanma Rodríguez en la explanada exterior al Palacio. Ya se sabe lo que espera cuando se visita al mejor equipo de Europa, pero no era casual que tanta gente, de manera no organizada, tuviera una corazonada. Es un equipo que transmite y que anima a hacer esfuerzos por él. Por allí estaba también el coordinador general del Partido Popular, Elías Bendodo, contemplando con sus hijos el duelo.

La remontada desde los 21 puntos, no están todos los arrastres históricos de partido computados pero sin duda una de las más grandes de la historia del club, fue tremenda, con el Unicaja siendo fiel a su estilo y a su corazón. Está algo descolgado ahora Perry, que ha enlazado problemas en el hombro, la muñeca y, ahora en la rodilla en el choque del WiZink. Pero quizá sea el jugador que mejor define el estilo que propone Ibon. Estaba bajo (más bien sin brillo porque siempre cumple) Kalinoski, pero en Madrid abrió el tarro de las esencias. Tyson Carter, al que ayer algunas informaciones relacionaban con el Olympiacos (no tiene cláusula de salida, a mitad de temporada está blindado) porque el club griego está en el mercado, jugó un último cuarto celestial en la posición de base. Metió, forzó faltas, generó y defensivamente estuvo agresivo y decidido. Qué decir del trabajo previo de Kravish, que acumula grandes partidos desde la temporada pasada contra el Madrid y que en el WiZink se coronó. O Kameron Taylor, tan bien en la capital como en Vitoria, en dos grandes victorias en canchas de Euroliga.

Un revisionado de la remontada permite contemplar cómo el número de errores se reduce a lo fisiológico en los cinco minutos finales, cuando se llega con empate. El Madrid mete algunos triples por talento y buenas circulaciones, algún balón colgado a Tavares y alguna penetración de Campazzo. Pero el Unicaja contiene muy bien y sigue volando. Los últimos cinco minutos de Ibon y sus jugadores son de clinic. Ejecutan los sistemas a la perfección. Hay un detalle significativo, un saque de fondo a 34 segundos del final con 91-95. Ibon Navarro pide un tiempo muerto porque quedan sólo 3 segundos de posesión tras un tapón de Musa a Carter. El técnico mete a Kalinoski, que siempre genera gravedad, por Djedovic. Alberto saca de fondo y el bloqueo ciego del americano sobre Musa cuando amenazaba con salir al triple deja a Carter anotar solo bajo el aro tras su corte. Se puede ver a Perry en el banquillo dándole la mano a Ibon Navarro y con una sonrisa. La jugada que había diseñado el coach (al pedir él el tiempo no se pueden ver en televisión sus órdenes) había salido a la perfección. El posterior ataque del Madrid es un triple fallado de Campazzo y el tiempo corre hasta que le hacen falta a Carter.

En el vídeo posterior al partido en el que Ibon Navarro felicita a sus jugadores dentro del vestuario se puede ver en la pizarra el plan somero de partido del equipo, dividido en ataque y defensa. Subir el tempo (cuatro partidos en ocho días), forzar a sus grandes a trabajar fuera de la zona (magistral Kravish, pero también Osetkowski), bloqueos de calidad, prepararse para las distintas alturas a las que pueden defender y las elecciones de cambio rivales. Y ser agresivos en el rebote ofensivo. En el plano defensivo, incidía en controlar su juego a campo abierto, atención a una especialidad de bloqueo directo en la que se apoya como seguridad el Madrid, bloquear el rebote y defender bien las jugadas mano a mano, además de limitar la aportación de Campazzo en el momento final. El argentino metió 18 puntos, pero también perdió seis balones.

Detalles de una victoria que es ya historia en la cabeza de técnicos y jugadores. El equipo ya trabajó en el gimnasio este lunes y hoy lo hará en Los Guindos antes de volar por la tarde a Le Mans. A seguir y a no bajar la guardia, el mensaje interno.

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