Domas Sabonis sigue la racha de dobles dobles, pero los Kings pierden en el Madison
17 puntos, 11 rebotes y siete asistencias del canterano del Unicaja
Calderón: "Alberto Díaz es un jugador especial, único"
Unicaja y Euroliga
Los New York Knicks, con la moral tocada tras confirmarse que Julius Randle no jugará en lo que resta de temporada, remontaron este jueves por 120-109 un partido que llegaron a perder de 21 puntos ante los Sacramento Kings y rompieron su racha de tres derrotas seguidas. Jalen Brunson (35 puntos y 11 asistencias) y Josh Hart (31 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias) estuvieron sensacionales en unos Knicks con una actitud encomiable pese a que se les amontonan las desgracias, en los que también destacó Donte DiVincenzo (21 puntos con 5 triples) y que pisaron el acelerador en el último cuarto (33-22).
Los Knicks son quintos en el Este con un balance de 45-31, el mismo registro que tienen los Orlando Magic como cuartos. Los Indiana Pacers (43-34) y los Miami Heat (42-34) son sextos y séptimos, respectivamente. A falta de solo diez días para que se acabe la fase regular, los Knicks corrían el peligro de instalarse en la melancolía, en lamentar lo que pudo ser y en maldecir su tremenda mala suerte con las lesiones. No hace falta más que mirar a los estandartes que cuelgan del techo del Madison Square Garden para recordar que los Knicks no conquistan un anillo desde hace 51 años (1972-1973) y que no llegan a unas Finales desde hace 25 (1998-1999).
Los neoyorquinos siguen siendo un gigante de la NBA, no por sus resultados pero sí por la pasión que arrastran y el prestigio y el peso de su marca. Según la revista Forbes, son el segundo equipo de la NBA con mayor valor económico (6.100 millones de dólares) solo por detrás de los Golden State Warriors (7.000 millones). Pero en la Gran Manzana pasan los entrenadores, los jugadores y los proyectos sin que los Knicks regresen a la élite de la NBA, algo que parecía que podía suceder esta temporada. La ilusión se disparó a mediados de curso gracias al excepcional nivel de Brunson, a la versatilidad y el impresionante derroche físico de Hart y DiVincenzo y a que en los despachos se movieron con mucha ambición fichando a OG Anunoby, Bogdan Bogdanovic y Alec Burks. Daba la impresión de que tenían todas las armas para hacer mucho ruido en el Este y aspirar a las cimas más altas, pero las lesiones les castigaron con bajas prolongadas de jugadores clave como Randle, Anunoby y Mitchell Robinson. No fueron castillos en el aire: Anunoby debutó en Año Nuevo y en enero los Knicks firmaron un espectacular balance de 14-2.
Pero el 27 de ese mes, Randle se dislocó el hombro derecho y no ha vuelto a pisar la cancha. El tres veces All-Star trató de evitar el quirófano para llegar al 'playoff', pero este jueves anunció que tendrá que operarse por lo que los Knicks tendrán que terminar la campaña sin su gran referente en el interior y a la espera de si regresa (y en qué estado de forma) Anunoby.
Los Kings y la feroz lucha del Oeste
Por su parte, los Kings siguen inmersos en la fascinante y durísima pugna del Oeste por los últimos puestos del 'playoff' y por evitar el 'play-in'. Sacramento ahora es octavo (44-32) y tiene ya muy cerca a unos Lakers lanzados (44-33, novenos). De más a menos en Nueva York (en la primera parte metieron el 52,9 % de sus triples y en la segunda solo el 36 %), los Kings contaron como referentes con De'Aaron Fox (29 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias) y Domantas Sabonis (17 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias).
Los visitantes sacudieron a los Knicks en el primer periodo con una puntería alucinante desde el perímetro. 7 de 10 en triples sellaron en ese cuarto inicial, con Fox y Keon Ellis a los mandos de la pirotecnia con tres aciertos cada uno. Los locales se vieron totalmente sobrepasados y el 20-35 al final del primer cuarto no dejó dudas sobre la superioridad de Sacramento. Otro triple de Fox, con 8.42 en el segundo periodo, obligó a Tom Thibodeau a parar el encuentro porque el baño empezaba ya a ser preocupante (25-46). Los Knicks han hecho gala este año de un orgullo indomable, una defensa incansable, una imponente garra y un magnífico instinto de supervivencia. Todo eso salió esta noche en tromba cuando más lo necesitaban. Con un brutal parcial de 2-16 en algo menos de cinco minutos, los neoyorquinos no solo dejaron en prácticamente nada la ventaja de los Kings (41-48) sino que además cambiaron radicalmente el ritmo del partido.
La ofensiva de Sacramento se bloqueó de repente y, aunque Sabonis la desatascó en parte, un triple en los últimos segundos de Brunson, muy inspirado con 13 puntos en ese cuarto, dejó el duelo en un margen estrecho al descanso (60-52). El tira y afloja continuó en la reanudación sin que los Kings lograran marcharse en el marcador y con los Knicks apretando los dientes para limar su desventaja punto a punto.
Su esfuerzo tuvo premio. Un triple de DiVincenzo (12 puntos en ese cuarto) les permitió igualar el marcador y tres tiros libres también suyos les colocaron por delante por primera vez en toda la velada, aunque Fox, con otro acierto desde el exterior, dejó el partido en tablas antes del último periodo (87-87). Para entonces, Hart ya había empezado a carburar, pero en el cuarto periodo formó una dupla arrolladora y maravillosa con Brunson que no dejó de castigar la zona rival una y otra vez. Con los Knicks al máximo de revoluciones, los Kings se olvidaron en cambio de cómo se anotaba un triple (4 de 14 en el último cuarto) y los locales, también con una defensa extraordinaria, certificaron un triunfo enorme.
También te puede interesar
Lo último